Fuente: IProfesional ~ Carne, fuego y vino, la combinación perfecta. Don Julio, El Ferroviario, El Tano y otros establecimientos destacados, en este ranking
Tango, fútbol, vino y… carne. Estos son algunos de los embajadores que hacen reconocida a la Argentina a nivel mundial.
En el caso de la carne, el país viene de recuperar su posición dentro del top 10 de las naciones que más exportan carne, consolidándose esta industria como una importante generadora de divisas.
Además, en un contexto en el que se viene incrementando el turismo receptivo, el «bife argentino» vuelve a ocupar un lugar preponderante. Y las parrillas de la Ciudad de Buenos Aires son un imán, tanto para extranjeros como para locales.
«En la actualidad las parrillas tradicionales conviven con las más modernas. ¿Cómo reconocerlas? Las primeras siguen con sus braseritos que llegan a la mesa cargados de cortes de carne o con sus platos de acero tradicional», indican desde el Ente de Turismo del Gobierno porteño, que relevó los mejores establecimientos para disfrutar de este ritual nacional.
«Las segundas sumaron otros cortes de carne a los tradicionales como el asado y el vacío. Hoy en día, el ojo de bife (bife ancho), la entraña, la tapa de bife ancho y la tapa de cuadril son presencias habituales en los menús de las parrillas. Estas siguen evolucionando y representan uno de los íconos más fuertes de la gastronomía argentina, para los argentinos y para el mundo», agregaron.
A continuación, un ranking de 10 de las mejores parrillas que pueden encontrarse en la Ciudad y alrededores:
1. Parrilla Don Julio
Don Julio, una de las mejores parrillas de Buenos Aires
La familia Rivero apostó a la carne vacuna de alta calidad seleccionando animales bien alimentados y criados al aire libre. Desde la página del Ente de Turismo destacan que el parrillero Pepe Sotelo sigue al mando de las brasas con la tarea de aprovechar al máximo la excelente materia prima disponible. Los resultados son la alta calidad de Don Julio.
Además, resaltan «la amplia oferta de carnes», al tiempo que Don Julio ofrece la posibilidad de disfrutar de una parrillada de vegetales y de una ensalada de quínoa, zapallo asado, avellanas tostadas, cebolla de verdeo y menta fresca.
Según su propietario, el asado y el vacío son los dos cortes más importantes. «Ambos se hacen a cocción lenta, a la cruz es su mejor versión, a fuego lento, con leña y flama. El vacío a la parrilla en una cocción lenta a la brasa. El secreto es siempre buscar un buen producto».
Ubicación de Don Julio:
2. Parrilla Lo de Jesús
Lo de Jesús, una de las mejores parrillas de Buenos Aires
La gran vedette de la carta es la carne. Los cortes más solicitados sobre todo por los extranjeros son el bife de chorizo y el ojo de bife.
«La entraña hoy en día se transformó en un corte premium y la nuestra es de lo mejor», agregan sus propietarios, quienes destacan que ahora también están sumando carnes maduradas.
La papa al plomo, los vegetales grillados o las espinacas a la crema son las guarniciones que más se destacan.
Además, Lo de Jesús ofrece los verdaderos clásicos de clásicos que tiene que tener un buen bodegón: hay desde pastas hasta matambre a la pizza con papas españolas y milanesas de lomo.
¿Para el postre? Un buen panqueque con dulce de leche o un tradicional flan casero.
Lo mejor es que son propietarios de una vinoteca que está pegada al local. Así que la carta de vinos, con más de 300 etiquetas, es por demás amplia.
Ubicación de Lo de Jesús:
3. Parrilla La Cabrera
La Cabrera, una de las mejores parrillas de Buenos Aires
El éxito de La Cabrera se debe a la calidad de las carnes asadas y a las cazuelitas con decenas de pequeñas guarniciones que llegaban en compañía del ingrediente principal, según destacan desde la web de Turismo.
Con tanta concurrencia de comensales, rápidamente abrieron su segundo local, a metros del primero. La idea inicial se mantuvo: acompañar buenas carnes asadas con guarniciones apetitosas y creativas, servidas de manera original.
¿Qué no se puede dejar de probar en esta parrilla que está entre las preferidas de los turistas extranjeros y que suele estar cada año dentro del ranking Latin America’s 50 Best Restaurantes? Básicamente los cortes de novillo Angus Argentino, así como los chuletones de ojo de bife con 15 días de maduración (viene con hueso) y los cortes de Wagyu Argentino, también conocido como «Kobe».
Ubicación de La Cabrera:
4. Parrilla El Pobre Luis
El Pobre Luis, una de las mejores parrillas de Buenos Aires
En 1986 Luis Acuña llegó de Uruguay y su pasión por la carne y la parrilla lo impulsaron a buscar la excelencia en la materia prima y en la cocción, recuerdan desde el Gobierno de la Ciudad
Hoy, sus hijos siguen al frente del lugar, ubicado en el barrio de Belgrano, y mantienen el espíritu informal y el decorado futbolero: centenares de camisetas de diferentes equipos de fútbol cuelgan del techo.
Los clientes disfrutan de las mollejas de corazón que hicieron famosa esta casa. También hay especialidades uruguayas como las pamplonas (de lomo, de cerdo y de pollo). Vienen rellenas con queso, jamón, tomate, morrón y panceta. También el hígado y riñón a la tela. Un párrafo aparte, además, merecen las papas fritas.
