Fuente: La Capital de Rosario ~ Después de que el gobierno provincial suspendió las reuniones sociales y afectivas en los hogares hace una semana (una medida que ahora se tomó a nivel nacional hasta el 16 de agosto), los encuentros se multiplicaron en bares y restaurantes de la ciudad, lo que obligó a reforzar los controles y el mensaje de prevención para minimizar el riesgo de contagios, en el marco de la pandemia de Covid-19.
De acuerdo a los relevamientos de distintas áreas municipales, el último fin de semana se notó un incremento de concurrentes, sobre todo en las zonas de Pichincha, Pellegrini y en los bares que están ubicados en zonas cercanas al río.
En este escenario de refuerzos de operativos de control y fiscalización, siete locales fueron clausurados entre viernes y domingo por diversos incumplimientos, entre los que se destacan la falta de distancia entre las mesas, personal sin barbijo, y falta de alcohol en los ingresos. También se detectó que la cantidad de personas era superior a lo establecido por el protocolo.
En tanto, las autoridades municipales se encargaron de resaltar que ya no se verifican tantas clausuras por sobrepasar el límite horario, como sucedió en el inicio de las reaperturas de este tipo de locales.
Hasta el momento, el número de clausuras asciende a más de 50, y desde la Municipalidad prometen “ser cada vez más rigurosos en la exigencia del cumplimiento de las medidas, porque estamos cuidando la salud de los asistentes pero también al personal y a todo el rubro”, destacó Sebastián Chale, secretario de Desarrollo Económico y Empleo.
El funcionario municipal remarcó que más del 80 por ciento de los locales gastronómicos cumple con los protocolos, pero puntualizó que es necesario “incrementar ese porcentaje todo lo posible”, en un momento en el que el número de casos sube diariamente en Rosario.
Lo que ocurre en este sector multiplica la preocupación en las áreas de control de la Intendencia, ya que es un sector de riesgo desde el punto de vista epidemiológico. Desde que hay circulación comunitaria en la ciudad de Rosario, fue necesario recurrir en muchas oportunidades a las listas de clientes de los bares para poder rastrear los contactos más estrechos, a causa de algún caso positivo.
De allí que las autoridades locales consideran muy importante remarcar que deben realizar reservas previas, por vía telefónica, para tomar los datos de los asistentes, y dejar nombres y teléfonos al llegar.
En algunas ocasiones, cuando no es el bar el que solicita esta información, muchas veces son los propios clientes los que piden ser registrados, porque resulta fundamental para hacer el seguimiento si fuese necesario. Así lo ratifican testimonios de titulares de bares, restaurantes y cantinas de la ciudad.
Ayer, Mendoza decidió cerrar bares y restaurantes por 15 días, y el dato preocupó especialmente al sector en Rosario que ya lleva dos meses de actividad poscuarentena estricta.
Acciones urgentes
En los últimos días, desde la Municipalidad de Rosario salieron a reforzar el mensaje que apela a la responsabilidad ciudadana para minimizar el riesgo de contagios en cantinas, bares y restaurantes, que son unos 900 en la ciudad. Además de los dispositivos de controles habituales, que implican movilizar a 150 o 200 agentes por fin de semana, ya entregaron 65 mil individuales que tienen escritos los puntos centrales de indicaciones que permiten reducir la posibilidad de infecciones entre los asistentes.
Entre las recomendaciones sanitarias más salientes están:
• Mantener la distancia entre mesas (que debe ser de dos metros entre mesas).
• No más de 6 personas por mesa.
• Utilizar barbijo mientras se conversa o se atraviesa el período de espera para que arribe el pedido. Sólo quitárselo para comer o beber.
• No compartir vasos, ni cubiertos, ni salero, ni servilleteros.
• Evitar circular dentro del local (un tema complejo en los lugares nocturnos con gente joven).
• Evitar tocarse la cara.