Fuente: Clarín Gourmet by Daniela Gutierrez ~ Se especializa en pollo frito y compite con la estadounidense KFC con combos a precios “amigables”.
Estamos acostumbrados a ver firmas estadounidenses que sirven pollo frito apoderarse del público joven que ama ese estilo de comida rápida. Chicken chill, la nueva cadena de fast food de los dueños de pizzerías Kentucky, llegó para romper ese paradigma y pretende hacerlo con una nueva propuesta, en pleno centro porteño: combos de pollo frito amigables con el bolsillo.
El pollo es un ingrediente que suele tomar protagonismo en épocas de crisis. La fórmula es ganadora: es rico, versátil y económico. Desde la empresa DG -desarrolladora de la marca- conocen el potencial de este producto y, analizando la situación económica actual presentan una propuesta anti crisis: los combos arrancan desde los $520.
«Apuntamos a un público masivo compitiendo con precios agresivos en un contexto ideal para hacerlo», explica Francisco Bazán, gerente de márketing de DG.
Chicken Chill es una porpuesta argentina de pollo frito. Foto: Chicken Chill.
El primer local de Chicken Chill está situado en Corrientes 1201, esquina Libertad y llega para dar batalla a KFC (Kentucky Fried Chicken), la cadena de pollo frito que nació en Kentucky, Estados Unidos pero que se estableció en Argentina hace pocos años.
«En hamburguesas y pizzas hay marcas ya instaladas y con propuestas diversas, en cambio el pollo no tiene tantas alternativas por eso proyectamos para fines de 2023 tener 10 locales más«, asegura Bazán.
Este lanzamiento forma parte de la estrategia de expansión de la empresa. La principal apuesta es la cadena de pizzerías Kentucky, que sumará 15 sucursales. El grupo cuenta con otras aperturas recientes: entre las más resonantes, el local de Sbarro, cadena de pizzería estadounidense que desembarcó en el centro porteño el año pasado.
El local de Chicken Chill en Corrientes y Libertad. Foto: Chicken Chill.
Otra de sus marcas, Dandy, sumó una nueva sucursal en Devoto y también abrieron la pizzería Sunny en el mismo polo gastronómico. Además, recientemente presentaron «Rebelde By Kentucky», una propuesta de pizza más descontracturada que apuesta a las nuevas generaciones, en Palermo.
Qué se puede comer en Chicken Chill
El plato principal es el sándwich de pollo que se presenta frito o grillado, ambas opciones varían de precio de acuerdo a sus componentes.
El sándwich de pollo de Chicken Chill. Foto: Chicken Chill.
Dentro del menú hay platos como el clásico Chicken crispy que se sirve con tomate, lechuga y queso tipo americano ($ 470), el Bacon grill, que es un sandwich de pollo grillados con bacon y queso cheddar ($ 610) o, los paladares más osados, pueden optar por disfrutar un Crispy slaw, con pollo frito crocante, coleslaw y pepinillos encurtidos ($ 580).
Para los que prefieren picar algo hay Chicken popcorn, un plato de pequeños bocados de pollo frito ($ 300). También cuentan con opciones un poco más saludables como los wraps ($ 510) o las ensaladas Caesar o Chicken Grill (desde $ 530).
Por $ 70 extra se puede aderezar estos platos y los sándwiches con salsas especiales: barbacoa, chickenchill sauce – la especial de la casa-, honeymustard y sweet and spicy -para los amantes del picante-.
Las ensaladas de Chicken Chill. Foto: Chicken Chill.
A estas opciones se les puede sumar papas fritas por $ 180: si se les agrega cheddar sale $ 250 y si las papas las profieren con cheddar y bacon el adicional pasa a ser de $ 290.
Para los golosos que necesitan terminar el almuerzo o cena con un bocado dulce, en el local ofrecen postres como brownies, mousse y red velvet (desde $ 350).
A la hora de beber hay una propuesta que sorprende: en el local hay una barra de tragos -inusual para un fast food- donde sirven clásicos como gin tonic ($ 550), Fernet con cola ($ 500), orange vodka ($ 600) o Campari con naranja ($ 550). La cerveza se sirve en chopps y hay marca Stella Artois y Patagonia. Acompañan la propuesta gaseosas y agua.