Fuente: @osakabsas – En total son ocho emprendimientos entre los que se destaca la reapertura del mítico Osaka. Es la renovación de un emblema porteño muy exclusivo: vale 50 dólares el cubierto promedio.
La zona promete: ubicado en la frontera entre Colegiales y Palermo Hollywood, este nuevo polo gastronómico porteño es parte de un corredor culinario en ebullición. Pero el hecho que lo instala como noticia es la reapertura de Osaka, el restaurante top que durante 17 años fue el lugar donde comer los mejores ceviches, tiraditos, sushi y otras exquisiteces nikkei de la Ciudad.
Hasta el año pasado sus habitués sabían que detrás de la puerta de la esquina de Soler y Fitz Roy iban a encontrar gastronomía de nivel (y precio) internacional. Osaka, marca que surgió en Perú, dio su primer salto fuera de ese país en Buenos Aires para después consagrarse en el mundo con sedes en San Pablo, Bogotá y Quito y hasta en Miami.
Y si bien desde hace 11 años funciona un local en Puerto Madero por el que pasaron hasta los Rolling Stones, la flamante casa porteña renueva y perfecciona la propuesta de un pionero de este tipo de cocina en Buenos Aires con reconocimiento internacional: llegó a estar en el puesto 38 entre los mejores restaurantes del mundo del ranking 50 Best.
Cómo es el nuevo restaurante Osaka del flamante polo gastronómico entre Colegiales y Palermo
La fachada de Osaka en Colegiales. Foto: Martín Bonetto.
Escenográfico, contemporáneo y al mismo tiempo muy acogedor, desde su fachada el nuevo local -que demandó un millón de dólares de inversión- se impone con sus amplias dimensiones (casi 700 m2 entre espacios cubiertos y descubiertos para unos 160 comensales).
El recorrido que va desde la recepción y pasa por diferentes espacios para llegar al hipnótico fuego de la nueva parrilla de Osaka es entre objetos, imágenes, texturas y colores que remiten a Perú y Japón. La identidad nikkei, por ejemplo, se materializa en los keros, vasos ceremoniales incas, que le dieron nombre a un nuevo espacio independiente que incorpora el restaurante, Kero bar.El lateral aterrazado de Osaka en Colegiales. Foto: Martín Bonetto.
La larga barra de sushi y el sector de robata (antigua técnica gastronómica japonesa en la que se emplea el fuego en una parrilla de carbón para cocinar carnes y pescados) capturan todas las miradas. También la frondosa vegetación del lateral aterrazado que puede usarse los 365 días del año.
Qué comer y beber en el nuevo Osaka
Los habitués de Osaka saben que este es un restaurante donde dejarse llevar: “En general ni piden la carta, sino que tenemos un personal muy capacitado capaz de recomendarte y explicarte a la perfección cada paso. El comensal evolucionó mucho. Hace rato salió del salmón para probar otro tipo de pescas”, explica Agustín Latorre, dueño de Osaka.Una de las barras de Osaka en Colegiales. Foto: Martín Bonetto.
La carta la encabeza la sección de Nikkei Bar de donde salen sashimis, nigiris, ceviches, rolls, tiraditos y ensaladas. La multiplicidad y complejidad de texturas y técnicas que se puede encontrar en un pequeño bocado de Osaka es parte de su magia única.
Después está la sección de Izakaya: “Son nuestros platos de fondo, para compartir”, detalla el chef ejecutivo Leandro Bouzada. Dentro de ellos están los que salen de la nueva parrilla diseñada especialmente para este local: desde un plato de pulpo grillado con chimichurri nipón y papas andinas $ 39.300) hasta un lomo con puré al miso, salsa balsámica, aceite de trufa blanca y hongos al wok ($ 24.400).La barra de Kero Bar, la novedad de Osaka en Colegiales. Foto: Martín Bonetto.
Si bien continúan algunos clásicos como el Carpassion -un tiradito de salmón con una miel de maracuyá- y los mariscos al fuego -vieiras, langostinos y pulpo-, la evolución de la cocina de Osaka pasa por la sofitiscación de los productos: “De repente hoy usamos aceite de trufa o un foie de gras que hace diez años no estaban en el panorama de la gastronomía Nikkei”, explica el chef de Osaka cuyo cubierto promedio vale 50 dólares.
La gran novedad del nuevo local es la incorporación de Kero Bar, un espacio autónomo del restaurante, pensado para competir en las grandes ligas de la coctelería de la Ciudad. Por eso la carta de tragos a cargo del head bartender Nicolás Hernando creció exponencialmente.La cocina de Osaka, en constante evolución. Foto: Martín Bonetto.
Trabajan con diferentes técnicas (gasificados, clarificados, espumas, etc) y materias primas nikkei por lo cual el pisco y el sake tienen gran protagonismo en la carta. “Sumamos más cepas de pisco para difundirlas porque mucha gente desconoce que esta bebida tiene variedades de la misma forma que el vino. Se pueden probar puros (desde $ 3.000) o en cócteles”. Los sakes se pueden degustar desde $ 35.000.
Ofrecen desde tragos clásicos reversionados hasta creaciones de autor: tanto de la casa como de Osaka a nivel internacional. Un ejemplo, el Kintsugi Rock con whisky single malt y Campari, cocinados con café peruano e higos desecados, vermut y Punt E Mes. Tragos de autor y clásicos reversionados en Kero Bar. Foto: Martín Bonetto.
En la carta también hay cervezas locales, de Perú y de Japón. Otro dato importante del nuevo Osaka: su gran cava con 300 etiquetas de vino (la mitad de ellas joyitas enológicas fuera de carta).
Cómo es el nuevo polo gastronómico entre Colegiales y Palermo donde reabrió Osaka
Está ubicado en los locales de Concepción, un nuevo desarrollo inmobiliario de casi 82 mil metros cuadrados que queda sobre Concepción Arenal entre Zapiola y Conesa. Muy cerca de otro epicentro culinario, el que alberga a restaurantes y bares como La Mar, Aldo’s, Narda Comedor Diario y Uptown.La fábrica del taco en el nuevo polo gastronómico de Colegiales. Foto: Martín Bonetto.
“Vinimos acá porque queríamos conservar una esquina, este gran local cumplía con todos nuestros requerimientos y al mismo tiempo nos permitió no movernos lejos del Osaka original que funcionaba muy bien. Además porque esta zona tiene mucho futuro. Cuando se construya el predio donde siempre se hizo la feria Masticar (El Dorrego) esto va a explotar”, vaticina Agustín Latorre.
En total son 8 las marcas gastronómicas que eligieron estas coordenadas. Cinco de ellas están en pleno funcionamiento. Además de Osaka, ya abrieron La Fábrica del Taco (cadena especializada en cocina mexicana), la heladería italiana Antiche y las cafeterías de especialidad Nineveh y La Bici.La heladería italiana Antiche en el nuevo polo gastronómico de Colegiales. Foto: Martín Bonetto.
Y entre las que están por inaugurar se encuentran el Club de la Birra, el restaurante Maló y la cafetería de especialidad Perro. Pero no todo es gastronomía: en este nuevo centro comercial de la Ciudad también desembarcaron otro tipo de rubros como tiendas de indumentaria, la cadena de gimnasio Bigg y hasta un negocio de bicicletas, todas propuestas afines al tipo de público al que apunta la renovación de la zona.
Osaka. Concepción Arenal 2913, Colegiales. Lunes a domingos de 12:30 a 16 horas y de 19:30 a 00 hs. IG: @osakabsas