Fuente: TN ~ La llegada de las redes sociales ha cambiado muchos paradigmas de nuestra vida cotidiana, y el plano gastronómico no es una excepción. El avance de Google, así como los sitios de reparto de comidas, le han dado la posibilidad a los usuarios de calificar el servicio del restaurante y dejar su reseña.
Esta función es de gran utilidad para las personas, que antes de hacer un pedido o de ir a un restaurante pueden utilizar como guía los comentarios de otros usuarios que ya han ido. Sin embargo, los que menos tienen injerencia en todo esto son los restaurantes, que pocas veces interceden ante comentarios positivos o negativos.
Sin embargo, en la ciudad de Tarragona, España, un restaurante no tuvo problemas para responderle a un comensal que criticó la comida. En este caso, el sitio de comidas ofreció su versión de la historia con respecto al llanto de un niño en pleno local.
La historia comenzó con un mensaje del usuario José Joaquín Llaque Castillo, quien fue al restaurante con su familia. “El niño al ver su hamburguesa se echó a llorar. Solo digo eso…”, escribió el muchacho, acusando al local de comidas de producir el llanto del niño.
El restaurante catalán tiene más de 100 reseñas y, como todo, algunas son buenas y otras malas. Sin embargo, no quiso dejar pasar la oportunidad de dar su opinión sobre el suceso del llanto del niño, dejando en mal lugar a los padres y defendiendo la calidad de la hamburguesa.
“Hola! El niño se echó a llorar porque le pedisteis una minihamburguesa (50g) y a su hermano mayor una Wagyu (200g) después de deciros 3 veces que la hamburguesa mini era muy pequeña, yo también me habría echado a llorar la verdad. Un saludo!”, respondieron.
El comentario no tardó en hacerse viral en las redes sociales, por la curiosa memoria de los dueños del restaurante. El usuario @soycamarero lo publicó en su Twitter personal, y la publicación ya lleva más de 17 mil likes y alrededor de 2500 retweets.
Otro restaurante con carácter
En este caso el restaurante no contestó, sino que advirtió de antemano a los comensales. En febrero de este año, en Mar del Plata, una mujer compartió en Twitter una imagen del menú de un reconocido restaurante que le puso diferentes “normas” en la carta a los clientes.
“No cobramos cubierto ni tenemos wifi. No hacemos el bife cocido, no lo abrimos mariposa. Nada se tortilla seca. No usamos crema para cocinar ni tenemos lemoncello. La pasta con langostinos no va con queso, no lo pida. Consulte por pesca del día. Si comió bien dígalo afuera, si comió mal dígalo aquí, ¡salu!”, expresaron los dueños del lugar.
Ojo, la historia terminó bien: la misma cliente agregó en el posteo que la comida era muy rica. “Es un diez, pueden ampliar la lista de retos si siguen haciendo estas vieiras”, comentó la mujer.