Fuente: Clarín ~ Las redes sociales viven horas de esplendor. Y todo indica que han llegado para quedarse: definitivamente, son una forma de comunicarse, sociabilizar y también de generar negocios. En unos simples pasos, cualquiera puede crearse una cuenta, y desde allí, como es el caso de Instagram, subir fotos de diversos temas: las delicias de la vida cotidiana, las travesuras de las mascotas, las galletitas recién horneadas o lo que acaban de comer en el restaurante de moda. Siempre haciendo hincapié en la estética, patrón fundamental de este medio.
¿Cómo se hace para conseguir seguidores? ¿Hay que ser un especialista en un tema para llegar a ser influencer? Son algunos de los interrogantes que surgen al ver cuentas con poco tiempo de apertura que en ocasiones suman en un trist más de cincuenta mil seguidores. ¿Qué es un influencer? Simple: alguien que se siente calificado para transmitir o brindar consejos dignos de ser tenidos en cuenta.
Geraldine Simon, alias Geri, abrió su cuenta hace dos años, por sugerencia de su hermana. A los 14 años comenzó a subir fotos de preparaciones culinarias, para divertirse. “Soy adolescente y sé de tecnología. Soy autodidacta. Aprendí sola. Me bajo programas, filmo y edito mis recetas. Todo lo hago desde mi celular”, comenta la creadora de @cocinacaseraya, que tiene 70.700 seguidores.
Sin poder creer todavía el éxito de su cuenta, explica que el secreto para sumar “followers” es la perseverancia. “Al principio subía dos recetas por día, pero ahora subo una. Actualmente estoy de vacaciones, pero durante el año voy al colegio todo el día y llego a casa a las 18. Recién en ese momento me pongo a cocinar y puedo subir material”, sostiene. Gracias al movimiento que tiene su cuenta fue convocada para participar en el programa Cocineros argentinos, de la Televisión pública; además brinda talleres de cocina e incluso, a todo pulmón, hasta vende libros con ediciones digitales totalmente realizados por ella. Desde la foto, la redacción, pasando por la edición y compilación de recetas.
El apoyo de la familia es fundamental para que Geri siga creciendo en este mundo digital. “Soy ambiciosa y lo que me propongo, quiero lograrlo. Me esfuerzo mucho por crecer y brindarle a mis seguidores las recetas que me piden”, dice la pequeña cocinera amateur, quien sueña con convertirse en licenciada en Nutrición para fortalecer aún más el contenido de su blog. “Como meta para el 2020 quiero llegar a los 100.000 seguidores. Es mucho… ¡pero no me falta tanto!”, asegura.
Parecido es el caso de Carolina Infantino, quien con 19 años ya tiene 26.300 personas que siguen el día a día de sus recetas. Hace un año, cursando segundo año de Marketing y Administración de Empresas, abrió su cuenta @madeline.cakes, para promocionar la venta de tortas y darle más visibilidad a su web (www.madelinecakes.com).
Para perfeccionar su pasión gastronómica asistió a un curso de cocina y fue entonces cuando se sintió segura de transmitir las recetas que había aprendido de chiquita, cuando cocinaba con su mamá budines para las Fiestas. De a poco fue aprendiendo qué días era mejor hacer un posteo, a qué hora lo veía más gente. Así fue entendiendo “el juego” de las redes. “Cuando llegás a una determinada cantidad de seguidores, los posteos tienen que ser continuos. La clave es generar contenido, pero tampoco llevarlo a un extremo, ya que eso cansa a la gente y genera un unfollow, o sea, que te dejen de seguir. Hay que encontrar un equilibrio. Lo que a mí me funcionó es hacer cinco o seis historias por día y un posteo, según mis estadísticas”, dice.
Para esta Navidad, logró vender doscientos treinta y ocho pan dulces. Un mérito del que cualquier panadería de barrio estaría muy orgullosa. “Estoy sola, no puedo tomar quinientas órdenes de pan dulce… El año que viene ya proyecté alquilar una cocina. Un lugar donde poder hacer la producción más cómoda”, explica Carolina. La familia la ayuda mucho, sobre todo los días de “caos”. Ella se encarga de la cocina y ellos de la logística, armado de cajas, los moños o el celofán. “Deseo para el año que viene duplicar la cantidad de seguidores y poder contar con un espacio propio para producir mi marca”, sostiene como quien apunta a un futuro de empresaria gastronómica. Mientras tanto, seguirá en el programa Con amigos así, del Pollo Alvarez, que se transmite por la señal de cable KZO. “Cuando termine la carrera voy a recibirme de Pastelera, esa es mi prioridad”.
Agustina Vilarchao tiene 20 años, pero abrió su cuenta @healtyholicc cuando cumplía los 15. La gastronomía siempre la sedujo, por lo que de pequeña empezó a estudiar con la mamá de una amiga que brinda servicios de catering. Al finalizar el secundario, inició la licenciatura en Gastronomía en el IAG y le faltan dos años para recibirse. “En Instagram logré unir mis dos pasiones: la fotografía y el arte culinario”, comenta Agustina, quien tiene actualmente 16.800 seguidores que buscan recetas sanas y ricas. Sus posteos suelen ser sin leche vacuna ni manteca, ya que ella no puede consumirlos; por ende, modifica las recetas que aprende en su carrera para hacerlas más saludables y, de paso, poder disfrutarlas ella misma.
Cuenta que preparar la receta, sacarle la foto, editarla y demás le consume unas tres horas por día. Sabe que es mucho tiempo, pero también sabe que si quiere “vivir” de esto debe ser perseverante y que, si bien es tentador el apoyo de una marca, eso requiere mucha presencia en las redes y, en consecuencia, lleva mucho más tiempo. “Al principio, me seguían mis amigos y familiares. Con el boom de la alimentación saludable empezaron a hacerlo amigos de amigos y así fui creciendo”, explica. Como consejo para todos los incipientes influencers, Agustina les dice: “No paren, aunque en un mes no sumen ni un seguidor. Yo empecé así. Si es lo que te gusta, sigan haciéndolo. Verán que en algún momento alguien lo va a notar. Siempre hay gente que le gusta ayudar a otros a crecer. Nunca dejen de aprender, buscar, leer y mirar videos para ver si lo están haciendo bien o lo pueden hacer mejor”.
Recuerden, como decía Ben, el tío de Peter Parker en la película Spider Man: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Siempre se dijo que “el futuro es de los jóvenes”. Hoy, ese sentido de la responsabilidad, tecnología mediante, ha hecho que la generación adolescente ya juegue en las ligas mayores, sin esperar a mañana. Y en gastronomía tienen mucho que decir.