Fuente: Clarín ~ Más de un centenar de locales reclaman medidas de alivio fiscal y amenazan con abrir por la fuerza. Lanzaron este sábado una campaña en las redes sociales, para reabrir sus salones y volver a atender al público en la cuarentena por coronavirus.
«No más #sillasalrevés», es el nombre de la campaña, que sumó adhesiones en Twitter, Instagram y Facebook. Además, iniciaron una petición en el sitio Change.org, donde buscaban alcanzar 35 mil firmas. En los primeros minutos del domingo, ya se acercaban a las 30 mil.
El comunicado resume la angustiante situación económica y laboral de bares, restaurantes, cadenas de comidas y heladerías, que hace cinco meses mantiene cerrados sus salones y solo intentan sobrevivir con las ventas por delivery o por la modalidad take away.
El petitorio está dirigido a Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; Diego Santilli, vicejefe de Gobierno porteño; y Felipe Miguel, jefe de Gabinete porteño.
Por el kirchnerismo se encuentran mencionados Máximo Kirchner, jefe de bancada del Frente de Todos en Diputados; Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo de la Nación; Augusto Costa, ministro de Producción de la Provincia de Buenos Aires; y Santiago Cafiero, jefe de gabinete de la Nación.
En la carta pública alertan que, desde el inicio de la pandemia, se pierde el 75 por ciento del trabajo del sector. «Cada día que pasa 90 locales gastronómicos se ven obligados a cerrar, sin poder afrontar sus compromisos», señala el comunicado.
«La gastronomía en Argentina emplea de manera formal y directa a más de 350.000 personas. Implica que 1 de cada 15 asalariados del sector privado del país trabajan directamente en esta industria», señala el texto.
Gaston Wright, director de Change.org -plataforma que permite hacer peticiones- sostuvo que el pedido de la apertura inmediata de bares tuvo un éxito sin precedentes en la plataforma. «Nunca antes hubo tanta adhesión en tampoco tiempo. El pedido fue publicado el sábado a la tarde, y en pocas horas alcanzó cerca de 50 mil firma. Algo único».
Por su parte, Santiago Nosiglia, dueño de la cervecería Antares Recoleta, comenta que la situación no se aguanta más. «Estamos entre cerrar definitivamente las puertas o la desobediencia civil para poder sobrevivir». Su panorama de la cuarentena no es bueno y asegura que la llamada «nueva realidad» llegó para quedarse. «Lo que se daba antes, ya no va correr más. Ahora es adaptarse o desaparecer. La modalidad take away, la comida rápida y al paso, van hacer los nuevos hábitos de consumo. Los viejos hábitos, el del comensal que se sentaba para comer, va desaparecer. Los locales gastronómicos que se adapten mejor a esta nueva realidad van a sobrevivir, pero los lugares más tradicionales, que tienen estructuras enormes, no lo van a conseguir», comenta.
Nosiglia les pide las autoridades tanto porteñas como nacionales que abren ahora y que los ayuden a enfrentar los gastos. «El sector gastronómico ya venía golpeado por la recesión y la inflación. Ahora, con la pandemia, la situación se agravó mucho más. Necesitamos que nos liberen de impuestos, alquileres y gastos, ya que el sector es una de las fuentes principales de empleo joven. Muchos chicos tienen sus primeros trabajos en el sector. Esto corre peligro». Santiago es pesimista y agrega que el sector «está en peligro de extinción».
Carlos Yanelli, presidente de la Cámara de Restoranes, aseguró que ellos participan de la movida pero también explica que ellos están esperando a la reapertura. «Nosotros estamos en constate comunicación con las autoridades. Los protocolos ya están todos listos para funcionar. Pero necesitamos empezar a trabajar». Comenta que no todos en el sector gastronómicos están de acuerdo con el petitorio. «Hay quienes no quieren abrir ahora sin el visto bueno de las autoridades. Ya que va pasar un tiempo hasta que la gente vuelva a tomar confianza y sentarse a una mesa. Además nosotros pedimos, cuando se habiliten los interiores -que no sé cuando va pasar-, que podamos ocupar un 50% de la capacidad, y no un 30% como decían antes, eso no alcanza para afrontar los gastos de un negocio gastronómico».
También aseguró que es importante abrir los espacios públicos para poner meses. «ES para ayudar a todos lo que pueden sacar las meses a la calle. Pero no hay que perder el ojo a la inseguridad en aumento, que eso es un peligro para esa estrategia».
Además, remarca que –según estadísticas del Indec– la industria gastronómica se halla entre «las primeras 10 generadoras de valor en Argentina».
Luego pasa a un tema clave: los impuestos. «El nivel impositivo para la actividad en Argentina es el más pesado de la región de Latinoamérica», explica el comunicado, en el que se destaca que esta situación «irreal empuja» al sector a asumir «altos niveles de precio y de informalidad».
Por eso, no solo suplican la autorización para poder reabrir sus puertas a los clientes. También piden medidas económicas de protección al sector, como la ya otorgada exención del pago de dos meses de ABL en la Ciudad.
«Mitad de IVA, mitad de Ingresos Brutos, reducción de aportes y contribuciones. De aplicación inmediata y para todos. Es la única posibilidad que tenemos para sobrevivir», aseguran.
En el final advierten: «Los funcionarios municipales y nacionales que lo impiden, incumplen su función de generar progreso en Argentina».
En diferentes rincones del país ya se implementaron protocolos para permitir la recepción de comensales en los bares, bodegones y restaurantes. En algunos de estos lugares, como Salta y Jujuy, las autoridades debieron dar una eventual marcha atrás con los permisos ante rebrotes de coronavirus.
En el AMBA se destaca la situación en San Isidro, con un take away plus: sillas (sin mesas) en las veredas para disfrutar los platos despachados en los comercios, con distanciamiento social.
Después de la declaración de la cuarentena, se autorizó el envío a domicilio y el retiro en la puerta de los locales. Pero los empresarios aseguran que el volumen de ventas no alcanza para afrontar los salarios y el alquiler, entre otros gastos.
Ante esta situación, no fueron pocos los comercios que se reconvirtieron y cambiaron de rubro para pasar las dificultades económicas. Sin embargo, muchos locales gastronómicos se vieron obligados a cerrar sus puertas desde el inicio de la pandemia.
Entre los más renombrados están La Parolaccia (Puerto Madero), Hong Kong Style (Barrio Chino), El Trapiche (Palermo), La Flor de Barracas (Barracas) y La Rambla (Recoleta).