Fuente: Ámbito – Un exclusivo blend de harinas, masa madre y una maduración de 24 horas en frío son la marca registrada en Santo Bar de Pizzas.
Facundo Elvadin es un joven emprendedor y abogado que decidió hacer un impasse en su carrera para crear, junto a su tío Carlos Fernández, un restaurante que le haga homenaje a la pizza. Declarados fans de la cocina por herencia familiar y porteña, probaron durante años y años hasta llegar a la receta que hoy en día ofrecen a quienes, caminando por la ciudad, eligen una porción de pizza o una empanada al paso: exclusivo blend de harinas, masa madre y una maduración de 24 horas en frío. La búsqueda del local fue una odisea, hasta que finalmente dieron con una excelente esquina de Palermo (Charcas y Godoy Cruz), en frente de Distrito Arcos, donde a fines de 2022 abrió sus puertas Santo Bar de Pizzas.
Se trata de un espacio pequeño, por demás acogedor, donde la iluminación tiene un papel principal: es tenue de noche y natural de día. Las paredes son en parte de ladrillo a la vista, otras están repletas de stencils que aluden a la pizza y otras con retratos del artista plástico Marcos Montiel. En una columna, un gran cartel de neón vertical reza “pizza for ever”.
Santo Bar de Pizzas cuenta con un gran caudal de público extranjero, sobre todo brasilero. Abren desde la mañana, con desayunos compuestos (clásico, tradicional y proteico), croissants rellenos, avocado toasts, pan de chocolate y scones de parmesano. Al mediodía, se proponen accesibles menús ejecutivos de tres pasos que complementan la extensa carta habitual. Y una pastelería casera, con opciones como cheesecake y lingote de carrot cake, pone el broche de oro a una oferta completa.
Demás está decir que la protagonista del lugar es la pizza: finas, crocantes y de bordes gruesos, disponible tanto en formato individual como mediana o grande de hasta dos gustos. En la amplia variedad del menú, destaca la Fugazzeta Rellena de 2 kg (rellena de mozzarella y jamón cocido, cubierta con cebollas en pluma, provolone, aceitunas y orégano) y la Gran Santo (con salsa de tomates, muzzarella, jamón cocido, provolone en dados, huevos a la plancha, aceitunas y orégano), entre otras.
El menú también incluye tres tipos de fainá, y sus empanadas —las otras estrellas del lugar— son de 120 gramos y se pueden pedir fritas o al horno. Las más recomendadas son las de osobuco braseado (con osobuco braseado seis horas, con ajo, cebolla, morrón y romero e integrado con zanahoria caramelizada).
Todo se combina con una selecta carta de vinos blancos y tintos, aperitivos y cócteles de la casa, como el Santo Rose (gin, triple sec, Campari, romero y pepino) y el Santo Spritz (Cynar, Aperol, sidra, golpe de soda, rodaja de pomelo y hojas de menta) en este spot ideal para visitar con amigos o familia mientras se pasea por Palermo por la mañana, tarde o noche.
Dirección: Charcas 4799, Palermo Soho.