Fuente: IProfesional – Pionera en Gualtallary, lidera las exportaciones de vinos orgánicos y obtiene grandes reconocimientos internacionales. Claves de esta revolución verde.
«Cuando nosotros llegamos a Gualtallary en 1997 no había nada, ni caminos. Era un desierto de arena y piedras. Gracias a nuestra trayectoria vitivinícola elaborando en Francia, supimos entender que ese terroir era ideal para la elaboración de vinos orgánicos de calidad», rememora Anne Bousquet, presidenta y cofundadora de Domaine Bousquet, bodega que en 2023 celebró 25 años de agricultura orgánica en uno de los grandes terroirs de clase mundial ubicado en Mendoza.
El camino no fue azaroso. Por el contrario, la historia de Domaine Bousquet es el resultado de cuatro generaciones de tradición vitivinícola, arraigada en la región de Carcassonne, al sur de Francia. Y desde su nacimiento, la bodega se convirtió en una suerte de faro de prácticas orgánicas y sustentables para el resto de la industria, combinando la experiencia francesa con el excepcional terroir de Gualtallary.
En este camino, Domaine Bousquet marcó numerosos hitos que son fundamentales para seguir pavimentando el camino hacia una vitivinicultura cada vez más sustentable. Además de contar con 260 hectáreas propias con certificación orgánica, la bodega también facilitó la certificación de 1.000 hectáreas de pequeños productores. Además, como resultado de esta visión, se convirtió en la primera bodega con certificación en Agricultura Regenerativa. Y, como corolario de todo este trabajo es que hoy la bodega lidera la exportación de vinos con certificación orgánica.
Anne Bousquet, presidenta y cofundadora de Domaine Bousquet
«Nuestra misión es ser agentes de cambio generando una revolución orgánica que no sólo mejore, si no que favorezca a proteger nuestro medio ambiente y nuestra comunidad. Pensar el futuro actuando desde el presente a través de prácticas orgánicas, regenerativas y sustentables, dejando una huella en pos de construir un mundo mejor», destaca Anne.
Para ella, ser la bodega orgánica número 1, «es un hecho basado en una construcción de más de 25 años. Esta trayectoria en el camino orgánico, desde nuestros orígenes, siempre respaldados por certificaciones, nos coloca en un lugar de referencia en la industria».
Una bodega pionera y visionaria en el corazón de Gualtallary
Como se mencionó, desde su llegada a Mendoza en 1997, la Familia Bousquet transformó el árido paisaje de Gualtallary en un terroir reconocido por la excelencia de sus vinos de alta gama de clase internacional. Convencidos de su visión de futuro, iniciaron la plantación de viñedos en 1998, optando desde el principio por prácticas orgánicas y sustentables.
La bodega cuenta con 260 hectáreas orgánicas propias
«Nuestro ADN es ser orgánicos. Fue un camino que emprendimos naturalmente. Ese fue el puntapié. Siempre podemos ser más sustentables. No solo en términos de medioambiente, también en términos socioeconómicos. Al principio, Tupungato era una zona muy rural. Necesitábamos colaboradores para hacer crecer nuestra empresa, los ayudamos y capacitamos. Creamos un ecosistema en este desarrollo económico. La sustentabilidad es 360º», recalca Anne.
Es que Domaine Bousquet no solo ha consolidado su posición como referente en vinos orgánicos de alta gama, sino que también ha contribuido al desarrollo del Valle de Uco.
«Actualmente tenemos 260 hectáreas de viñedos propios. Además, en estos 25 años, el equipo de la bodega ha ayudado a pequeños productores del Valle de Uco, quienes nos proveen uva, a lograr la certificación orgánica de 1.000 hectáreas mediante el intercambio de conocimientos, el apoyo con los costos, la administración y el soporte técnico», agrega la presidenta y cofundadora de Domaine Bousquet, quien además adelanta que tienen planes de expandir la superficie de viñedos, siempre en Gulatallary.
