Fuente: Mundovoz ~ Una buena noticia llegó en estos días desde Londres, Inglaterra y es que una mermelada hecha en Mendoza había sido distinguida en el célebre Concurso Mundial de Mermeladas originales, conocidos como premios Artisan y B & B.
Dulce Flor ganó con su Mermelada de pomelo con pétalos de rosa y en el evento impresionó a los jueces con su apariencia, color, consistencia, aroma y sabor.
La delicatessen mendocina es llevada adelante por María Fernanda Piffaretti, quien es la dueña de Dulce Flor. Es diseñadora industrial y profesora adscripta en la cátedra Diseño y Territorio de la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo. Además estudió gastronomía en el Instituto Arrayanes. Es amante de la cocina y lleva varios años investigando y leyendo sobre flores orgánicas comestibles.
Fernanda comentó que “estamos muy contentos de haber ganado este premio en el marco de una competencia mundial muy importante. Hace cuatro años que venimos haciendo nuestra mermelada y nuestros clientes siempre nos han dicho que es una de las mejores mermeladas que jamás hayan probado”.
¿Cómo nació el dulce?
“En mi infancia mi abuela me daba pétalos de rosas para comer a modo de premio o cuando la visitaba. Recuerdo su bol con pétalos de rosas secos, en algún lugar de mi cabeza quedó eso”, evoca Fernanda. Ese gusto ahora se convirtió en un prometedor emprendimiento gastronómico y es parte de una tendencia que crece y que suma cada vez más adeptos.
Hace cinco años, Fernanda comenzó a probar la elaboración de dulces con flores. Empezó cultivando sus primeros rosales, asegurándose de que no tuviesen pesticidas. Tras varios años de pruebas, con asesoramientos y aprobación del Programa Incubadora de Empresas y la Facultad de Ciencias Agrarias, llegó al Ministerio de Industrias y obtuvo un subsidio, que le permitió comprar diferentes elementos y comenzar el mentado proyecto. Desde hace menos de un año, sus dulces están autorizados para ser comercializados.
Elaboración
Los ingredientes de este dulce natural son pétalos, frutas y azúcar. No contienen aditivo ni gelatinas. La rosa se cosecha cuando ya está bien abierta. Con el jazmín no sucede lo mismo: se cosecha apenas florece, ya que de otro modo se pone marrón y cambia el aspecto del dulce.
Se utilizan los pétalos frescos y los que no, se secan y se conservan para la época en que no hay floración. Estos se colocan en bandejas cubiertas con papel tisú y deben estar a oscuras para que no se enrarezca su color. En función de la cantidad de pétalos que se puedan cosechar es la cantidad que se logra producir. Luego de obtener los pétalos se trozan junto con las frutas y pasan por unas horas de maridajes para que los sabores se suelten. En la cocción viene una segunda etapa, donde se hace una especie de pulpa y se agregan más pétalos. Finalizada la cocción, se envasan y se pasteurizan para prolongar la vida útil de este producto totalmente natural.
Actualmente, Fernanda elabora seis tipos de mermeladas, con rosas rojas, jazmines del cabo y azafranes. Se trata de recetas cuidadosamente elegidas y testeadas. Los gustos que incluyen pétalos de rosa van acompañados de pomelo, manzana, frutilla y uva malbec. El jazmín va con peras, y el azafrán, con mandarina.
Estas mermeladas pueden encontrarse en Sol y Vino Mendoza, LeRoro Cakes Buenos Aires, Bodega Lagarde, Shop Gallery Aeropuerto Mendoza, Shop Gallery Sheraton Mendoza, Bodega Decero, La Pausa, Shop Galería Aeroparque Buenos Aires.
La competencia
Los Premios a la Mermelada Original del Mundo se fundaron en 2005 para ayudar a preservar, cultivar y ampliar una de las más británicas de las costumbres: la fabricación de mermeladas.
El evento es de reconocimiento mundial y cuenta con el apoyo de empresas líderes como Fortnum & Mason, The Worshipful Company of Fruiterers y PaddingtonOso.
En 2019 se enviaron casi 3.000 frascos de mermelada desde países tan lejanos como Corea del Sur, Botswana, Japón, Australia, Líbano, Japón, Estados Unidos, Argentina, Senegal y Filipinas.