Fuente: Clarín Gourmet by Pietro Sorba ~ El impactante local de la bartender Mona Gallosi ofrece cócteles creativos, cocina multiétnica y una buena selección de vinos.
Los emprendimientos gastronómicos pueden ser el resultado de una fría ecuación, despegada de todo tipo de romanticismo y dominada por la lógica del marketing o, en otros casos, ser la materialización emocional de los anhelos de sus fundadores. Son dos miradas muy diferentes entre sí.
En la primera se construye casi científicamente una formula gastronómica cuyo objetivo es la captura de los deseos de consumidores en búsqueda de “algo valioso” y “digno de ser vivido”. En la segunda, el camino es transmitir convicciones profesionales-gastronómicas y personales -íntimas y genuinas- usando un lenguaje contemporáneo, creativo y atento a las tendencias.
“Mona” Gallosi, es rionegrina, porteña por adopción y bartender de primerísima línea de la coctelería argentina. Su vida fue y es un cóctel de rebeldía (de la buena), pasión y perseverancia. A partir del primer flechazo por las barras transitó por un crescendo de desafíos.
El último fue en el año 2019, cuando inauguró Puente G, el proyecto que fusionó todas sus pasiones: coctelería, arte, cultura y gastronomía. Un power bar multifacético de 400 m2 de alto impacto escenográfico -dominado por una rutilante barra de ocho metros– pensado para que sus contenidos, temáticos y gastronómicos, evolucionen como un trabajo en progreso permanente, abierto y entretenido.
Hoy la propuesta tiene tres ramificaciones conectadas entre sí. La principal es la coctelería –creativa, alquímica y de alta calidad-, que se complementa a la perfección con la cocina multiétnica del chef Daniel García y con los vinos elegidos por Marcela Rienzo.
El menú presenta siete apartados (dedicados a siete puentes del mundo) que remiten al placer, al viaje imaginario, a los sabores del planeta y a la conexión cultural. Los productos de la barra son protagonistas absolutos. La comida los acompaña con peso especifico adecuado.
El cocktail Penton (gin, cordial de suico y agua tónica) es seco, perfumado y estimulante. Las empanaditas de osobuco, queso provolone y verdeo (Puente de la Mujer-Buenos Aires-Argentina) presentan masa hojaldrada y friable. Su carne desmechada es húmeda, sabrosa y suculenta.
Las croquetas de morcilla (Tower Bridge-Londres-Inglaterra) son redondas, doradas y suaves. La energía del alioli cítrico que las acompaña genera un contraste agradable. Los langostinos fritos (Golden Bridge-Da Nang-Vietnam) son grandes y de fritura impecable. Se regocijan en la dulzura de la leche de coco y de la mermelada de chile al que se suman juliana de mango, cubitos de palta y cilantro.
Finalizar con una tarta Limón Brûlée (Pont Nuef-París-Francia) síntesis lograda entre dulzura y acidez amable. Servicio muy cordial y profesional. Música a cargo de DJ.
Teléfono +54 9 11 3293 4128
Horario Miércoles a sábado a partir de las 18.
Instagram @puentegar Precio promedio por persona