Fuente: Cronista ~ “Sólo dos pizzas al mes”, había dicho el entonces ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, para justificar la suba de tarifas. Tres años después, la recesión hizo que el negocio pizzero migrara al combo entre precios económicos y ‘apps’ de ‘delivery’
La Argentina adoptó a la pizza como uno de sus íconos. A pocos días de celebrarse un nuevo Día del Pizzero (12 de enero), el nuevo año encuentra a este clásico rubro con diversas realidades. Las cadenas que apuestan por una propuesta gourmet vieron en 2018 como se derretían sus perspectivas de ventas y, ahora, ponen el foco en el mercado internacional. En tanto, las casas que ofrecen un menú más económico proyectan números, todavía, superiores a los experimentados durante la última temporada.
“Fue un año por debajo de lo esperado. En unidades, estuvimos un 3% menos de lo presupuestado. Y eso que lo presupuestado era conservador”, revela Sebastián Ríos, socio gerente de Grupo Gastronómico RE, que administra la marca Almacén de Pizzas. Detalló que la situación económica provocó un cambio en el consumo dentro de los locales. “La calidad del ticket fue peor, en cierto sentido. La gente que, antes, consumía más pizzas especiales, optó por alternativas más tradicionales”. La firma, que cuenta con 32 locales -la mitad, franquiciados-, compensó la caída con un crecimiento del 7% en el canal de delivery, especialmente, traccionado por el online, tras su alianza con PedidosYa.
Esto último se repite a nivel nacional, comentan desde la Asociación de Propietarios de Pizzerias, Casas, Casas de Empanadas y Afines (Appyce). “Hoy, los envíos sostienen el volumen de venta diario”, indicó Claudia Gómez, gerente de la entidad. De acuerdo con el último relevamiento llevado a cabo por Appyce en julio del año pasado, en el país, hay más de 5700 pizzerías habilitadas. Se estima que, hoy, esta cifra es mayor. “Muchos que se dedicaban al rubro gastronómico seinclinaron por reconvertirse al negocio de la pizza”, explican.
El éxito de las opciones low cost llevó a Grupo Gastronómico RE a tener su propia versión. En febrero del año pasado, lanzó Pizza Va!, con un local en Palermo y una franquicia en Rosario. “Crece. Todavía, estamos viendo cómo responde”, explicó Ríos. A diferencia de Almacén de Pizzas, donde la grande de muzzarella cuesta $ 330, en Va!, tiene un valor de $ 240. Para este año, Grupo Gastronómico RE apuesta por intensificar la expansión regional. “En 2018 abrimos sucursales en Punta del Este y Montevideo. Ahora, inauguraremos un tercer local en Asunción y estamos por cerrar un acuerdo de cinco bocas en Lima”, detalló. No obstante, Ríos aseguró que, recién, prevé recuperación, del 5%, para el segundo semestre.
En cambio, para Darío Leibovic, director de Expansión de Big Brands, firma que maneja los acuerdos comerciales de Morita y Fábrica de Pizzas, las perspectivas para 2019 son, incluso, más optimistas que los resultados del año pasado. “Venimos de un buen volumen de ventas. Creemos que este año será mejor. Esperamos crecer un 30% en sucursales”, apuntó. La principal marca del grupo es Morita con 87 locales. Le siguen Kiosco de Empanadas y Pizzas, su versión low cost (con 75) y Fábrica (40 sucursales).
Si bien reconoció que hubo una retracción en el consumo, el ejecutivo afirmó que su crecimiento estuvo anclado en un mayor volumen de ventas. “Nosotros hacemos por cantidad. Aunque sean dos personas, la gente compra de más y, después, lo congela, para aprovechar el precio”, expresó. La tradicional grande de muzza cuesta $ 80 en Fábrica de Pizzas, cadena fundada por Maximiliano Dubovsky. En tanto, en Morita, se vende a $ 200.
Otros jugadores ven, en el mercado digital, un pilar sobre el cual apoyarse para paliar el horizonte de incertidumbre. La Guitarrita trabaja en una app propia, para ofrecer promociones y beneficios. “Tenemos la obligación de estar en las plataformas digitales para no perder pisada. Esta posibilidad nos permitirá ahorrarnos el costo del intermediario”, señaló René Pontoni, socio de la tradicional casa, que cuenta con sucursales en CABA, Olivos y Paraguay.