Fuente: Infobae ~ Desde las entidades del segmento reconocieron dificultades para afrontar vencimientos y la necesidad de moratorias. Anticipan cierres masivos de locales
Heridos de gravedad por efecto de la pandemia, los restaurantes y hoteles de la Ciudad aúnan criterios para solicitar beneficios que les permitan sobrevivir en estos tiempos de recaudación cercana a cero.
En ese sentido, voceros de este golpeado ámbito junto a representantes de la Cámara de Turismo de Buenos Aires, anticiparon a iProfesional que motorizarán reuniones con ejecutivos de los principales bancos. El objetivo: solicitar líneas de créditos que les permitan cumplir con obligaciones inmediatas, como el pago de salarios.
Al mismo tiempo, adelantaron que también evalúan dialogar con los prestadores a fin de congelar por 60 días el pago de vencimientos inmediatos en los servicios de luz, agua y gas. Este tipo de pedidos también encuentra eco entre los directivos de la cámara que nuclea a los shopping centers de la Argentina.
«Existe un consenso entre los actores que participan de la actividad del turismo, la hotelería y la gastronomía en que la nómina salarial de este mes deberá cubrirse con algún tipo de crédito. De ahí las reuniones que estamos promoviendo. En la cámara entendemos que los sueldos sólo podrán pagarse con asistencia financiera», reconoció ante iProfesional Camilo Suárez, presidente de la Cámara de Turismo de Buenos Aires y ex titular de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés.
El empresario sostuvo que una decisión así le aportaría aire a una actividad comercial en parálisis total. «Hoy, hablar de turismo, de consumo, es algo utópico. Son actividades que no existen. En el caso particular del turismo, no hay movimiento alguno. Y en los hoteles y restaurantes la actividad se acerca a cero», aseguró.
Suárez confirmó una caída del 80% en el nivel de actividad de los restaurantes porteños, al tiempo que destacó el pésimo momento que atraviesan los hoteles de la Ciudad.
«Muchos alojamientos han cerrado y algo similar viene ocurriendo con las agencias de viajes. En muchos casos, incluso se han visto obligadas a devolver las reservas. En cuanto a los restaurantes, de los casi 14.000 que todavía funcionan en Buenos Aires, no hay uno solo que no haya perdido facturación en estas semanas», dijo.
Según el directivo, si la pandemia de coronavirus no desacelera en el próximo bimestre, «sólo seguirán en pie unos pocos restaurantes, aquellos con mayor espalda financiera para soportar los ingresos ausentes».
«En lo que hace a la hotelería, el panorama es exactamente el mismo. Y pensemos también en lo que ocurre fuera de Buenos Aires, donde se multiplican las ciudades que establecen prohibiciones para alojar a turistas o viajeros. Vamos camino a cierres en cantidad», pronosticó Suárez, quien además dio por descontado que restaurantes, alojamientos y otros actores del turismo «ingresarán en moratorias permanentes para poder cubrir algunos de sus gastos».
Desde la Cámara Argentina de Shoppings Centers, su gerente general, Mario Nirenberg, coincidió en lo «delicado» del escenario. Además, expuso que, a excepción del elevado volumen de ventas que ostentan farmacias y supermercados, el resto de los actores comerciales requerirá de ayudas como las pretendidas por la Cámara de Turismo de Buenos Aires.
«El grueso de los comerciantes deberá pedir prórrogas en los pagos. Se han resentido la mayoría de los sectores económicos, por lo que algún tipo de ayuda en ese sentido será más que necesaria. En nuestro caso, son muchos los locales que han tenido que cerrar más allá de que falta un número concreto. Son situaciones que ocurren todos los días en este último tiempo», expresó ante iProfesional.
Nirenberg comentó que gran parte de los locales explotados en los centros comerciales corresponden a emprendimientos Pyme. Y que la retracción en el consumo a partir del estallido del coronavirus derivó en la pérdida de puestos de trabajo.
«No sabemos de qué forma las Pymes que subsisten afrontarán las obligaciones a cancelar en el corto plazo. Hoy, la afluencia a los shoppings es prácticamente nula. Nadie pudo imaginar que terminaríamos en esta situación extraordinaria», comentó.
Tocando fondo
A tono con estas perspectivas, Graciela Fresno, titular de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (FEHGRA), declaró recientemente que «los hoteles han visto caer sus reservas en un 100 por ciento y la ocupación se va deteriorando cada vez más y va a llegar a cero. A su vez, la gastronomía redujo su trabajo en más de 50 por ciento en algunos lugares y en otros directamente está cerrada. La situación del sector es alarmante».
Ya en lo que hace a casos concretos de afectación, desde el restaurante La Locanda, en Recoleta, admitieron recientemente que hasta la semana pasada se recibían 40 comensales sentados. La capacidad, indicaron desde el comercio, ahora se redujo a diez.
En la Locanda admiten haber tomado todos los recaudos. En ese sentido, indicaron que tres de sus mozos están en sus casas, porque tienen más de 60 años. Limpian y desinfectan el salón y la cocina constantemente. Todos los empleados cuidan su higiene personal y se está tratando de fomentar el delivery, pero no alcanza para sostener el negocio.
Dueño de la pizzería porteña 1893, y al frente de las cocinas de las cadenas Morelia y Hell’s Pizza, el empresario Danilo Ferraz comparó el derrumbe actual con diciembre de 2001.
«Esos días tocamos fondo. Pero creo que ahora el panorama es mucho más incierto. Para nosotros es un mazazo en las costillas», declaró.
«Son épocas donde hay que ponerse creativo. En Hell’s Pizza, donde tenemos una fuerte demanda de take away y delivery, salimos con varias promociones para que la gente haga los pedidos fuera de la hora pico. Hasta inauguramos un 0810 propio», añadió.
Por otra lado, los titulares de Gontran Cherrier filmaron un video dando cuenta del escenario de desolación que rodea a la plaza Armenia, en Palermo Soho. Uno de sus dueños relató que el lunes pasado reunieron a los empleados y les preguntaron quiénes querían optar por quedarse en cuarentena, sin goce de sueldo, y quiénes querían seguir trabajando. «La mayoría quiso continuar», aseveró el inversor.
Impacto medido
Por supuesto que no faltan las consultoras que ya miden el minuto al minuto de este declive sin final aparente.
Según Fidus, los bares y restaurantes de esta capital y el Gran Buenos Aires registraron, a raíz del impacto por el coronavirus, una caída de consumo de cuanto menos 66% en sus ventas en comparación con el nivel habitual.
De acuerdo con un relevamiento efectuado por la empresa, si bien hasta este lunes hubo importantes caídas en el consumo tras el avance de la pandemia (-23% el sábado, -28% el domingo y -33% el lunes), a partir de la adhesión masiva a la metodología home office para cumplir con las tareas laborales, el martes 17 se produjo un derrumbe del 62%, apalancado principalmente por el segmento corporativo, que utiliza el programa de descuentos.
Por su lado, la fracción de universitarios mostró una caída casi idéntica con un 63 por ciento, también desde el inicio de la semana y debido al cese de clases presenciales en los claustros.
En un análisis geográfico, en lo que va de la semana la caída más pronunciada se dio en el microcentro porteño, con 66 por ciento.
En cuanto a barrios residenciales, se afianzó la modalidad de aprovisionamiento y se proyectaron mermas que van del 10% al 30% en restaurantes y sitios de comida de los barrios de Belgrano y Boedo, y la localidad de Olivos.