Fuente: La Nación ~ La lista de ingredientes es larga, pero desde hace un tiempo no dejan de aparecer emprendimientos de viandas, que se publicitan vía Instagram, por una serie de razones. Las de siempre tienen que ver con la falta de tiempo para cocinarse o la necesidad de hacer dieta para bajar de peso o cuidar la salud. Eso, en primer lugar, pero también se
sumaron a la demanda los vegetarianos o veganos que ven limitado lo que pueden hacerse de comer o los que evitan los hidratos de carbono y llenan su dieta de proteínas. Y la última ola: el público que no quiere alimentos ultraprocesados y los que buscan verduras y frutas libres de agrotóxicos.
Un mercado vasto y la oferta también, desde viandas con el sello de confianza de reconocidos nutricionistas, como Máximo Ravenna y Alberto Cormillot, hasta profesionales menos conocidos que vieron la veta comercial más allá del trabajo en el consultorio.
Sebastián Wainstein, encargado general de Viandas Nutra (las de Ravenna), puntualizó que ellos se dedican al mercado de las viandas light. «Las de Ravenna fueron de las primeras y por eso tuvieron mucho éxito y se expandieron. Hoy hay más competencia, pero el nombre es un respaldo y un diferencial por el cual muchos pagan el costo extra frente a otras», explicó. Según la web, una vianda con su caldo cuesta $175 y el pack de 14 viandas más 14 caldos, $2300. Y en noviembre (último dato mensual disponible) vendieron 27.551 viandas.
Sobre la actualidad del negocio, dijo que se nota una baja en el consumo por la crisis, pero aun así las viandas son una tendencia importante. «Estacionalmente este es el período más bajo. La demanda fuerte empieza entre fines de febrero y comienzos de marzo hasta mayo, y en junio-julio cae, repunta entre agosto y noviembre, y en diciembre y enero cae muy fuerte», detalló. Su pico en 2018 fue en agosto con 31.000 viandas vendidas.
«Las viandas Nutra están en el mercado desde hace más de 15 años. Al principio la demanda fue explosiva, según la estadística de pedidos, y ahora está más equilibrada con los competidores», confesó y dijo que, más allá de quienes buscan adelgazar, muchos se acercan porque no quieren cocinar y buscan practicidad y comodidad. «En el local de Tribunales tenemos muchas ventas por los chicos de la facultad. La realidad es que no se gasta mucho más y se llevan las viandas para calentarlas a la noche. Con la crisis hubo un reemplazo en la compra de viandas, pero aun así las ventas están estables», agregó.
Santiago Favaro es nutricionista y dueño de Viandas Naturales, un emprendimiento que ya tiene diez años y apunta no solo a controlar calorías, sino a mejorar la alimentación.
«Usamos cereales integrales, legumbres, un 50% de verduras y nada refinado. La idea es mejorar la calidad de la dieta y eso puede ir acompañado o no de controlar las calorías. La idea es proveer una alimentación más sana con aporte nutricional. Tenés porciones para controlar el peso, opciones veganas/vegetarianas, packs proteicos para disminuir el consumo de hidratos de carbono o reemplazarlos por más complejos, y estamos haciendo una adaptación con nuestros proveedores para tener verduras agroecológicas porque es una demanda que está creciendo», describió y sumó que también es tendencia disminuir el consumo de los alimentos ultraprocesados y las viandas son una forma de
colaborar con los que no pueden cocinar así.
Tienen dos tipos de viandas: las de 300 calorías para descenso de peso y las de 500 calorías para control. El mínimo son 10 comidas. Las diez de 300 calorías cuestan $1380 y las diez de 500, $1550, y si no está el pack de 14 viandas (las de 300 calorías están $1750 y las de 500, $1990).
«Crecimos en ventas todos los años menos este que hubo recesión. Pero en los anteriores, el crecimiento fue exponencial. Por año crecimos en promedio un 20% en cantidad de pedidos. Por mes repartimos unas 2600 viandas, entre 250-300 clientes», graficó.
Otra de las opciones que ofrecen son los alimentos fermentados: panes con masa madre, queso de semillas y nuevos alimentos que aportan probióticos y agroecológicos. «Si uno quiere crecer como negocio hay que ir por ahí: los que quieren una mejor alimentación. Después están los que solo buscan adelgazar. Yo que soy nutricionista apunto a lo que son los alimentos reales, la movida real food», opinó.
Y más acá en el tiempo, en febrero de 2016, nació Darr Viandas, de la nutricionista Fiorella Vitelli, que vio cómo un problema que tenían sus pacientes podía convertirse en una nueva fuente de ingresos.
«Mi abordaje nutricional no es convencional y eso, sumado a que lo que cobraba por mi trabajo no se ajustaba a mis expectativas, hizo que quisiera abrir mi propio negocio y apareció la idea de las viandas, porque veía que muchas de las dificultades para bajar de peso estaban relacionadas con la falta de tiempo para cocinarse», contó.
Y así empezó levantándose a las cuatro de la mañana para hacer las compras en el mercado de Beccar en busca de precios y calidad, luego cocinaba en Pilar y entregaba en Avellaneda a sus primeros clientes, que fueron el personal del depósito de la fábrica de su tío. El paso siguiente fue conseguir cocineras y hoy tiene una planta elaboradora en Villa Martelli.
«Mi abordaje es la alimentación inteligente para optimizar los recursos del cerebro. En la propuesta hay bastante de pescado, huevo y semillas, la variedad vegetariana y la vianda baja en hidratos de carbono», detalló. Todas estas opciones vienen en dos versiones: la estándar de 400 gramos y la destinada a deportistas de 600 gramos. Las
siete viandas de 400 gramos salen $1365 y las diez, $1850. Actualmente vende unas 500 viandas por semana.