Fuente: iProfesional ~ Un usuario de YouTube que vino a Buenos Aires compartió un video donde comparó lo que es comer un asado caro con uno económico. Estos son los precios.
Si tenés dónde encender un fuego en tu casa y podés prescindir de ir a algunas de las tantas buenas parrillas que hay en Buenos Aires, entonces es importante sacar cuentas previamente. Sucede que el precio de la carne es uno de los tantos dolores de cabeza que tiene el Gobierno en la «guerra» contra la inflación.
El último dato publicado desde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) marcó un 6% de inflación general en abril, por encima de las proyecciones de la mayoría de los analistas del mercado.
Con ese porcentaje, la inflación del primer cuatrimeste del año alcanzó a 23,1%. En tanto, la inflación interanual (de los últimos 12 meses) llega al 58%. Este último dato es el peor que se tiene registrado desde el año 1992, treinta años atrás, cuando en enero el acumulado anual había sido del 76%.
Esta suba encareció considerablemente el costo de hacer el famoso «asado de los domingos«. Todo un clásico argentino que es cada vez más costoso y que, según demuestran las propias estadísticas del sector, se repite cada vez con menos frecuencia. La inflación encarece considerablemente el precio del asado
Parrilla cara versus parrilla económica
Para referirse a este tema, el usuario de YouTube Coco Maggio, un argentino que vive en Perú y que vino de visita a Buenos Aires,subió un video sobre los diferentes precios que hay en la carne, y cuánto puede variar comer asado.
«Acá se puede conseguir carne de calidad prácticamente en todos los lados y hay precios para todos los gustos», comienza diciendo el joven youtuber.
«Hay carne rica, buena y sabrosa por un precio muy cómodo y también hay carne de calidad Premium desparramada por todo el mundo. Por eso hoy los invito a hacer un versus de parrilla cara y parrilla económica«, agrega.
La primera parrilla que visitan es Don Julio, una de las más famosas de Argentina, y reconocida a nivel mundial. Allí, un asado de muy buena calidad, que incluía chorizo, mollejas, chinchulines, provolone y vacío para tres personas más la bebida tuvo un valor de 18.120 pesos (unos 90 dólares al cambio en que se subió el video, un mes atrás).
La comparación fue con una parrilla más popular y económica, Lo de Charlie, en donde también pidieron chinchulines, tira de asado, papas fritas y postre, además de la bebida. En este caso, el costo fue de 4.870 pesos (unos 20 dólares)
La carne se lleva los mayores aumentos
Si analizamos la Canasta de Carnes, desde diciembre 2019 a marzo 2022, veremos que este gobierno se lleva en estos productos los mayores aumentos, en donde el asado aumentó un 235%, el corte «nalga» 219%, la carne picada 218%, la paleta 217% y el cuadril 203 por ciento.
De acuerdo al informe del Mercado Ganadero de Rosario, los últimos aumentos de esta canasta fue lo que empujó a la aceleración inflacionaria en el rubro de los alimentos.
Para esta canasta, el gobierno lanza así más medidas para morigerar los precios como el «programa de cortes cuidados» que regirá todo el 2022 en más de 1000 bocas de expendio, tanto en cadenas de supermercados como en carnicerías adheridas.
Con Alberto, una inflación de más de un 131% acumulada
El gobierno de Alberto Fernández en sus primeros 27 meses está dejando hasta el momento una inflación de más de un 131% acumulada. Se insiste en responder a este problema con las mismas recetas de antaño que no funcionaron.
Además, se sigue sosteniendo que la escalada de precios tiene origen en los especuladores y codiciosos comerciantes que aumentan el valor de los bienes y servicios para incrementar sus ganancias a costa de los consumidores.
Sin embargo, el aumento en todos los precios es debido al desequilibrio fiscal que mantiene el Estado nacional. Para atacar el problema, los policymakers deben ser capaces de reconocer que en estos 27 meses solo tomaron medidas para mantener de pie el déficit fiscal.
Lamentablemente, la inflación para Argentina no es un fenómeno nuevo ya que está presente desde hace décadas. Si tomamos los datos desde el 2011 hasta hoy, en el 60% del tiempo en estos años, la inflación se ubicó entre el 21% y 40 por ciento.
Si continuamos con medidas que siguen sin atacar el desajuste fiscal, la Argentina se podría convertir en un país en donde la única salida será esperar a la hiperinflación para tener un nuevo inicio y reseteo de la mirada política para resolver uno de los problemas más importantes.