Hito 1: bodega líder de la revolución orgánica
La trayectoria de Domaine Bousquet se refleja en su liderazgo como la principal exportadora de «vino orgánico certificado» de Argentina, representando el 65% del volumen total de transacciones en esta categoría.
En efecto, según un informe sobre operaciones de Comercio Exterior de la consultora Market, Research & Technology, de cada 11 millones de litros que exporta la Argentina, 7 millones llevan el nombre de Domaine Bousquet.
«Creo que venimos marcando un camino en la industria. No solo por ser pioneros en Gualtallary, uno de los mejores terruños del país, y haciendo viticultura orgánica desde hace 25 años; sino que también somos la mayor bodega exportadora de la categoría de vino orgánico certificado de Argentina. Estamos presentes en más de 60 países y somos de las 10 mayores bodegas exportadoras a nivel general», agrega Anne, quien recuerda muy vívidamente cuando a principios del año 2000, con su marido y socio de la bodega, Labid Ameri, vieron lo que estaba sucediendo en Estados Unidos y en las cadenas de supermercados que se especializa en alimentos naturales y orgánicos: «Entendimos que era una tendencia que iba a crecer».
Anne Bousquet y Labid Ameri, en los viñedos que trabajan de manera orgánica hace 25 años
Y no se equivocaron. Uno de los primeros hitos para la bodega fue en 2006, cuando lograron su primer gran éxito comercial internacional al ganar la licitación del Monopolio del Estado para la venta de bebidas alcohólicas de Suecia.
Ese acuerdo comercial se consagró como la mayor y más promisoria adquisición de vino orgánico del país. En los años siguientes, la bodega consiguió tres licitaciones más, consolidando así su posición como proveedor principal.
«Fue tan importante esa operación que Suecia se fijó el objetivo de que la categoría de vino orgánico represente el 20% de todas las ventas para el año 2020», señala Anne.
Hito 2: primera bodega con certificación en Agricultura Regenerativa
La convicción de Domaine Bousquet hacia la sustentabilidad se tradujo en la certificación Regenerativa Orgánica (ROC), convirtiéndola en la primera bodega argentina en obtener esta distinción.
La agricultura regenerativa, enfocada en la salud del suelo, bienestar animal y equidad entre agricultores y trabajadores, representa un paso más hacia la preservación del medio ambiente.
Los viñedos certificados con prácticas orgánicas, regenerativas y biodinámicas buscan crear un ecosistema armonioso y nutritivo. Sobre este punto, Anne Bousquet destaca: «Nunca dejamos de aprender, porque nunca nos quedamos quietos. Nunca nos bastó con ser sólo orgánicos, porque entendemos que los suelos igualmente se debilitan y hay que devolverles lo que, con nuestra intervención, le vamos sacando, y aportarle más. La salud y vitalidad de nuestros suelos es una prioridad para nosotros».
Domaine Bousquet lidera las exportaciones de vinos orgánicos en Argentina
Por eso es que decidieron ir por el camino de la biodinamia. «Esto nos despertó nuevos horizontes y aprendizajes Y en ese camino conseguimos inaugurar en la Argentina la certificación en agricultura regenerativa ROC para la viticultura. Fuimos la primera del país, la única fuera de Estados Unidos entre las cuatro primeras bodegas en el mundo que recibieron este sello que garantiza que se cumple con los más altos estándares en salud del suelo, bienestar animal y equidad para los trabajadores».
«Nuestra mirada es de una sustentabilidad 360, buscando dar garantías de que lo que decimos se hace, por eso además de las certificaciones en nuestras prácticas agrícolas, tenemos el sello de Fair for Life y Empresa B Corp, entre otras», completa Anne.
En efecto: en diciembre de 2022, la bodega obtuvo la certificación Empresa B Corp, un reconocimiento a 25 años de compromiso no solo con el medio ambiente, sino también con una economía sostenible para las personas.
La presidenta y cofundadora de Domaine Bousquet destaca que, más allá del impacto ambiental, también es importante la sustentabilidad económica y pensar en el contexto social de la comunidad que los rodea.
