Fuente: BAE Negocios ~ La avenida Corrientes comienza, de a poco, a recuperar su esplendor. Reabre La Giralda, uno de los Bares Notables, más históricos de la Ciudad. Fundado en 1930, resistió hasta 2017, comenzó con deudas, ya casi ni podía pagar sueldos. Su dueña falleció y su sobrino Marcelo Nodrid cerró el bar a fin de 2018, aún adeuda todas las indemnizaciones. En abril de 2019, los dueños del bar La Ópera compraron el fondo de comercio y decidieron restaurarlo.
Después de estar cerrada durante dos años y medio, reabrirá sus puertas en Corrientes 1453, el miércoles próximo a las 7 de la mañana, como lo adelantó BAE Negocios. No es el mismo bar que cerró, aunque el frente está intacto. Sólo se pudo recuperar y restaurar la boiserie con los espejos, que recibieron un baño de plata. Las flamantes mesas tienen tapa de mármol blanco como las históricas. Ya no hay azulejos en las paredes, todo es mármol. El enorme cartel de neón en azul y verde que anunciaba en el fondo «Chocolates con churros, submarino, sandwiches, Toddy», es ahora más chico, de color rojo, y sólo anuncia “Chocolates con churros”. Dio paso a un vitraux estilo Tiffany de La Giralda que está en la pared del fondo, fue creado por Paula Espigares, Luis María Gianera y Pablo Schapira. El teléfono público ya no está.
Un bar histórico repleto de secretos e historias. El enorme pasillo central, ahora es más angosto. La barra es más amplia y hay muchas más mesas que en la vieja La Giralda. Hay lugar para 90 cubiertos y 25 comensales afuera. Las mesas simples que estaban contra la pared, ahora son dobles, para cuatro personas. Los que quieran sentir la misma soledad de otras épocas ya no podrán. Las mesas para dos están en el medio del salón, separadas por otras mesas con un pequeño divisorio. La nueva Giralda, no tiene mesas para bohemios solitarios.
Los nuevos dueños son Gabriel García, segunda generación de gastronómicos, su padre José García se hizo cargo de La Opera en 1972 y su socio es Nicolás Marques, tercera generación de gastronómicos. Conducen los destinos del bar de Corrientes y Callao fundado en 1928. Nicolás Marques señaló a BAE Negocios: “El plan original era reabrirlo en abril del 2020, la pandemia fue un balde de agua fría. Fue un golpe muy duro para todos, en particular para nosotros. Fue durísimo sostener esto, luchar contra la corriente, no venirnos abajo. Invertimos mucho y tenemos la gran expectativa que los antiguos clientes de La Giralda puedan visitarla y sentirse en su lugar, queremos que los que no vinieron la conozcan”.
Los arquitectos que restauran los bares más queridos
En busca de preservar la historia, contrataron al estudio Pereiro-Cerrotti & Asociados. Reconocidos por ser quienes restauran la confitería La Ideal y tienen en su CV, la primera restauración de La Paz, El Club Español, El petit Colón y el Museo del Jamón, entre otros lugares. El arquitecto Gustavo Cerrotti contó a BAE Negocios: “Encontramos el lugar en muy mal estado, hasta tuvimos que volver a hacer las lozas de los pisos. Buscamos recrear el emblemático bar, estudiamos la tradición oral y rescatamos todo lo que pudimos rescatar. Todo fue muy cuidado, hasta los apliques y artefactos colgantes fueron creados especialmente con una clara inspiración art decó. Las sillas son thonet y las mesas de mármol”.
Gabriel García, el nuevo dueño, desborda de emoción: “Nos dedicamos a la gastronomía y para nosotros es un desafío profesional reabrir La Giralda y mantener la misma fórmula del histórico chocolate con churros, sumándole buena gastronomía y cocktails”.
Aseguran que la receta del clásico chocolate con churros se mantiene intacta: chocolate Fénix y Colonial. Los amantes podrán degustar una taza de chocolate con tres churros por $550. Si en cambio, deciden comprar una docena de churros cuestan $800 y si son bañados con chocolate $980.
Un café costará $220 y será Nero, la marca premium de La Virginia. Se trata de un café arábigo 100% con un tostado elevado y notas a frutas que sólo se degusta en muy selectos lugares. Fue el mismo que bebió el presidente de Francia, Emmanuel Macron en El Ateneo.
Un dato más confirma que La Giralda cambió. Ahora tiene chef y es Miguel Barbona, quién desde hace más de 20 años trabajó como jefe de cocina del área de eventos del hotel Panamericano. Según su descripción: “La idea es hacer una carta que no sea ni muy gourmet ni muy básica”.
Secretos y anécdotas del histórico bar La Giralda
No habrá menú ejecutivo al mediodía. Todo será a la carta. Se podrá probar desde un lomo al malbec con papines asados, panceta, champignones y cebolla caramelizada, que costará $1.800. Una bondiola braseada con pure de batatas con tofi (caramelo y crema de leche) con barbacoa a $1.500. Para los vegetarianos habrá ensaladas, por ejemplo una de hojas verdes con peras asadas, garrapiñadas de nueces, queso azul y una vinagreta ácida cotiza a $990.
Los históricos habitués ya no verán a doña Ivonne Nodrid detrás de la barra, ahora los encargados serán Ariel a la mañana y Roberto a la tarde. En total, trabajan 15 empleados. La Giralda abrirá de 7 a 1 de la mañana. Cuando la pandemia lo permita piensan abrir de domingos a jueves de 7 a 2 de la mañana y los días viernes, sábados y vísperas de feriados las 24 horas. Mientras ultiman los detalles para la apertura, desfilan candidatos a mozos y mozas.
El aire que se respira es diferente, no es el mismo de la época más bohemia. Pero volver a ver las puertas de La Giralda abiertas, con un trabajo tan cuidadoso, que trató de respetar todo el histórico estilo, emociona.