Fuente: Clarín Gourmet by Daniela Gutierrez – Para quienes huyen de los circuitos superpoblados de gente donde además siempre es difícil estacionar, barrios como Villa Pueyrredón son un oasis porque conjugan tranquilidad y buena gastronomía. Todo un valor agregado que le permite competir con sus prolíficos vecinos.
Algunas de las propuestas más interesantes e innovadoras de este barrio porteño son una panadería que trabaja la masa madre y los laminados, un café de especialidad, una cantina italiana que sirve pastas sabrosas y un neo bodegón con porciones ricas y abundantes. Un recorrido para saber qué comer, beber y comprar en cada una.
Restaurantes y otras joyitas gastronómicas de Villa Pueyrredón
Villa, fábrica de pan
En Villa venden panes de masa madre y panificados de calidad.
En la esquina de Artigas y Cabezón, a metros de la estación del tren Mitre, está Villa. Esta panadería, que abrió en plena pandemia, llegó para traer nuevas propuestas en su rubro a un barrio muy tradicional. “Somos una panadería de barrio pero con una reversión de producto”, explica Pedro Díaz Flores, socio y director del grupo Abridor, los actuales dueños del lugar.
Antes de que el grupo tomara el mando, hubo otra administración que, aunque con la misma propuesta, no supo entender los ritmos del barrio. “Lo que hicimos fue ordenar lo que ya había y abrir en los horarios tradicionales que el barrio exigía”, explica Juan Pedro. “Conocía el barrio y sé que maneja otro ritmo. La gente compra en su comercio de cercanía. Todavía no le llegó la vorágine de otros barrios”, señala. Las medialunas de Villa.
En Villa hay varios protagonistas. Uno de ellos es el pan. Se compran por piezas y en versiones de molde, de campo, brioche o integral. También hay felipes y flautitas, todos realizados con masa madre y con una fermentación de 48 horas.
Las medialunas son enormes, bien esponjosas, aireadas y con una costra bien crocante ($ 480 cada una). Son para llevar por unidad. Los fines de semana también hacen vigilantes con mucho membrillo y una crema pastelera que deberían vender en frascos. Suele haber también tortitas negras ($ 480) y miguelitos rellenos de dulce de leche. Villa, a pasos de la estación del tren.
Los laminados son de calidad. Las palmeritas y el rol de canela ($ 550) suelen irse rápido cuando las ofrecen. También hay alfajores ($ 600), chipá ($ 500), budines, cookies ($ 650 la porción) y, para acompañar todo esto, cafetería. Algunos sábados hacen pizzas estilo napolitana. Hay que estar atentos. Los laminados de Villa son de calidad.
Allí, en sus hornos, no sólo se elaboran productos para vender en su local, su expertise en panificados también les permite producir para locales de renombre como el restaurante en auge como Piedra Pasillo o Fifí.
Villa. José León Cabezón 2498. Martes a domingos de 9 a 19 hs. Instagram: @villafabricadepan
La despensa de Aurora
La Despensa de Aurora, un bodegón imperdible.
Este bodegón recibe a sus comensales con una pintoresca ambientación. Hay latas de galletitas colgando de sus pares, una bicicleta antigua y platos de losa. Los vinos se guardan en una heladera Siam que data de 1935.
Desde 2019 Sathya Pintos está a cargo del lugar. Su anterior dueño tenía “La Despensa” pero no tenía buena reputación ni era querido por sus vecinos por eso se le agregó el “de Aurora” para diferenciarse, aclara Sathya.
En la semana el lugar está tranquilo, tiene espacio adentro, en la vereda y una linda terraza con barra para disfrutar de ricos tragos y vermús. Los fines de semana hay que ir con paciencia porque el lugar se llena. Trabajan con reservas pero solo para el primer turno, para los que quieran comer un poco más tarde no les queda otra que ir y esperar. La Despensa de Aurora se destaca por la parrilla y sus platos abundantes.