«Es parte de nuestra historia, como pioneros nuestra empresa ayudó y ayuda mucho al desarrollo de Tupungato y su gente, por ejemplo. Cuando llegamos necesitamos formar equipos y nada mejor que trabajar con la gente de lugar. Nuestro equipo de enoturismo está conformado por tupungatinos el 100% y son el 75% de la totalidad de nuestros colaboradores», afirma.
En paralelo, la bodega trabaja en mejoras continuas para alcanzar la neutralización de emisiones de carbono para el año 2030.
Y como parte de esta visión estratégica y a largo plazo, en 2021 se unieron a la iniciativa de la Sustainable Wine Roundtable, de la cual son miembros fundadores.
«Es una coalición global formada por diferentes actores de la industria vitivinícola, unidos para que el sector sea un líder en sustentabilidad a nivel mundial y así fortalecer la acción a medida que aumentan los desafíos y consecuencias en torno al cambio climático. Nuestro deseo es que esta iniciativa se replique en el país», se entusiasma Anne.
«Nuestra mirada es de una sustentabilidad 360», afirma Anne Bousquet
Hito 3: mejor productor de vino tinto del mundo
Un dato clave es que la bodega ganó el «Trophy – Best of the Best» en la categoría «Productor de Vino Tinto 2023» que otorga el International Wine and Spirit Competition (IWSC).
Domaine Bousquet fue la única bodega argentina que representó al país entre todas las categorías que recibieron el mayor premio que otorga la competencia, elegidos entre 7 bodegas finalistas de diferentes países productores que disputaron el Trofeo IWSC en la categoría «Productor de Vino Tinto 2023».
Además, en su reciente evaluación en Argentina, los vinos recibieron por parte de los jueces de IWSC un total de 11 medallas, con 3 de oro, 1 de plata y 7 de bronce, consolidando el estatus de la bodega.
«Nuestra meta es que Domaine Bousquet sea una empresa modelo en sustentabilidad para el mundo y que nuestros vinos sean sinónimo y referencia de ‘vinos orgánicos de alta gama y lujo’. Creemos que vamos en el camino correcto y el Trophy del IWSC a mejor ‘Productor de vino tinto 2023’ del mundo lo confirma. Este premio nos coloca en una nueva etapa», afirma Anne, quien recalca que el gran protagonista en estos 25 años de trayectoria sigue siendo el vino: «Nosotros siempre elaboramos vino argentino de calidad, con un buen precio y además orgánico. Esto último lo elegimos por convicción, no fue una estrategia de marketing, no había demanda para vino orgánico en ese momento, no era una tendencia».
Cuando se le pregunta a Rodrigo Serrano Alou, enólogo de Domaine Bousquet, qué diferencial encuentra un consumidor cuando descorcha un vino orgánico, no duda: «Hay una franqueza y una expresión de la fruta que es muy interesante y que invito a todo el mundo a poder disfrutar. Cada cual decidirá, según su paladar, si le gusta más o menos que un vino convencional. Lo que es seguro es que lo noto mucho en el día posterior: yo tomo un vino orgánico hoy y mañana tomo un vino convencional, al día siguiente lo voy a notar».
Gualtallary es un terroir excepcional, con muchas virtudes para tener los mejores vinos del país: la altitud y la diferencia de temperatura entre día y noche, que se da con mayor amplitud, y los suelos arenosos, pedregosos y pobres, son los mejores para la viña. Una de las claves para poder controlar mejor la calidad de la uva son las bajas precipitaciones, porque eso permite administrar el agua en los viñedos.
