Fuente: Cronista ~ Sergio Roggio integra una de las familias más importantes del mundo empresario. Nos referimos a Benito Roggio e Hijos.
El nombre de la empresa está asociado a las obras de infraestructura más importantes de la Argentina; al subte de la ciudad de Buenos Aires, y a la gestión de residuos, agua y saneamiento. Es, sin duda, uno de los grupos empresariales más poderosos.
Pero en una mañana del 2006 Sergio se levantó con la idea de vender sus acciones a sus primos Aldo y Graciela, los otros dueños del grupo.
Sergio quería transitar su camino en soledad y su primer emprendimiento fue Sergio Roggio Resort con el que puso un pie en el negocio hotelero.
Y luego, compró un campo en la Cumbrecita, un pequeño poblado cordobés calcado a las pequeñas villas de los bosques bávaros o de la selva Negra.
La idea principal era crear un parque de entretenimiento de aventura alpina, con tirolesas, arco y flecha, senderismo y todo tipo de actividades propias de la cultura del centro de Europa.
El proyecto se completaba con el desarrollo inmobiliario y la cerveza llegó casi por casualidad.