Fuente: Clarín ~ Fue una de las cocineras más emblemáticas de la Argentina. Editó más de 50 libros y trabajó en televisión desde la década del 60. Fue una de las cocineras más emblemáticas de la Argentina.
Editó más de 50 libros y trabajó en televisión desde la década del 60. Choly Berreteaga llegó con sus recetas fáciles a miles de hogares. Falleció este miércoles a los 91 años.
Su documento decía María Esther Brañeiro, pero todo el mundo la conocía como Choly. Nació en Galicia el 9 de octubre de 1927, pero vivió desde muy chica en Argentina, en Castelar, su lugar en el mundo.
Choly tuvo tres hijos. Fue profesora de piano, francés y gastronomía, pero una participación en un segmento para cocineros no profesionales en «Buenas tardes, mucho gusto», uno de los programas míticos de la TV argentina, le cambió la vida. El ciclo tenía un segmento que se llamaba «Hoy colabora usted». Choly mandó una carta para participar: allí fue, cocinó y terminó incorporándose al staff del programa, al igual que ocurrió con el médico Alberto Cormillot.
Berreteaga también trabajó como cocinera en diversos emprendimientos gastronómicos, pero fue la TV el lugar donde hizo su carrera. Desde ese debut televisivo en 1963, no paró. En «Buenas tardes, mucho gusto» se volvió muy amiga de Doña Petrona, quien le heredó secretos e incluso algunos trabajos.
En los 80, se convirtió en una de las figuras más destacadas de Utilísima. Siguió cocinando en cable, cuando se creó la señal Utilísima Satelital en los 90, y continuó en el canal cuando se reconvirtió en Fox Life. Cocinó frente las cámaras hasta los 86 años y se despidió en un ciclo que se llamó «50 años junto a Choly».
En medio siglo en la TV, el sello de Berreteaga fueron las recetas ricas y simples de resolver. Esa expresión que se convirtió en su marca, «Cocina fácil», fue el título de su programa en Utilísima y también el eje de su libro más popular: «Cocina fácil para la mujer moderna», que publicó en 1976. Fue un best seller: desde entonces, y con varias reediciones, lleva vendidos más de un millón y medio de ejemplares.
Tanto frente a las cámaras como frente a las teclas, Berreteaga era muy prolífica: escribió más de 50 libros. La mayoría de ellos los hizo junto con su nieta, la periodista Paulina Maldonado. «Cada vez que terminábamos un libro, dábamos una vuelta olímpica», recuerda Maldonado, que comenzó a colaborar con su abuela a los 16 años.
Berreteaga con tapas de revistas que la tuvieron como protagonistas (EFE)
Ella remarca que Choly «fue una mujer muy moderna que trazó mucho para todas las que vinimos después». Súper activa y vital, su último libro, «Cocina antidelivery», lo publicó hace sólo tres años. Homenajeaba a los que quería con sus platos, pero también con otra de sus pasiones: el tejido. Adoraba tejer mantas de patchwork, que daba como un regalo especial.
También se vinculó con cocineros jóvenes, como Narda Lepes, con quien tenía, cuenta Maldonado, una muy buena relación. Y enseñó a cocinar a varias generaciones. «Estoy convencida de que la cocina es un verdadero acto de amor. Aunque sean unos fideos con aceite o una torta que sale medio torcida… Siempre es mejor que comprar algo hecho, porque está hecho con cariño», decía en julio de 2010 en una nota en Clarín.
Según su nieta, Choly vivió intensamente. El martes por la noche, en su casa, se descompensó y la trasladaron a la clínica Bazterrica, donde murió este miércoles. Tendrá un velatorio íntimo, en su Castelar. Y permanecerá en el recuerdo de todos aquellos a los que les enseñó una técnica, una receta, un plato, haciendo fácil la cocina.