Fuente: Clarín Gourmet by María Florencia Pérez ~ Funciona al aire libre, en el Campo Argentino de Polo. Tiene capacidad hasta para 3 mil personas y cuenta con quince restaurantes y bares.
Un entorno y una ubicación privilegiada, un predio hasta ahora reservado para pocos que puede albergar de forma regular a cientos de personas y un seleccionado de restaurantes y bares curado por una de las cocineras más prestigiosas de Argentina. Comer y beber en Bocha, el nuevo paseo gastronómico a cielo abierto de Palermo, promete ser una experiencia diferente.
“Es como un patio de comidas pero en un lugar único y con una re buena oferta culinaria. Viene a sumar un polo gastronómico para todos. El que quiere tomar una cerveza o comer una porción de pizza y gastar poco, puede hacerlo. El que quiere sentarse en la parrilla y comer carne espectacular con una botella de vino mirando la cancha de polo, también”, resume Narda.
Bocha, un espacio de encuentro en Palermo. Foto: Martín Bonetto.
Bocha es parte de un nuevo concepto del Campo Argentino de Polo que pasa a llamarse Palermo Polo y deja de ser un lugar cerrado. Además, satisface una demanda ligada a las nuevas experiencia de consumo que impuso la pandemia: “Es como que todos descubrimos que nos encanta estar al aire libre”, dice Narda quien pretendió generar “un punto de encuentro para toda la familia” en estas coordenadas.
Cómo es el nuevo polo gastronómico Bocha
Bocha se encuentra en la parte central del Campo Argentino de Polo, donde durante todo el verano ya funcionaron tres propuestas gastronómicas independientes de este paseo: Imperial Beer house, Nómade y Cruza.
Bocha funciona los fines de semana. Foto: Martín Bonetto.
Los 15 nuevos restaurantes y bares están entre los dos campos de juego. La mayoría son mostradores que comparten mesas en una galería abierta bajo techo o al aire libre con vista a la cancha.
Para Narda, el entorno es un gran valor agregado: “Bocha no está inspirado en ningún lugar similar de otro país del mundo porque una cancha de polo es algo único. Tiene una accesibilidad espectacular y muchísimo verde: hay árboles que tienen 80 años, pajaritos de todos los colores… En invierno pondremos calentadores y algunos lugares se pueden cerrar, va a funcionar todo el año”, explica.
Bocha permite descubrir un espacio antes reservado exclusivamente para el mundo del polo. Foto: Martín Bonetto.
Por haber sido pensado a cielo abierto se trata de una muy buena opción para una actividad que suele ser desafiante para padres y madres: salir a comer con chicos. “Vamos a tratar de tener bastante contenido infantil. Es un lugar seguro porque es cerrado, si no hay partido los nenes pueden cruzar y correr por la cancha. Además hicimos una mini plaza de juegos”, cuenta la curadora de Bocha.
En principio funciona los fines de semana desde el mediodía hasta la noche con una capacidad para mil personas de forma regular y hasta 3 mil cuando hay eventos especiales como la inauguración de hoy. Durante las primeras semanas, los organizadores sugieren chequear horarios y actividades en su cuenta de IG: @bochapolo.
El ingreso es por Avenida del Libertador 4096. Quienes acceden con auto pueden usar el estacionamiento privado (y pago) del predio. En Bocha no se cobra entrada, solo se abona lo que se consume y el rango de precios es amplio: los platos más económicos rondan los $ 600.
Qué comer y beber en Bocha
Apu Nena, uno de los restaurantes presente en Bocha. Foto: Martín Bonetto.
La mayoría de los bares y restaurantes de Bocha ya están establecidos en otros lugares de la ciudad. Es el caso de Apu Nena, el local de tapas asiáticas de la cocinera Cristina Sunae, que desembarca con sus dumplings, sus panes al vapor, sus empanadas veganas y sus pinchos de pollo.
También está Dogg (hamburguesas y hot dogs) y Togni’s, el “slice shop” de pizza que ya venía funcionando con mucho éxito en Belgrano. Además, Ribs al río, que tiene un público fiel que los sigue en su local con vista al río en Costanera. Es un mostrador con muchas opciones: sus ribs ahumadas artesanalmente y sus papas fritas “adictivas” son dos de los imbatibles de la casa.
La pizza de Togni’s presente en Bocha.
Hay debutantes como Planta, una propuesta cien por ciento vegetal y casera: panchos de zanahoria ahumada, ensalada Caesar con tofu crocante y pastelería vegana, entre otras opciones.
También genera mucha expectativa la primera experiencia frente al público de Vika cocina, el local de platos armenios de la joven cocinera Victoria Karamanukian, “apadrinada” por chefs seniors que admiran su trabajo. La oferta de los puestos se completa con Pepe (parrilla al paso), Shafe (almacén natural), Haiku de Yafuso (cocina japonesa) y tiendas de bebidas.
Los tragos de Bardo en Bocha. Foto: Martín; Bonetto
Dentro del paseo también funcionan bares y restaurantes convencionales (con mesas y sillas en sus propios salones). Bardo, el ex bar itinerante de Inés de los Santos desembarca en Bocha con una carta de cócteles, bebidas, sándwiches, ensaladas, quesos, fiambres, etc. “Vamos a tener tragos que mariden bien a nivel organoléptico y conceptual con la oferta de nuestros vecinos”, cuenta la bartender.
La chef y alma mater del lugar, Narda Lepes está a cargo del restaurante epicúreo de HSBC, que también funcionará para eventos corporativos o sociales. Hay otras dos propuestas en locales cerrados: Capital Vinos – Wine Bar del sommelier Maco Lucioni y la Parrilla Pepe de Juan Carlino, ex dueño de Lumbre Fuegos Argentinos que tuvo su último local en Las Cañitas.
El pulled pork sandwich de Ribs al río en Bocha.
Hoy por ser el día de inauguración, Bocha abre a las 17. Habrá un show de Topa y una plaza de juegos con actividades para los más chicos. Al atardecer, será el turno de bandas como Miranda, Bandalos Chinos y La Coneja China. Dato importante: hay que llevar pase sanitario.