Ahora bien, ¿qué es lo más desafiante de llevar adelante un viñedo orgánico? Sobre este punto, Rodrigo Serrano Alou advierte que es una pregunta difícil «porque no es solamente desafiante llevar un vino orgánico, es desafiante llevar un viñedo, por empezar… y más desafiante aún es llevar adelante un viñedo en medio de un desierto como es Mendoza. Esa característica y clima invita a ser orgánico y eso es una es una gran noticia. Pero por supuesto que hay un montón de desafíos y el primero es el agua. Tenemos que ser muy eficientes y ser muy conscientes de que estamos en el medio de un desierto y hay una crisis hídrica de los últimos 10 años que no ayuda, pero con sistemas tecnificados a las claras están los buenos resultados».
Rodrigo Serrano Alou, enólogo de Domaine Bousquet
«Respecto a todo lo que sea orgánico propiamente dicho, tenemos tres puntos con los que nosotros lidiamos que son: plagas, manejo de cobertura vegetal del suelo y fertilización. Por supuesto que esto se engloba en todo lo que son las prácticas regenerativas y biodinámicas que realizamos y con las cuales seguimos aprendiendo y entendiendo cómo son los procesos naturales con el manejo de cobertura, el compostaje y manejo de nutrientes con un ecosistema», completa el experto.
En paralelo, Irma Remigio, coordinadora de Medioambiente y Gestión de Biodinámica de Domaine Bousquet, destaca que sus viñedos no sólo son orgánicos, sino que también tienen certificación biodinámica y regenerativa.
«Entonces, en un principio, el mayor desafío es convivir con las hierbas más invasivas, ya que no se usan herbicidas. Nuestra respuesta para estos problemas es que todos as prácticas que se realizan son en pos del incremento de biodiversidad para generar el equilibrio y resiliencia de nuestro ecosistema», detalla.
«Esta resiliencia, generada por la biodiversidad, sumada a insumos únicamente orgánicos siempre fueron suficientes para el mantenimiento de la sanidad de nuestras plantas, ya que dificulta la proliferación de patógenos. Por último, el manejo que realizamos de nuestros suelos en que no realizamos labranzas y hay un mantenimiento de cobertura de hierbas espontáneas y sembradas, es también es la gran jugada para la convivencia con las hormigas. Ya que teniendo biomasa/alimento abajo, suben menos a la viña», completa Irma Remigio.
El mundo demanda más vinos sustentables
Desde Domaine Bousquet destacan que, desde la pandemia, la tendencia por consumir vinos de bodegas con más compromiso con el medioambiente se está acelerando en todos los mercados internacionales y también en el argentino. Fue un punto de inflexión en el que se ha despertado otra conciencia.
Los viñedos de Domaine Bousquet son orgánicos y cuentan con certificación biodinámica y regenerativa
«Estamos viviendo momentos de cambios en el consumo, hacia productos más saludables, con un consumidor que se pregunta sobre los ingredientes, la procedencia y la forma en que fue elaborado; si se respeta a los animales, por ejemplo. Y los jóvenes son motor en este cambio, ellos se fijan en estas cosas. Es una generación que vive en un mundo diferente al mío de cuando tenía 20 años. Ellos son más conscientes de los problemas ambientales, vivieron la pandemia y se dan cuenta de que el clima es importante», reflexiona Anne Bousquet, quien recalca que más allá de tendencias, «en el futuro va a ser importante para la industria demostrar que se trabaja bajo prácticas orgánicas y sustentables».
Domaine Bousquet está cumpliendo 25 años de agricultura orgánica: ¿cómo imaginan que serán los próximos 25 años? Anne Bousquet no duda al responder: «¡Cada vez más sustentables y ser referentes en calidad!».
Acto seguido, adelanta que tienen dos grandes objetivos: «Uno de ellos es ser una empresa modelo, nuestras certificaciones son una muestra de ello. En este momento estamos haciendo un gran trabajo con nuestros equipos para lograr mejoras de nuestros procesos sustentables. El otro, es potenciar todo el trabajo que venimos haciendo en Gualtallary, el mejor terroir de Mendoza. Por eso hemos encarado un estudio exhaustivo de los suelos y las parcelas de nuestra finca, porque vamos en camino de crecer en la elaboración de vinos súper premium para inaugurar nuestra División Luxury».