Un cocinero de La Matanza se luce entre los grandes chef con garrapiñadas que remontan a la infancia

Fuente: Clarín ~ El destino de éxito estaba escrito para Facundo Milanessi, un vecino de La Matanza que dejó su trabajo de oficina y se mudó de La Matanza al Sur argentino para iniciar un emprendimiento relacionado con lo que ama hacer: cocinar. Asi surgió «El Bocado», el peculiar nombre que les dio a sus garrapiñadas gourmet, que ya se vendieron afuera del pais e incluso son utilizadas por grandes chefs en sus recetas.

Facundo estudió Comercio Internacional en la UNLAM y se graduó con uno de los mejores promedios. Esa fue su manera de «cumplir con el mandato familiar», cuenta. Pero sabia que su pasión era otra y cuando tuvo la oportunidad decidió ir tras ese sueño: se anotó en la carrera de gastronomía.

‘’En mi casa no me faltaba nada pero tampoco sobraba, así que había que meterle garra al estudio’’, asegura.

Esa fue su principal motivación para convertirse en el primer universitario de la familia. Pasó años en la cotidianidad de la oficina y el traje, hasta que un dia la consultora en la que trabajaba quebró.

Esa fue la señal que lo llevó a hablar con su esposa y decidir que era momento de empezar en un nuevo lugar, y si era posible con un delantal de cocinero como uniforme.

Facundo en su local que se encuentra a metros del centro, donde fabrica artesanalmente sus productos.
Facundo en su local que se encuentra a metros del centro, donde fabrica artesanalmente sus productos.

Al tener familia en el Sur, decidieron trasladarse a Villa La Angostura junto a sus tres hijos. El primer tiempo no fue fácil, vivían con ahorros y parte del sueldo que ganaba como heladero. «Trabajaba de lo que habia, porque no era yo solo, tenia que asegurar el bienestar de mis hijo», rememora. 

Una vez instalado, con un trabajo de docente de economia en un colegio de la zona, llegó la cuarentena y el momento de crear algo propio.

Así nació ‘’El Bocado’’, un proyecto que se concretó después de mucho esfuerzo. Para que se animara a intentarlo, tuvieron un rol central los más de 30 mil usuarios que siguen las recetas y tips que Facundo da en la red social Twitter.Y que impulsados por el cocinero, incorporan las garrapiñadas a sus platos.

Fueron muchos de esos admiradores que, después de seguir sus instrucciones para hacer garrapiñadas o preparar recetas con la golosina casera, quedaban tan conformes con el resultado que le empezaron a sugerir que las vendiera. Y les hizo caso.

Para el cocinero de Aldo Bonzi no era nuevo prepararles garrapiñadas a sus hijos y tampoco enviarlas a sus amigos, pero para dar el salto a un nivel más profesional, buscó asesoramiento.

Así se contactó con una sala de elaboración comunitaria de Villa Langostura, donde existe la posibilidad de inscribirse como productor y así someterse a controles bromatológicos que luego permiten vender los productos con aval oficial.

Las garrapiñadas son saladas y dulces, combina sabores como almendras, mani, girasol y nuez con ajo, mostaza y miel.
Las garrapiñadas son saladas y dulces, combina sabores como almendras, mani, girasol y nuez con ajo, mostaza y miel.

‘’Elegí la garrapiñada porque te lleva a todo lo lindo, te lleva a la infancia y te lleva a cuando eras chico e ibas a la calesita, eso es lo que tratamos de transmitir’’, explica. Pero más allá de lo tradicional, su éxito radica, justamente, en el giro que le dio a la versión de siempre. Empezó con sus versiones gourmet envasadas en base a maní, mostaza y miel o semillas de girasol, ajo y romero. Y las presentó en cajas de 6 ó 12 bolsitas. 

Entre los logros del emprendimiento, esta la instalación de su propio local a 200 metros del centro de Villa La Angosutra y la habilitación que le permite vender en todo el país y el exterior. Así, pudo cumplir con un sorpresivo que recibió desde Estados Unidos. Sucede que los manjares de Faciunto no sólo impactaron en el público, sino también en el mundo de la gastronomía de alto nivel, donde el nombre del cocinero de La Matanza y de El Bocado suenan cada veza más fuerte.

Junto a German Martitegui en el Cerro Bayo, en un evento en el que el reconocido chef, entre otros grandes, usaron las garrapiñadas de Facundo para preparar sus platos.
Junto a German Martitegui en el Cerro Bayo, en un evento en el que el reconocido chef, entre otros grandes, usaron las garrapiñadas de Facundo para preparar sus platos.

Hace unos meses ocurrió lo inesperado. Se organizo un evento dondechefs reconocidos estuvieronjunto a emprendedores locales, entre ellos Facundo.

Esa fue la oportunidad que tuvo para mostrar el sabor de sus garrapiñadas, que enamoraron a todos, a tal punto que German Martitegui y Damian Betular, dos consagrados cocineros, decidieron que sus creaciones eran perfectas para los platos que cocinaron en los tres dias que duró el evento. 

‘’Fue increible escucharlos decir que conocían mi nombre y lo que hacia, ahi entendí que en las elaboraciones transmito todo el amor que pongo a la hora de cocinar’’, dice Facundo, que cuida todos los detalles y aclara que procura no usar conservantes y apuesta a los sabores naturales en cada una de las bolsitas que lanza.

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