Para arrancar hay empanadas fritas ($ 500) “las empanadas son fritas o nada”, sentencia Sathya. También bastoncitos de mozzarella ($ 2.100) o las entradas de parrilla como las mollejas de corazón o la provoleta Aurora que se sirve con rúcula, cebolla caramelizada, jamón, huevo a la plancha y morrón a la parrilla ($ 2.800).
Los platos a los brasas se destacan y se pueden elegir los cortes tradicionales como bife de chorizo, asado banderita o vacío o pedir una parrillada que incluye chorizo, morcilla, pechito de cerdo, asado, vacío y guarnición ($ 10.500 para 2 o 3 personas).
Esta misma opción para 4 o 5 comensales trae también mollejas, entrañas y muslitos ($ 13.500). Las pastas son artesanales y recomiendan probar los agnolotis de roast beef. Este relleno se cocina al Malbec durante 4 o 5 horas ($ 3.300 la porción). También hay ñoquis y canelones de verdura. El flan de La Despensa de Aurora es para 3 o 4 personas.
Mención especial merece el flan. Que si bien escapa a la técnica que exigen los grandes cocineros (porque tiene muchos agujeritos) resulta ser una tremenda porción, muy sabrosa, que permite ser cuchareada entre 3 o 4 ($2.900).
Vale aclarar que este restaurante está en la zona fronteriza con Devoto pero por la onda del lugar y del área los vecinos lo asimilan a Villa Pueyrredón.
La Despensa de Aurora. Griveo 3501. De domingo a lunes de 12 a 15.30 y de 20 a 23.30 hs. Instagram: @ladespensadeaurora
Renatto
Renatto se especializa en comida italiana.
Villa Pueyrredón goza de plazas grandes, lindas y bien cuidadas. Frente a una de ellas, la Martín Rodriguez, está Renatto, una pequeña cantina italiana comandada por el chef Paolo Spertino. El local es pequeño pero acogedor y posee una hermosa vista al espacio verde.
Paolo es oriundo de Savona, Liguria (Italia). Comenzó su experiencia gastronómica en su pueblo natal, donde heredó la pasión por los fuegos de su abuela a la que veía cocinar los domingos para toda la familia. Vino al país atraído por Sonia, su mujer, con quien en 2012 abrió su propio local.
“Elegimos Villa Pueyrredón porque vivíamos en Villa Urquiza y buscábamos un lugar tranquilo, con mucho verde y lejos del quilombo”, señala Paolo. El barrio los adoptó, el local suele llenarse y los fines de semana hay cola para sentarse a probar las pastas hechas en casa. La provoleta de Renatto en Villa Pueyrredón.
La carta se compone de recetas tradicionales, especialidades típicas con pescados y mariscos, risottos, todo elaborado con productos de primera calidad. Esa es la fórmula elegida por el chef – y que tan bien le funcionó- hace más de una década. El plato más venido en Renatto es el risotto de mar.
Los platos para comenzar la experiencia son varios, pero los que no hay que dejar de probar son la provola e funghi, una provoleta de queso semi estacionado grillada con hongos ($ 1.890) y la burrata en todas sus versiones.
Dentro de los principales, el risotto de mar es el plato que sus clientes más eligen. Paolo lo prepara con arroz carnaroli, langostinos, calamares, vieiras , mejillones, almejas ( $ 4.890). “Nuestra cocina arranca con las preparaciones de los caldos, base para los platos de nuestro menú”, explica. El salón de Renatto en Villa Pueyrredón.
Las opciones de pastas que más se destacan son los casarecce -una pasta corta similar al fucile ($ 3.490) que se sirve con salsa de hongos y quesos-, los fetuccine con ragout de cordero ($ 3.490) y los ravioles rellenos de pescado ($ 3.900).
Para el postre hay tiramisú, cannoli, panna cotta y una imperdible sfogliatella. Para aquellos que quieran terminar con una crema helada del estilo italiano, pueden hacer unos pasos hasta la gelatería de Paolo sobre la misma cuadra. Allí el helado de pistacho es protagonista.
