Fuente: Perfil – El restaurante ganador de una estrella Michelin, Trescha (de Tomás Treschanski) invitó a Javier Rodríguez de El papagayo (Córdoba) para preparar una propuesta especial.
Fue una noche especial, entre amigos. La excusa como siempre en Trescha (el restaurante galardonado con una estrella Michelin a cargo de Tomás Treschanski) fue comer y beber rico y vivir una experiencia única. Esta vez, desde Córdoba, llegó el chef Javier Rodríguez, dueño de El papagayo, el mejor restaurante de esa provincia que se encuentra en la lista Latin America’s 50 Best Restaurants 2023.
La fusión del expertise de ambos, los ingredientes de Córdoba y el caviar, que trajo exclusivamente Treschanki de su último viaje a Rusia, fueron protagonistas del menú de pasos.
Quién es quién
Tomás tiene 26 años y el año pasado, tras ganar experiencia en el exterior, volvió a Buenos Aires y abrió la gran apuesta del fine dining porteño: Trescha. Un restaurante ubicado en Villa Crespo para 10 comensales, con una barra en su entrada, un espacio para disfrutar de cócteles y bocados, y un enorme salón con dos cavas a la vista y una barra con cocina abierta. Tomás tiene en el primer piso un laboratorio de investigación culinaria. El año pasado cuando llegó la Guía Michelin a Buenos Aires y Mendoza, Trescha se llevó su estrella por este increíble restaurante.
Javier Rodríguez es dueño de El papagayo en la ciudad de Córdoba. El chef es santiagueñó, pero al terminar la escuela secundaria se mudó a Córdoba y allí comenzó con su carrera, que incluye trabajos en países como Singapur, Australia Inglaterra y Dinamarca. Además de El papagayo, abrió el restaurante Standard 69, la panadería Bakery 69 y El Papagayo Petit.
Fusión perfecta
Para esta ocasión, Trescha x el Papagayo, decidieron unir fuerzas, combinar sabores y llevar a cabo un menú que tenga la impronta de ambos chefs. Entre los platos más destacados del menú de pasos sirvieron Sashimi de lisa, ponzu de limones y pino limón, mondongo, salsa verde y caviar, surubí, vanilla, calamar y caviar y pato Pekín y membrillo. ¿Los postres? Cada uno sirvió el propio: desde El papagayo llegó un waffle de aceituna negra y su huevo con haba tonka, mientras que Tomás propuso chocolate y topinambur. Todos los pasos fueron maridados con vinos de bodega Luigi Bosca.