Fuente: Clarín ~ Las cámaras que reúnen a restoranes, bares, pizzerías y heladerías negocian con el Gobierno asistencia para 2021. Los locales cerrados, la variante del REPRO y el descuento en el IVA.
Con caídas de hasta el 40% en sus ventas y el riesgo de cierre para varios muchos de sus establecimientos, el sector gastronómico es uno de los que más se vio afectado por la pandemia de coronavirus y también uno de los que más va a tardar en recuperarse, con variaciones: los locales de cercanía y en barrios enfrentan mejores perspectivas que los del microcentro porteño o las zonas cercanas a los teatros y las librerías.
En este contexto, el año 2021 es una incógnita: ¿cómo conservar las puertas abiertas mientras hay que levantar deudas y los ingresos siguen bajos? En las últimas semanas, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, viene manteniendo reuniones por zoom con una mesa de intercámaras gastronómicas conformada por distintas entidades: la Asociación de Propietarios de Pizzerías, Casas de Empanadas y Actividades Afines (APPYCE); la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC); la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA); la Cámara Argentina de Establecimientos de Servicio Rápido de Expendio de Emparedados y Afines; y la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF).
Uno de los principales pedidos de los empresarios gastronómicos es la continuidad, hasta junio de 2021 inclusive, del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) que establece asignaciones compensatorias de salario para pagar al personal de las empresas en crisis. “Esa ayuda viene dando un respiro muy importante a muchas pizzerías y casas de empanadas que, de otro modo, ahora estarían cerradas”, reconoce Natalia Lorena Fernández, presidenta de APPYCE.
Sin embargo, la persistencia del programa no está asegurada. A cambio, los gastronómicos recibieron la promesa de que, en caso de discontinuarse los ATP, se estudiarán opciones. “Hubo muy buena disposición de ambas partes. Incluso se habló de una alternativa para el sector que bien podría ser un REPRO adaptado a las necesidades de la gastronomía”, explica Ariel Amoroso, presidente de la AHRCC.
En el arranque de la cuarentena, Alberto Fernández se reunió con representantes del turismo y la gastronomía. También habían participado los ministros Eduardo De Pedro, Matías Kulfas y Matías Lammens,
Otros pedidos fueron una baja del 50% en el IVA y la aplicación de los saldos existentes de ese impuesto al pago de las contribuciones patronales. También se habló de facilidades crediticias. “Las empresas están pagando los créditos que sacaron en abril y mayo y nosotros estamos en un 60% -como mucho, un 70%- de los ingresos que teníamos antes. Además, en el caso de las heladerías predomina una baja rentabilidad por la imposibilidad de trasladar a los precios los aumentos de costos que tuvimos”, destaca Gabriel Famá, titular de AFADHYA. “Los establecimientos tienen que poder redefinir sus créditos para poder sostenerlos en medio de la crisis sin que se corte la cadena de pagos a proveedores”, explica.
Desde el cimbronazo que produjo la cuarentena estricta, a fines de marzo, la gastronomía viene creciendo en actividad de la mano de la baja de los casos de coronavirus y la flexibilización de las restricciones. Así y todo, los empresarios coinciden en que todavía falta para un restablecimiento completo.
Desde la AHRCC calculan que, tras la pandemia, entre un 12% y un 15% de los restaurantes, bares, cafés y confiterías de Buenos Aires habrá cerrado sus puertas para siempre. En cuanto a las pizzerías y casas de empanadas, según APPYCE hoy venden un 40% de lo habitual. “En las heladerías no estamos tan mal porque tenemos mucha relación con el delivery, pero recién vamos a recuperarnos del todo cuando la gente pueda salir a la calle, entrar normalmente a los locales, cuando los teatros estén llenos”, se sincera Famá.
“Lo peor todavía no pasó”, advierte Francisco Miranda, secretario de la Cámara de Cafés y Bares de la AHRCC. “Enero y febrero son meses de temporada baja para muchos establecimientos y ahora es cuando los dueños tienen que empezar a hacer frente a todas las deudas que se acumularon durante el año”, agrega. Según la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la Argentina (FEHGRA) y la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), en todo el país ya se perdieron 225 mil puestos de trabajo dentro de estas áreas.
Otro de los temas en el tintero tiene que ver con la regulación de las aplicaciones de envíos, que crecieron durante la pandemia y han llegado a imponer comisiones del 35% a los establecimientos que desean sumarse. Los representantes sectoriales concuerdan también en este reclamo, que compete al ministerio de Desarrollo Productivo y, específicamente, a la secretaría de Comercio Interior.
En cualquier caso, empresarios y funcionarios mantienen abiertos los canales de diálogo: “Desde el comienzo de la pandemia, las cámaras gastronómicas nos alineamos con el objetivo de unificar los reclamos y pedidos a los distintos entes gubernamentales. Tanto el sector público como el privado nos comprometimos a trabajar para elaborar herramientas a fin de proteger a las empresas y encontrar soluciones. De este modo, seguirán las reuniones y mesas de trabajo junto al ministro para dar pelea a la crisis que nos afecta”, resume desde la Cámara Argentina de Establecimientos de Servicios Rápidos un conciliador Marcelo Rojas Panelo, retomando un comunicado de la mesa intercámaras.
Hotelería y turismo, altamente endeudada
Los hoteles reabrieron en agosto sólo para esenciales y con estrictos protocolos.
Las entidades nacionales FEHGRA y AHT solicitaron al gobierno la prórroga de la Ley de Sostenimiento y Reactivación Productiva de la Actividad Turística Nacional hasta junio de 2021, según habilita una de las cláusulas de la norma. De acuerdo con un estudio de FEHGRA, en conjunto con Inveq Consultora Económica, el 90% de la hotelería y la gastronomía debió endeudarse para lidiar con las consecuencias de la pandemia y un 95% corre riesgo de no poder afrontar sus gastos cotidianos.
“La destrucción de empresas en estos sectores fue del doble que en el resto de la economía nacional”, indica Graciela Fresno, presidenta de la entidad. Los datos del INDEC para el segundo trimestre del año muestran la mayor pérdida de puestos de trabajo, con una caída del 35% (225.000 empleos), frente al 20% del total del sector privado.
“Sin la ayuda del ATP, posiblemente se hubieran perdido el triple de puestos en todas las ramas de la industria turística: hotelero-gastronómicos, agencias de viaje, transporte, excursiones, etc. Por otro lado, esos empleos perdidos habrían demandado asistencia estatal de todos modos: AUH, salud pública y ayudas económicas en general”, observa por su parte Roberto Amengual, presidente de AHT.