Fuente: La Nación ~ Federico Giuliano y Carlos Cejas tienen más de 15 años de experiencia en el rubro gastronómico y crearon Monti que fusiona la pasta con el concepto de fast food
Comida rápida, pero sana. Con ese objetivo en mente, los socios de Monti comenzaron a soñar con su empresa. Hace casi dos años crearon un restaurante de pastas en donde en 15 minutos los clientes pueden llevarse un plato caliente a sus casas e incluso tener una experiencia completa en el lugar. Arrancaron con un negocio en Boedo, hace días abrieron el segundo local en Belgrano y ya tienen planes para abrir franquicias.
Los socios fundadores, Federico Giuliano y Carlos Cejas, son dos emprendedores que tienen más de 15 años de experiencia en el rubro gastronómico y del fast food. Desde el principio se propusieron vender la clásica pasta y ofrecer platos más elaborados, todos hechos a partir de productos artesanales.
De un año al otro, su negocio creció un 300%. En un año donde el Covid-19 instaló desafíos para cada rubro y empresa, Monti pasó de facturar $500.000 a $1,5 millones. Sus dueños aseguraron que su presencia en redes y aplicaciones de comida los ayudó a crecer de esta manera.
Con una inversión inicial que estuvo alrededor de los US$15.000, Monti abrió sus puertas y recibe a más de 4000 clientes por mes. «Es una combinación de fast food, street food y tradición italiana de la pasta», dijo Cejas.
El valor promedio de los platos ronda los $350. Tienen desde tallarines y cintas hasta todo tipo de pastas rellenas. Los platos Monti tratan de agregarle al clásico mac and cheese americano y a los fideos a la parisienne los sabores únicos del chef. Tienen 14 variedades de salsas y también ofrecen sándwiches y ensaladas.
«Todo está pensado para no salir de la pasta. Tenemos ensaladas de fideos y sándwiches de albóndigas, que son las mismas que usamos para una salsa. Es la pasta vista desde distintos ángulos», explicó Giuliano.
Aseguró que cada cliente puede armar su plato como lo desee. Si decide comer en el lugar, en vez de la vajilla de plástico típica de los locales de comida rápida, Monti ofrece vajilla de loza para que los clientes tengan la sensación de que están comiendo en un típico restaurante.
Tiempos de aislamiento
Debido a las restricciones del aislamiento social, en marzo, estuvieron una semana con las puertas cerradas. De inmediato comenzaron a trabajar con las aplicaciones de delivery que les permitió consolidarse como negocio. «Al segundo mes volvimos a los niveles de venta de antes y al tercero triplicamos la cantidad de clientes. Estamos generando más tickets que en marzo y en 2019», explicó Cejas.
En tanto aseguró que es de los pocos lugares que ofrece este tipo de comida con dicha modalidad. «Tenemos una participación de más de un 60%, más de la mitad del segmento pasta», dijo.
Hace un mes pudieron incorporar el 25% del lugar y pusieron mesas en las veredas para los que eligen comer ahí. Con todos los protocolos de seguridad, Monti vuelve a tener la vida de antes.
Para el futuro, los socios están trabajando para incorporar más tecnología. Desde una aplicación para reservas de mesas hasta una en donde los clientes podrán ordenar su propia comida en cuestión de segundos.