Fuente: Punto Biz ~ Es una tendencia que tiene años en otras ciudades del mundo, pero que a Rosario desembarcó como alternativa para quienes gerencian negocios gastronómicos y hoy por el coronavirus evitan invertir en un local a la calle con atención directa al cliente. Se trata del modelo “dark kitchen”, cocina que solo sirve como punto de salida para apps de envíos y que en Pichincha se pone a prueba con dos marcas de probado rendimiento: Rapanui y Sushi Pop.
El emprendimiento lleva la firma de la empresa rosarina Grupo 83, se llama Ghost Cookers y se montó en la zona de Alvear y Güemes, punto estratégico para cubrir los pedidos del distrito centro ofreciendo los chocolates de Bariloche Rapanui, incluidas las populares frambuesas bañadas “Franui” y los rolls de Sushi Pop, franquicia porteña que se está desplegando en el interior que le apuesta a hacer del sushi una propuesta más accesible que la competencia.
“Con instalaciones de primera línea y posibilidad de alquilar cocinas a terceros en el mediano plazo, apostamos a un desarrollo creciente de esta unidad de negocio, con vistas a llevar la marca tanto a Buenos Aires como a países extranjeros”, afirmó Gonzalo García Fradua, uno de los socios del proyecto, en contacto con Punto Biz.
La variante está impulsada por la dificultades que hoy acarrea hacer frente a un restaurante o bar, que producto de la pandemia tiene una capacidad más limitada que lo habitual y un horario también restringido. “Esta alternativa nos permite hacer una inversión más comedida, llevando a la casa del cliente productos de calidad con marcas disruptivas para la plaza local, pero evitando montar un local a la calle, con lo que representa en gastos de alquiler y personal”, explicó el empresario a cargo de Ghost Cookers.
La estrategia y las habilitaciones municipales les impiden incluso el take away, por lo que si el cliente quiere comer una pieza de sushi o busca un chocolate deberá descargar Rappi, que es la única app con la que operan las dos marcas en Rosario.
“Es una alternativa para seguir apostando a la gastronomía local, aún en el momento de mayor crisis de la historia de la misma”, indicó García Fradua. La prueba de fuego del emprendimiento fue el pasado fin de semana inicialmente con los productos de Rapanui. “Funcionó bien y esperamos que la preferencia de los usuarios siga creciendo”, sumó socios.