Los empresarios de la gastronomía transitan mayo pero con la cabeza puesta en los sueldos de junio. Complicaciones para cubrir lo acordado con sindicatos
Otra vez fuera de la flexibilización establecida por el Gobierno nacional en la renovada etapa de cuarentena, los restaurantes, bares y confiterías de la Ciudad transitan mayo entre la desesperación y el desasosiego.
Ocurre que, aunque reciben ayuda estatal para cubrir la mitad de cada uno de los salarios, los empresarios ya dan por descontado que no podrán hacerse cargo del 25 por ciento restante -llegaron a un acuerdo para abonar el 75 por ciento de los sueldos- en junio a partir, justamente, del ingreso cero que sigue generando el veto a la actividad.
En ese tren, desde el ámbito de los comerciantes porteños expresaron críticas contundentes al accionar de los bancos privados, que según indicaron a iProfesional desde la entidad que agrupa la gastronomía en Capital Federal no han entregado al sector una sola de las líneas de crédito al 24 por ciento promovidas por el mismo Gobierno.
En diálogo con este medio Ariel Amoroso, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC), organización que reúne a más de 8.000 establecimientos sólo en esta parte del país, sostuvo que en lo que va del parate generado por el Covid-19 «el sector de los bancos privados no ha dado una sola respuesta aunque sabe que estamos al borde de la quiebra generalizada».
«Sólo tuvimos respuestas de parte del banco Ciudad. El resto, los privados en sí, nos siguen pidiendo la apertura de carpetas de crédito, la revisión de antecedentes, todo en plena crisis. De ahí que no nos han dado ayuda aunque, como se sabe, son créditos que cuentan con respaldo del mismo Estado. Y que el empresariado está pidiendo para pagar sueldos e impuestos, que en el caso de la luz tiene un costo exhorbitante, no para enriquecimiento de los dueños de los restaurantes», dijo a iProfesional.
«¿Cómo puede ser que incluso teniendo al mismo Estado como fondo de garantía no liberen los créditos? Hemos recibido el acompañamiento del presidente Alberto Fernández, que instruyó a Matías Lammens y al mismo Matías Kulfas para que trabajen en ese tema. Y así se ha hecho. Sin embargo, los bancos siguen sin prestar. La falta de financiamiento pone en riesgo el pago de ese 25 por ciento que nos corresponde los salarios», añadió.
Luz verde para el «take away»
Amoroso mencionó como un poco de oxígeno la decisión oficial de liberar el «take away» -comida para llevar- en la Ciudad, aunque reconoció que la modalidad tendrá un impacto positivo mínimo en la caja de los restaurantes.
«La posibilidad de facturación que permite es muy inferior al mismo delivery, que en el mejor de los casos representa el 10 por ciento de lo que mueve un local gastronómico. Lamentablemente, tenemos la certeza de que estaremos entre los últimos rubros que volverán a la actividad en este escenario de pandemia», comentó el directivo.
«A la par de la falta de clientes locales, el sector es consciente de que habrá enormes dificultades para volver a operar en las zonas que tradicionalmente dependen del turismo. Puerto Madero, por ejemplo, seguirá afectado a largo plazo. Estará entre los últimos sitios que volverán a tener un determinado movimiento comercial. Y eso entendemos que no ocurrirá este año. En ese caso específico la incertidumbre pasa por quién logrará volver a abrir otra vez. Otra zona afectada de la que no se sabe qué ocurrirá a futuro es Costanera«, concluyó.
Modificación de vencimientos
«A excepción del delivery u otras modalidades muy menores de venta, hoy la mayoría de los restaurantes están cerrados. Alquileres e impuestos complican la situación de todos. Respecto de esto último, pedimos que se modifiquen los vencimientos y no obtuvimos respuesta. En el caso de la energía eléctrica, ya hay emprendimientos con deudas millonarias porque se sigue cobrando la potencia contratada aunque el restaurante no esté funcionando», precisó Graciela Fresno, presidenta de la federación FEHGRA, a iProfesional.
Aunque no detalló cifras, Fresno reconoció que en el ámbito de la gastronomía hay puestos de trabajo que se perdieron en lo que va de la cuarentena. «No hay espalda para seguir aguantando. En marzo a duras penas se pudieron pagar todos los sueldos. Muchos se endeudaron con créditos para, justamente, cubrir los salarios. Es un momento negativo que no tiene comparación en la historia», afirmó.
Escenario post cuarentena
Hace unas semanas, Amoroso enfatizó ante iProfesional que el protocolo a aplicar para el funcionamiento de los restaurantes post cuarentena «girará en torno a que nadie esté cerca de nadie», y que a partir de ahí hay que pensar un escenario gastronómico «para el que habrá que modificar las formas de consumo».
«Las cosas no volverán a ser como las conocíamos por un buen tiempo. Habrá que olvidarse de los restaurantes con 200 o 300 personas. También se aplicarán restricciones en la cantidad de mesas disponibles en las veredas. Si bien es cierto que el sector necesitaría cubrir la mayor cantidad de cubiertos posibles por la nula recaudación en estas semanas, la realidad que impone la pandemia obliga a lo contrario. Habrá una oferta acotada de lugares hasta que la situación de la enfermedad esté controlada», anticipó.