La Nación ~ Quilmes lanzó una nueva partida de la cerveza colaborativa «La Pinta de la Paz» junto con la cervecería Mesta Nostra. Con la venta de este producto se recaudarán fondos para destinar al enlatado de nueve cervecerías artesanales afectadas por el aislamiento social.
Esta colaboración empezó el año pasado y tuvo el objetivo de mezclar los «dos mundos» de la cerveza: el industrial y el artesanal. «Este proyecto desmitifica que hay rivalidad y enfrentamiento, demostró que si se podía convivir», dijo Yuri Werefkin, maestro cervecero de Mesta Nostra. En busca de verde. Los barrios privados más requeridos para comprar lotes
Ambas compañías llegaron a una cerveza denominada «amber lager ale», por la mezcla de sus levaduras, y la describen como «una cerveza con cuerpo y aroma frutal». Este año tenían pensado relanzar el proyecto, pero la pandemia de Covid-19 giró su rumbo.
Con esta nueva iniciativa buscan colaborar con el sector ayudando de manera directa a cervecerías artesanales afectadas por la pandemia. La marca invitó a nueve artesanales a enlatar un total de 40.000 latas de cerveza, lo que equivale a 20.000 litros. Las cervecerías son: Bronx Cerveza, Rothenburger, Bretonia Brewery, Cerveza Castelo,Trent Craft Beer, Bulgara, Postanak Cerveceria Independiente, Costa de León y Cerveza Equum.
«Pensamos en cómo podíamos dar una mano a aquellos que están pasando por algo muy complejo, es importante tener una industria cervecera que empuje para el mismo lado», dijo Laura De Bona, gerente de marca Quilmes.
Este sector, como muchos otros, fue golpeado con las restricciones de la cuarentena. Con los bares cerrados, sin ventas y los barriles sin vender, cada día que pasaba era aún más devastador.
«La mayoría no cuenta con los insumos para la distribución, por ende que las ventas de la gran mayoría cayeron a cero por varios meses, fueron situaciones insostenibles. Muchas fábricas cerraron y otras están en camino -aseguró Werefkin-. Ayudamos a colegas para que continúen vendiendo sus líquidos, hay posibilidades y se puede salir adelante».
El proceso de enlatado del producto esta a cargo de Los Vascos, una empresa especializada en el mundo artesanal. Ya en la lata, cada productor de cerveza podrá distribuir y vender de forma independiente. «A las cervecerías les da la posibilidad de tener latas a un costo menor y a nosotros nos dio la posibilidad de conocer a colegas con los que seguiremos trabajando en este proceso», aseguró Matias Zubillaga, dueño de dicha empresa.
La versión 2020 de «La Pinta de la Paz» es en un formato de 473?ml y tiene un precio de $83. Ya está disponible a nivel nacional en la plataforma de e-commerce CraftSociety y en Capital Federal en Appbar. También, podrá encontrarse en supermercados y autoservicios del Gran Buenos Aires, Costa Atlántica y la Patagonia.
Las nueve participantes coinciden que la iniciativa de Quilmes es un gran empujón para el sector y suma al crecimiento de la categoría. «Nos ayuda a afrontar nuestros compromisos y a posicionarnos en el mercado con nuestro nuevo formato, para nosotros es una gran oportunidad – dijo Gabriel Castelnuovo, de Cerveza Castelo-. Estuvimos dos meses cerrados y tres meses sin producir, tuvimos una pérdida de 5000 litros».
«Nos permite introducirnos en el mundo «de las latas», ya que si bien contamos con equipos para embotellar, no tenemos la tecnología para enlatar y esto nos da una apertura a nuevos canales de ventas y que de distintos lugares puedan conocer nuestro producto», explicó Ivan Battista, de la cervecería Rothenburger de la localidad de Chivilcoy.
Cada cervecería podrá enlatar alrededor de 2500 litros y esperan empezar a venderlas a principios de octubre. A futuro, muchas de las cervecerías piensan seguir con el proceso de enlatado.»Estimamos que el consumo en lata estará en crecimiento en los próximos años», dijo Castelnuovo.