Fuente: Clarín – Ocurre en la zona de bares y restaurantes. Hay mucha gente que hasta pierde la reserva.
La cantidad de restaurantes y bares de la zona de Palermo ponen en evidencia la transformación del barrio y al mismo tiempo muestran algunas de las dificultades que se generan. Y como en otras zonas de la Ciudad que colapsan en momentos clave, aquí también se ven autos en doble fila, problemas para estacionar, trapitos y hasta garajes en los que la hora sale más cara que un plato.
Con solo recorrer la calle Cabrera, se empieza a ver lo que pasa cada fin de semana, e incluso miércoles o jueves, cuando el movimiento también es intenso. Los conductores de vehículos hacen sus pruebas: donde ven un hueco, hacen el intento de estacionar. Y cuando ven que no entran, frustrados, se van en busca de otro lugar y dan vueltas hasta encontrarlo.
“La verdad no sé a qué hora llegan los que encontraron lugar en la calle. Nosotros vinimos a las 19 a Capital y tuvimos que terminar en un estacionamiento después de dar varias vueltas”, explicó Marcela Ramírez, que cenaba con su marido y sus dos hijos en un restaurant sobre la calle Gurruchaga.
“Vinimos desde Lomas de Zamora a pasar el rato y es imposible estacionar. Recién salimos del garaje y es carísimo. Somos cuatro, básicamente vamos a tener que pagar un plato más con lo que nos va a costar el estacionamiento”, agregó ante la consulta de Clarín. Honduras y Fitz Roy. Una esquina de Palermo, en la zona de bares y restaurantes, donde estacionar puede ser más caro que un plato. Foto: Emmanuel Fernández
En toda la zona, los estacionamientos que están cerca de las calles con mayor cantidad de propuestas gastronómicas, cobran desde $ 1.200 a $ 1.500 la hora de estacionamiento. Y en una hamburguesería que cobra un combo de los más baratos a $ 2.280, es más económico comer que estacionar.
Si la opción es dejar el auto más lejos, por no encontrar lugar o para abaratar los costos, la hora tiene un valor de $ 800 pesos. Pero surge otro problema. Según los encargados de varios garajes consultados por Clarín, a partir de las 19 comienzan a llenarse y cerca de las 20 ya hay más lugar. “Las personas ven la gran diferencia que hay con el resto y no lo dudan”, manifestó un empleado de un estacionamiento de la calle Costa Rica. Honduras y Fitz Roy. Una esquina de Palermo, en la zona de bares y restaurantes, donde estacionar puede ser más caro que un plato. Foto: Emmanuel Fernández
Hernan Montenegro es encargado del bar Teseo, en Cabrera al 4.900, dijo: “Hay personas que han perdido reservas porque tardaron más de 20 minutos tratando de buscar un lugar. Por otro lado, están quienes los fines de semana vienen sobre la hora y me dicen que tardaron porque estaban buscando estacionamiento. A las diez de la noche las calles son un caos. Nos pasa a nosotros mismos cuando venimos a trabajar; si llego más tarde me cuesta encontrar algo”.
Cerca, un grupo de amigos que se reunió en una hamburguesería, cuenta su experiencia. “Dejamos el auto en un estacionamiento acá cerca. Ya no nos fijamos el precio, porque acá te volvés loca buscando. Vimos todas las calle estalladas y listo. Igual debería importarnos el precio”, dijo Mariana Delgado.
A su lado, su amigo Eduardo Proa, le reprochó: “Si te ponés a pensar en lo que gastamos en el restaurante y en el garaje, te das cuenta que pagar eso no es lo apropiado, deberíamos encontrar un lugar rápido y seguro”. Autos estacionados en doble fila, problemas para estacionar, garajes que cobran precios exorbitantes y trapitos que ven un negocio seguro en Palermo. Foto: Emmanuel Fernández
“Es una zona bastante transitada y con muy poco lugar para estacionar. Al público local se le complica un montón, tardan entre 20 o 30 minutos para encontrar un lugar. Me pasa incluso a mí, que cuando tengo que entrar a las nueve de la mañana, para poder conseguir estacionamiento, vengo a las ocho, una hora antes. Los precios de los estacionamientos son una locura”, señaló Juan, gerente del restaurante de Cabrera al 5127.
Según recoge de su experiencia diaria, ahora los clientes «corren un poco para terminar de comer porque se preocupan por la fracción». Hace referencia a que pagar una hora más, si se pasan cinco minutos, puede representar otros $ 1.500. Y agrega: «Antes teníamos convenio con un garaje, pero era tanta la demanda que no pudimos continuar”.
En Plaza Serrano hay más gente. Un cuadra antes de llegar el tránsito se para y los fines de semana hay cortes de calles. Los negocios casi no se ven por una obra que lleva adelante el Gobierno de la Ciudad. En la zona de Palermo los estacionamientos que están cerca de los lugares de mayor movimiento de personas, van desde los 1.200 a 1.500 pesos. Foto: Emmanuel Fernández
“El caudal de gente disminuyó un poco, de hecho acá estaba la feria y la pasaron para otro lado. Esta obra no deja que los clientes puedan ver bien los bares. Cómo está esto los autos aprovechan y pasan al lugar donde está cortado y estacionan ahí. Nos pasa a veces con amigos o conocidos que vienen a nuestro bar y nos dicen estoy hace una hora, así que estacioné a cinco cuadras”, detalló Natalia Lazarte, encargada de Digg.
“Esto es un quilombo de autos”, dijo una mujer al ser consultada mientras a pasos acelerados iba caminando por la vereda. “Hace un montón que estamos dando vueltas, aproximadamente hace media hora. Evitamos los estacionamientos porque son caros. Vinimos derecho, vimos el hueco y nos pusimos acá. Esto es un quilombo, todos estacionados en doble fila”, explicó Gastón Miranda, que recorre la Ciudad junto a su primo salteño.
Una cena de entre tres y cuatro horas puede sumarle al precio del ticket del restaurante hasta $ 6.000. Pero además, la frustración de no poder completar el cometido de salir a cenar. Es el caso de Rodolfo y Laura, que le contaron a Clarín que la semana pasada, tras dar vueltas durante una hora por la zona, optaron por volverse a su casa y pedir comida a través de un delivery.