Fuente: La Voz ~ El formato del “wine bar” ofrece probar varias opciones de vinos en pequeñas cantidades. Qué lugares en Córdoba ofrecen esta modalidad.
Tomar vinos diferentes al mismo tiempo se ha convertido en una nueva forma de compartir buenos momentos con amigos. Acompañando la variedad de vinos y la curiosidad de los comensales, el vino empezó a proponer nuevas formas de disfrutar y aprender.
Los bares de vino o wine bars que han abierto en Córdoba proponen experiencias para relacionarse con vinos diferentes al mismo tiempo. Un mundo fascinante y complejo, lleno de senderos por los que transitar diferentes pruebas sensoriales.
La mejor manera de aprender y comprender el vino es comparando. Eso exigiría un enorme gasto económico y un buen pulso estomacal para soportar abrir varias botellas al mismo tiempo. La solución está en tomar vino en copa, versión vinícola de la cerveza tirada, para poder probar vinos diferentes y ahondar en la diversidad y también combinar con algo rico en el plato.
Si a esto le sumamos que los bares de vino organizan catas con la presencia de un sommelier que dirige la degustación y contesta todas las preguntas necesarias, tenemos un evento que conjuga placer y saber en un ambiente ameno y distendido.
Los bares de vino no son clases técnicas, sino espacios lúdicos en donde el que quiere puede aprender un poco más y el que no, simplemente disfruta recargando su copa con vinos diversos.
Oferta creciente para probar varios vinos
Hay varios lugares en Córdoba en los que la estrella es el vino, siempre acompañado por alguna picada o un buen plato de acuerdo al día y la hora, pero nada le quita el estrellato al vino.
Uno de los pioneros en divulgar las virtudes del vino por copa es Bodegán, un muy cuidado bar y restaurante sobre la calle Tejeda al 4500, Cerro de las Rosas, que además tiene el atractivo de que en el fondo están las salas de Microteatro. Allí se ofrecen obras de teatro de 15 minutos, lo que lo convierte en una excusa perfecta para tomar vino en copa ya sea antes o después de la función.
Bodegán cuenta con varias virtudes muy apropiadas para disfrutar con amigos, porque tiene una novedosa máquina Winedream de origen italiano en la que cada comensal puede servirse por copa el vino que prefiera.
Hay unos 20 vinos disponibles, de vinos tranquilos a otros de alta gama, con la ventaja de que uno puede empezar tomando uno blanco o un rosado mientras espera la entrada. Luego puede ir probando las demás opciones.
La máquina funciona con un sistema de vacío que permite que el vino permanezca en la botella mucho tiempo sin degradarse. En la caja se pide una tarjeta, se elige la cantidad que se quiere en la copa y cada uno se sirve.
Shaira Chavero es la sommelier encargada y comenta que han tenido un éxito fenomenal con este sistema que permite probar varios vinos a elección y combinarlos a gusto, ya sea con la comida o simplemente como una juntada. “Es cada vez más común ver amigos que vienen a la tardecita para aprovechar la terraza y sentarse a tomar un vinito”, dice.
Con o sin etiquetas, lo importante es disfrutar
Si de originalidad se trata, la propuesta de Anónimo Wine Club es la mejor manera de probarse a uno mismo cuánto se sabe realmente de vinos. Ya sea para novatos o para curtidos bebedores, la propuesta de Mateo Ponce León y Eliana Flores es emocionante. Porque en este bar de Lamarca al 4100, Urca) el vino se sirve en botellas sin etiqueta: se puede saber que es un vino blanco, rosado o tinto, pero nada se sabe de la bodega. Uno lo disfruta y juega con adivinar qué se está tomando.
Es un divertido y sensual juego acompañado por una cocina de porciones generosas, con buenas carnes asadas en ocasiones especiales y un servicio que se amplió hacia el café de calidad.
Mostrar vinos sin etiquetas nació al observar los pizarrones de los bares de cerveza en los que la propuesta se basa en el tipo y no en la marca. Así surgió la idea de hacer algo así con los vinos en donde el comensal no está sugestionado por el nombre de la bodega. Para que también los pequeños productores y las etiquetas menos conocidas tengan presencia, desarrollaron la idea de presentar los vinos por varietal con mínimas informaciones, buscando calidad antes que marca.
“Compramos las botellas y les sacamos las etiquetas una por una, esta experiencia nos da la instancia del juego, siempre decimos la cepa, pero no la bodega”, cuenta Mateo.
Apartamento
Otro lugar en el que se puede experimentar con el vino por copa es Apartamento. Ahora, el histórico lugar de Güemes ha sumado con frecuencia casi semanal la “Cata para curiosos”, un espacio dedicado al vino con la guía de la sommelier Agustina Rodríguez. Ella propone un momento de aproximación descontracturado y atractivo para todos aquellos que quieren juntarse a tomar vinos diferentes y pasarla bien.
“Tengo grupos que vienen siempre, no fallan nunca. Incluso hay algunos que vienen solos, se juntan en la mesa y se hacen amigos tomando vino” cuenta Agustina.
La idea es generar una identificación con lo que están tomando. Así nació este espacio en el que la degustación está acompañada por la presentación de cada vino cuidadosamente seleccionado por criterios diversos, lo cual permite jugar con la avidez de los comensales.
Una tendencia en alza
Varios lugares están sumando experiencias dedicadas al vino por copas tratando de animar al público a diferenciarlas y a probarlas en diversos horarios: por la mañana, como los españoles; a la tarde, como los franceses, antes de comer o de salir.
Todo vale a la hora de probar una copita de un rico vino. Otra experiencia apasionante se puede vivir en Studio Theater, donde Franco Srur arma un escenario perfecto para presentar un viaje por los vinos de Córdoba. Con la presentación de Roberto Colmenarejo, la variedad y calidad de los vinos cordobeses ilumina los caminos para abrir los paladares. Prometen organizar pronto otras degustaciones.
Galo en Nueva Córdoba y en zona sur es otra opción que tiene vino por copas, con el agregado de que ofrece una vinoteca en la que comprar los vinos que más gustaron. Lo mismo que Vinífera en Guemes, en donde Juan Vaccalluzzo ofrece catas guiadas y charlas sobre vinos.
Los bares de vinos proponen un incentivo maravilloso. La variedad de experiencias es infinita. Basta probar y animarse, sacarse los escrúpulos y dejar salir lo mejor del placer del vino en una copita probando para ampliar el mundo de los sabores y los aromas disponibles.