Fuente: BAE ~ Esa mesa preferida en nuestro restaurante habitual está desierta. No hay tintineo de cubiertos en el salón pero sí ruido de ollas y sartenes en la cocina. El sector gastronómico, uno de los más afectados por la parálisis de la cuarentena, busca salidas creativas para mantenerse en pie.
Con sus puertas cerradas, muchos recurrieron al delivery de platos, cada vez son más los que se suman a medida que se prolonga el aislamiento obligatorio. Pero las ideas no se agotan ahí. Multiplican propuestas, contando con el apoyo de sus clientes habituales, en momentos en que se sienten cada vez más el espíritu de comunidad y el arraigo barrial.
«Es lindo ver que nos extrañan tanto como nosotros a ellos. Atendimos para delivery en semana santa con buena acogida. Por eso estamos haciendo esto con todas las precauciones», comenta Gustavo Montestruque, chef de La Mar, restaurante que seguirá con pedidos de jueves a domingos, ofreciendo opciones de ocho combos de platos (ceviches, causas, piqueos, arroces y preparaciones vegetarianas) a un precio que parte de $1.200. Además, en una propuesta innovadora, planean también empezar a vender platos avanzados para terminar de cocinar en casa.
Con venta de productos que van desde vegetales orgánicos hasta conservas o la mencionada propuesta de platos semipreparados para completar en el hogar, los restaurantes se suben al entusiasmo contagioso de lanzarse a la aventura gastronómica casera.
Entre los que empezaron con el delivery de productos y materia prima de alta calidad están Alo’s, B-Fresh, I Due Briganti, Moshu y Journal.
“Por ahora, salen más los productos ya elaborados, pero la propuesta de ingredientes para cocinar aún es muy nueva así que es razonable (se vendió mucho el trío de sopas y el pack de tagliatelle). Queremos cumplir dos funciones distintas: una para las personas que no quieran cocinar y otra para quienes quieran preparar nuestros platos en casa. Vamos a ir avanzando en más propuestas”, indica Lucas Villalba, dueño de Café&Deli Moshu y el restaurante Jornal, que unificaron sus propuestas para el delivery. Según comenta, lo que más están pidiendo en este momento es el combo de brunch y de pastelería que se ofrece para regalar a distancia con una dedicatoria en video. “Se nota el apoyo de nuestros clientes y nos escriben enviándonos buenos deseos. Pero la realidad es que el volumen de ventas cayó muchísimo”, dijo.
Mariano Muñoz, chef de Fayer, restaurante de cocina moderna israelí de Palermo, puntualiza que en el horario de las comidas, la demanda se inclina hacia los platos elaborados. “Durante el día también se venden muy bien los productos de despensa, como las especias, y en general todos los insumos que la gente me ve utilizar en las recetas que compartimos en nuestra cuenta de Instagram @fayerba, ya que son ingredientes que no se encuentran fácilmente, como el ras el hanout, baharat, la tahina y el zatar. Poder acercar estos productos al público se volvió muy interesante y con ello surgió una nueva dinámica: me contactan por las redes y les comparto tips, recetas y usos. Es muy divertido, es otra forma de vincularnos”, cuenta.
Las alianzas entre locales emparentados son habituales. Bajo la premisa #YoMeQuedoenCasa, BASA, Gran Bar Danzón, Grand Café y Oh’No! Lulu decidieron armar una carta de delivery de comidas y bebidas combinando platos de los cuatro lugares icónicos de Buenos Aires.
En tanto, la asociación de restaurantes japoneses que nuclea más de noventa establecimientos y organizadores de la exitosa Gastro Japo Food Week, están proponiendo diferentes alternativas de “bento” u “obento”, las famosas viandas japonesas. Es una pequeña caja con una ración de comida para llevar, que generalmente tiene una base importante de arroz, carne, pollo o pescado (proteínas) como plato principal y encurtidos o verduras para acompañar. Son a la vez vistosas y nutritivas. En Japón es muy común que las madres se levanten temprano para preparar el obent para que los niños lo lleven a la escuela, y para el almuerzo del trabajo. Es una manera de crear un vínculo. “Tiene distintos colores, sabores y texturas. Puede llevar un salmón terikaye que es dulce con un pickle avinagrado y arroz neutro que viene a ser como el pan. Empezamos a ofrecerlo con esta crisis y estamos teniendo muchos pedidos”, dice Sergio Asato, presidente del Club Gastro Japo. Y explica: “Lo sacamos como alternativa para no depender tanto del salmón y los productos importados. La gastronomía japonesa no es solo sushi, que tiene 80% o 90% de los insumos del exterior. La idea es que tenga otras opciones para el invierno y con materia prima local. Cuando viene el frío la gente se olvida del sushi”. Restaurantes como Ichisou, Social Sushi, Hoshi, Bistro Tokio, Tanizaki, Hikaru resto, Sashimiya, Haiku, Akari sushi, Samurai, Oti sushi, Sakiko y Washoku los ofrecen a precios que parten de los $600.
Las marcas de entrega a domicilio, e incluso las de bebidas, están acompañando al sector con campañas. Una de ellas es Stella Artois, que creó el movimiento Ayudá a un Restaurante. La acción propone adquirir un voucher en un local gastronómico a elección para disfrutar de una comida una vez que finalice la cuarentena obligatoria y se puedan retomar las actividades. La cervecera hará su parte duplicando el valor del voucher, que está disponible en www.ayudaunrestaurante.com.ar. Se popularizaron, además, en las últimas semanas iniciativas similares como la de Comprafutura.com.
Ideas para mantener actividad en un sector clave y darse el gusto de comer algo rico en cuarentena. O cuando todo esto termine.