Renatto. Pareja 3050. Martes a Jueves 20 a 24. Viernes y Sábado 12 a 24. Domingos de 12 a 17 hs. Instagram: @renattocucina.
Bolivia Expresso
Expresso Bolivia, café de especialidad en Villa Pueyrredón.
El café de especialidad, a diferencia de otros barrios, en Villa Pueyrredón no abunda. Por eso la llegada de Bolivia Expresso fue toda una revolución para el barrio. Homero y Theo no sabían a qué se enfrentaban cuando decidieron -motivados por la disponibilidad del local- aparecer en una de las esquinas más icónicas del barrio.
Este café se ubica donde convergen la calle Bolivia, Cabezón, la plaza Gianantonio y la estación del tren. Por eso, la vista es inmejorable, hay verde por todos lados y mucha actividad -dentro del ritmo del barrio- todos los días.
Estos socios son amigos de nacimiento y Theo, además de ser barista cuenta con la experiencia de su familia que tiene el restaurante Cortázar en Agronomía. “Desde siempre quisimos hacer algo juntos pero la idea iba cambiando, solo teníamos en claro que tenía que tener algo que ver con los placeres”, explican. El local de Expresso Bolivia en Villa Pueyrredón.
Así encontraron el local y, luego de 3 meses de obra, en septiembre de 2022 abrieron. Allí sirven café de Coffee Town, un blend de granos de Guatemala y Brasil. Es suave, con presencia de chocolate y caramelo: “Buscamos un sabor mediano para no asustar al barrio”. Sirven las versiones más modernas como el latte ($ 660) o flat white ($ 650). Pero también ofrecen las clásicas como café con leche ($ 600) o cortado ($ 450).
Para acompañarlo hay pastelería muy sabrosa y elaborada in situ. Se destaca el carrot cake ($ 780) y la torta húmeda de chocolate con frutos rojos ($ 990). También medialunas($ 230), alfajores -el de pistaccio merece mención especial- y budines. Para almorzar sirven avocado toast, tostados, huevos revueltos, bowls, ensaladas y la tosta orgánica con hummus de remolacha, palta, oliva y miel ($ 1.375).
Bolivia Expresso. Bolivia 5100. Martes y miércoles de 9 a 19. Jueves y viernes de 9 a 20. Sábados y domingos 10 a 20 hs. Instagram: @expresso.bolivia
Bonus track: La panadería La Flor de Pueyrredón
La Flor de Pueyrredón, la panadería de comprar el más exquisito pan de viena.
En este local no se puede comer pero sí comprar pan para preparar en casa. Están desde 1945 pero en 2004 se transformó en una panadería que solo vende panes de Viena. Sí, no hacen otro producto que no sean panes para hamburguesas, panchos y pebetes.
Entre sus clientes tienen empresas de eventos, foodtrucks, hamburgueserías y pancherías de gran éxito como Los Panchitos del Sol en microcentro y el famoso Pancho 46 de Villa Maipú, al que abastecen dos veces por día con sus panes.
¿Qué tiene de especial este pan? Todo, su textura es suave, esponjosa, acaricia el paladar y mejora cualquier sandwich. “Lo hacemos con la mejor harina, la que se usa para exportar. Además usamos un óleo especial que le otorga sabor y humedad”, cuenta Alejandra Crohare, dueña del lugar y tercera generación en la panadería. La esquina donde funciona la tradicional panadería La Flor de Pueyrredón.
La metodología para comprarlos consiste en encargarlos con 24 horas de antelación a su teléfono de línea. Al día siguiente se retiran por el local, no hacen envíos y no suelen tener stock.
La Flor de Pueyrredón. Escobar 2399, Villa Pueyrredón. Tel: 4572-4376. Instagram: @laflordepueyrredon.
muy bueno promocionar otros sitios,