Fuente: Ambito ~ Es una de las zonas críticas de la gastronomía. Muchos no cuentan con mesas al aire libre y algunos aún ni siquiera abrieron.
Sin turistas ni oficinistas, los restaurantes ubicados en el centro porteño perdieron a sus principales comensales. Sumado a eso, muchos de ellos no cuentan con espacios al aire libre, lo que hace que estén pasando por momentos críticos.
“Hay zonas muy complicadas, como micro y macrocentro que prácticamente no tienen movilidad de gente”, aseguró Ariel Amoroso, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC). “Hoy la facturación de los restaurantes en general está en torno al 40%, aunque los más tradicionales o aquellos que no tienen aire libre apenas alcanzan el 20%”, aseguró.
Por otro lado, ante la falta de comensales en la zona, hay muchos que todavía ni siquiera abrieron ya que hacerlo implica ir a pérdida. El microcentro, sufrió un golpe devastador desde principio de la cuarentena: al no ser residencial ni tener a las empresas trabajando vieron caer las persianas en más de una ocasión.
Al respecto, Amoroso sostuvo que de cara al verano se vienen meses más complicados para los gastronómicos y que temen que aumenten los cierres definitivos. “Se vienen meses difíciles para la gastronomía, puede llegar a haber una segunda oleada de quiebras”, aseguró. ¿Por qué se auguran estos meses críticos?. Por un lado, la finalización del programa ATP para fin de año ya genera temores debido a que hoy es una ayuda fundamental para sostener las fuentes de trabajo. Actualmente, el sector considerado crítico, es uno de los pocos que continúa recibiendo el aporte. Por otro lado, se vence en febrero la eximición del pago de Ingresos Brutos y llegan las vacaciones, por lo que la duda está en sí impactará negativamente en la cantidad de comensales que disfrutan de una comida afuera. La recesión económica generalizada y la falta de turistas también preocupan.
En definitiva, se trata de un sector que está sumamente endeudado, que sufrió el cierre de 2.000 comercios durante la pandemia (algunos emblemáticos) y que ya no sabe cómo resistir con una facturación muy por debajo de lo que necesita.
Pese a esta radiografía negativa, aquellos restaurantes que sí cuentan con espacios al aire libre, están atravesando cada día mejores momentos. Con las temperaturas más cálidas, se ve más gente disfrutando en las veredas y mesas completamente llenas.
Mientras tanto, dentro de los salones, el aforo sigue limitado al 30%, las mesas se ocupan solo con reserva previa y en lo posible los menús deben exhibirse en formato digital, entre otras medidas.