Fuente: La Nación ~ Cuando a fines del siglo XIX y comienzos del XX el auto aún no era un medio de transporte que generara confianza plena entre los ciudadanos, algunos presidentes argentinos se movilizaban a caballo. Por este motivo, a pedido de Julio Argentino Roca en 1899, a pocas cuadras de la Casa de Gobierno en Alem y el Pasaje Tres Sargentos se erigió una majestuosa caballeriza. La obra estuvo a cargo del arquitecto italiano Emilio Agrelo, creador también de las Galerías Pacífico. Con el correr de los años, el recinto se convirtió en garaje de los autos oficiales y su esplendor quedó opacado por la grasa de las fosas para arreglos mecánicos y por las ambulancias de Casa Rosada. A partir de mediados de este año, el sitio volverá a sus tiempos dorados, pero a tono con la época: esta vez, convertido en un mercado gourmet.
El Mercado de los Carruajes nació de una iniciativa público-privada, a través de una licitación del edificio histórico y una inversión de unos seis millones de euros por parte de la empresa Mercado de los Carruajes SA, todo en sintonía con la intención del Gobierno de la Ciudad de convertir Buenos Aires en Capital Gastronómica de Latinoamérica. Basado en el modelo de los mercados europeos el de San Miguel en Madrid es el que más se le parece, el emprendimiento tendrá 40 locales comerciales, además de restaurantes y bares. «La idea es hacer un mercado modelo que jerarquice la ciudad. Buenos Aires es una capital muy importante como para no tener un ícono de estas características», explica Horacio Blanco, presidente de la empresa inversionista y desarrolladora del proyecto.
Con un tamaño de 4.200 m2 el citado San Miguel, por ejemplo, tiene tan solo 1.200, el emprendimiento unificará criterios clásicos de antiguos comercios de este tipo con las últimas tendencias del siglo XXI. Así, en sus pasillos convivirán la mercadería fresca como verduras, carnes y quesos, con los restaurantes de sushi o las hamburgueserías, entre otros.
Desde el gobierno porteño apuntan, sin duda, al turismo: «Un mercado así no va solamente a recibir turistas, sino que va a generarlos», sentencia Héctor Gatto, subsecretario de Bienestar Ciudadano del GCBA, a cargo del programa BA Capital Gastronómica. Blanco coincide: el turismo es una de las razones para la elección de un edificio del patrimonio histórico de la ciudad que atravesó al poder durante más de cien años.
«Con el tiempo, las caballerizas fueron sufriendo modificaciones por la incorporación del automóvil. El espacio interior cambió y ya no logra visualizarse con claridad», comenta Leontina Etchelecu, doctora en Historia del Arte y asesora en el área patrimonial del proyecto. «De todas formas, la fachada exterior se recuperará con el estilo arquitectónico original», añade quien hoy es testigo de las últimas etapas de transformación de una estructura que planea seguir siendo parte de la historia de Buenos Aires.