Fuente: Rosario Nuestro ~ María Elena Ledesma, Chef profesional y Técnica en Nutrición y Dietética explica de qué se trata este proceso donde se aprende a disfrutar de la comida aumentando la atención y la consciencia y eliminando los factores de estrés al momento de alimentarse.
En Argentina y en grandes ciudades del mundo, las personas no suelen darle importancia a la comida durante su día o, al menos, la mayoría no es consciente de estos momentos.
Este comportamiento se debe a que pasan largas jornadas de trabajo y las distintas actividades, ya sean laborales o no, le “comen” el día. En muchos casos, no almuerzan y si lo hacen es al lado de una computadora o a las 16hs cuando lograron parar luego de una mañana interminable de trabajo. Estos malos hábitos llevan al individuo a no ser consciente de las distintas comidas que se incluyen en el día como el almuerzo o la cena.
En este último la persona llega a su casa luego de un día cargado y lleno de emociones como estrés, ansiedad, angustia lo que hace que seguramente tenga hambre emocional y no sea consciente de su alimentación.
Como consecuencia de esta problemática y varias más nace el Mindful Eating, un programa que le enseña a las personas a comer saludablemente sin prohibir alimentos e invitando al participante a escuchar su cuerpo y sus emociones. Es un proceso donde se aprende a disfrutar de la comida aumentando la atención y la consciencia y eliminando los factores de estrés al momento de alimentarse.
El programa fue originado en la Universidad de San Diego, USA, y tiene sus bases en el mindfulness, el zen y la psicología, que se integran con la alimentación intuitiva, educación sensorial, y prácticas del yoga y meditaciones.
En este nuevo camino, las personas dejan de preocuparse por la cantidad para ver la calidad de los productos. Tiene que ver con ser conscientes de nuestro cuerpo al momento de comer y analizar si estamos comiendo por necesidad, porque lo pide nuestro estómago, o estamos comiendo a través de nuestras emociones, por ejemplo, cuando estamos ansiosos, tristes, aburridos, etc. Dentro del Mindful Eating hay distintas técnicas que se utilizan para descubrir nuestras emociones y disfrutar nuestra alimentación. Es un proceso de re-aprendizaje sensorial que se hace con ejercicios específicos para re-educar la mente y los sentidos. No se relaciona para nada con un aprendizaje teórico sino que el aprendizaje es vivencial e implica compasión, meditación, y sobre todo, aprender a disfrutar de la comida.
Ventajas del Mindful Eating
Aprenderás a escuchar las señales de tu cuerpo, para reconocer qué, cuánto, cuándo y cómo comer.
Despertarás tus sentidos, aprendiendo a disfrutar la comida de una manera nueva y satisfactoria.
Podrás decodificar tus pensamientos y emociones frente a la comida.
Elimina el sentimiento de culpa con respecto a los alimentos que hay que comer.
Liberación de las dietas.
Brinda herramientas prácticas para “resetear” conductas automáticas y pensamientos autodestructivos.
La persona aprende a comer conscientemente y refuerza la auto-aceptación y auto-cuidado.
Es muy útil para patologías que requieren de una alimentación especial, como diabetes, celiaquía, intolerancias, etc., porque les ayuda a entender los cambios alimentarios y a adaptar el paladar a sabores nuevos.
El programa de Mindful Eating se dirige a personas que quieran mejorar sus hábitos alimentarios desde niños, adolescentes hasta adultos pero también se utiliza como complemento en el tratamiento de personas con obesidad y/o trastornos alimentarios, como atracones, bulimia, anorexia, ortorexia. Lo pueden hacer personas a las cuales les recetaron una alimentación especial y no saben cómo llevarla a la práctica.