Fuente: BAE Negocios ~ La semana que viene Boris Johnson permitirá ingresar a restaurantes en grupos de hasta seis personas, y liberará todas las restricciones a fines de junio. Gastronómicos advierten que no saben cómo pagarán los alquileres y que muchos cerrarán por las deudas acumuladas si el Gobierno no encuentra una solución
Después de más de cuatro meses cerrados por la pandemia del coronavirus (Covid-19) y con más de 40 establecimientos que no volverán a funcionar, la semana que viene los restaurantes y pubs de Londres estarán autorizados a reabrir sus salones. Este 17 de mayo será la primera vez que podrán abrir su interior después de Navidad, luego de que la «hoja de ruta» del primer ministro Boris Johnson permitiera las mesas al aire libre el pasado 12 de abril.
Johnson agradeció a los «restaurantes que han estado esperando para reabrir», y detalló que hasta seis personas podrán comer en una misma mesa en el interior de los restarurantes, mientras que las mesas al aire libre podrán tener hasta treinta personas.
«Ees otro paso importante en el camino hacia la libertad y la recuperación de nuestro sector. Sabemos que los británicos están ansiosos por volver a entrar en un pub cálido», declaró Emma McClarkin, directora ejecutiva de la British Beer & Pub Association (BBPA) a London Eater. Sin embargo, advirtió que esta reapertura «no es suficiente», ya que los gastronómicos necesitan «que se reabran por completo» los pubs para poder «sobrevivir y comerciar de manera viable».
Para esto deberán esperar hasta el próximo 21 de junio, cuando comenzará la cuarta etapa de la eliminación de las restricciones. A partir de ese día, se eliminarán «todos los límites legales al contacto social», con la reapertura de grandes eventos como espectáculos teatrales y discotecas Asó, los restaurantes, el volverán a lo que era «normal» antes de marzo de 2020.
La recuperación de los restaurantes necesitará el apoyo estatal
Pese a la felicidad por la reapertura, los gastronómicos alertaron que todavía requerirán del apoyo del Estado después del verano, especialmente por los alquileres. Después de meses de cierre y comercio restringido, U.K. Hospitality confirmó que la hostelería debe 2.500 millones de libras esterlinas, las cuales representan una amenaza para el futuro de miles de empresas y más de 330.000 puestos de trabajo.
De hecho, según una encuesta de la organización, más de la mitad de las empresas dijeron que no habían tenido una reducción de alquiler por parte de su locador a pesar de «períodos prolongados de cierre y más de un año de restricciones comerciales punitivas».
Los resultados también mostraron que el 52% no recibió ninguna extensión de plazos para pagar el alquiler y el 40% no pudo llegar a un acuerdo con el propietario sobre las concesiones de alquiler. Más alarmante aún, el 73% de las empresas advirtió que no puede o no sabe cómo pagar el alquiler.
«El problema de la deuda de alquiler debe resolverse de una manera que comparta la carga, ya que simplemente no se puede esperar que las empresas paguen sus atrasos de alquiler en su totalidad», reflejó Kate Nicholls, directora ejecutiva de U.K. Hospitality.
Por eso, Nicholls explicó a London Eater que «el Gobierno debe tomar medidas positivas para ayudar a reconstruir la hostelería y desempeñar su papel en la recuperación económica. «Tiene que compartir el dolor causado por los cierres y las restricciones comerciales», sugirió.
Como mínimo, Nicholls dijo que el gobierno debe extender «y expandir» las protecciones hasta fines de 2021, una extensión adicional de seis meses. También dijo que debe «forzar la cancelación de una buena cantidad de la deuda de alquiler de Covid».
“La eliminación de las protecciones sería desastrosa y resultaría en un enorme aumento en la actividad de aplicación de la ley, lo que significaría fallas comerciales y la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo”, concluyó.
A solo siete días de una reapertura parcial y siete semanas de que se levanten totalmente las restricciones para los restaurantes y pubs, los gastronómicos esperan por una acción concreta del gobierno, aunque las esperanzas no son muchas. Desde el comienzo de la pandemia y hasta ahora, la administración de Boris Johnson no encontró — ni buscó — una solución para arreglar el conflicto entre inquilinos y propietarios.
Si eso no pasa, se cambiarán las cerraduras, los negocios quebrarán, los restaurantes cerrarán y los trabajos se perderán a partir de principios de julio.