Ubicación de El Pobre Luis:
5. Parilla Cabaña Las Lilas
Cabaña Las Lilas, una de las mejores parrillas de Buenos Aires
Está ubicado en Puerto Madero y ofrece un salón elegante con vista al río. La parrilla es impactante y la carne es la reina del lugar. Bife ancho y angosto, lomo, tapa de cuadril, bife de costilla, asado de tira, vacío y matambrito de cerdo llegan a la mesa en el punto pedido. La propuesta de vinos es amplia: centenares de etiquetas seleccionadas por el sommelier de la casa son parte de una carta de vinos a la altura de la excelencia de las carnes.
Un dato de color: durante su última visita a la Argentina, el mejor tenista de todos los tiempos, Roger Federer, fue a almorzar a Cabaña Las Lilas.
El deportista entró por la puesta principal con mucho despliegue de seguridad, Se sentó en el salón principal con vista al río y permaneció dos horas en el establecimiento. Como entrada, degustó chorizo, morcilla, provoleta y mollejas. Luego, probó el ojo de bife a punto con papas fritas, espinaca a la crema, cebollines asados y champiñones a la provenzal.
Ubicación de Cabaña Las Lilas:
6. La Brigada
La Brigada, una de las mejores parrillas de Buenos Aires
Su dueño, Hugo Echevarrieta, transformó una pequeña parrilla de barrio en uno de los templos de la carne de Buenos Aires. Su distintivo es la ambientación bien argentina, el cuidado en los detalles importantes y la amplia carta de vinos.
«La empanada, los bocadillos de verdura, las lengüitas de cordero, los chinchulines de chivito, la longaniza, el asado especial de centro, el baby beef, la tapa de ojo de bife, la colita de cuadril de búfalo, el pechito de jabato y la entraña son algunos de los cortes de alta calidad que ofrecen», destacan desde el Gobierno de la Ciudad sobr este establecimiento que abrió sus puertas en el año 1992.
Imperdibles entonces los chinchulines de chivito, la tapa de ojo de bife y el asado especial del centro.
Ubicación de La Brigada:
7. La Carnicería
La Carnicería, una de las mejores parrillas de Buenos Aires
Es un lugar chiquito y trendy de la Ciudad de Buenos Aires, más precisamente ubicado en el barrio de Palermo. Con pocas mesas es necesario ir bien temprano porque se llena casi todos los días con comensales locales y también con turistas.
«A diferencia de las clásicas parrillas multitudinarias, La Carnicería es un restaurante pequeño e informal. Ofrece aproximadamente treinta cubiertos. Los clientes buscan sus carnes de pastura, procedentes de los campos de uno de los dueños, y su menú que se divide en 5 capítulos: corte cerdo (panceta braseada o carré con hueso), corte cordero (gigot), corte parrilla (bife de chorizo u ojo de bife), corte ahumado (costillar de asado) y pesca del día», explican desde la página del gobierno porteño.
Ubicación de La Carnicería:
8. Parrilla El Ferroviario
El Ferroviario, una de las mejores parrillas de Buenos Aires
Una buena mezcla entre bodegón y parrilla. Así lo definen desde la web oficial de Turismo.
¿Qué destacan de este local emplazado en Liniers? «Las porciones son muy grandes, los precios sensatos y los mozos eficientes. La clave es ir en grupo, así la comida es más rendidora. Buenas empanadas de carne cortada a cuchillo y buen surtido de achuras (mollejas, chinchulines y riñones). La carta propone provoletas, asado (de tira, americano y ancho), matambrito, bife de lomo, bife de chorizo, entraña, pechito de cerdo y mucho más. Las papas fritas son doradas y crocantes y tiene buenas ensaladas».
También hay milanesas de nalga, de medio metro, que vienen en casi 15 variedades. ¿Una de las más pedidas? «La Ferroviaria», que contiene muzarella, espinaca y queso cheddar.
Ubicación de El Ferroviario:
9. Parrilla El Obrero
El Obrero, una de las mejores parrillas de Buenos Aires
Esta parrilla-bodegón es un clásico de la zona sur de la ciudad. Sus paredes decoradas con tesoros del fútbol son un gran atractivo para los amantes del deporte.
La cocina es una mezcla de la típica española (con pulpo y mariscos), con la italiana (pastas caseras) y la argentina, donde se destaca el asado sobre todo el resto, que también es delicioso. Se acompaña con ensaladas y papas fritas abundantes y de excelente calidad.
Ubicación de El Obrero:
10 Parrilla El Tano
El tano, una de las mejores parrillas del Gran Buenos Aires
Técnicamente esta parrilla no está dentro de los límites de la Ciudad de Buenos Aires, pero sí forma parte de ese gran territorio llamado Gran Buenos Aires.
Además, no podía faltar en este listado por ser uno de los establecimientos más votados a la hora de elegir los mejores lugares para disfrutar de un buen corte de carne.
Todas las reseñas marcan dos aspectos en común: la buena calidad de la carne y la abundancia. De hecho, prácticamente no hay carta: los platos van llegando con chorizos, morcillas, provoletas y chinchulines.
Los imperdibles son la entraña, bien jugosa y el matambrito a la pizza con huevo frito. Durante la noche es común que la música suene a buen volumen, generando una atmósfera muy casual y distendida.