Fuente: ZNV ~ La sexta edición del festival gastronómico se realizó durante cuatro días en el Centro Municipal de Exposiciones. Hubo más de 30 stands de diversos restaurantes, música en vivo y clases gratuitas de reconocidos chefs.
Sol, música y mucha comida fueron los ingredientes principales de la sexta edición del festival gastronómico Bocas Abiertas del que participaron más de 30 mil personas en el Centro Municipal de Exposiciones (Del Barco Centenera y el Río).
“Estamos felices por la gran convocatoria del evento, que surgió de una idea pensada entre nuestros chefs del Bajo y el Municipio. En este lugar se vive un entorno mágico a orillas del río, con muchas familias disfrutando del arte, música y gastronomía. La propuesta crece cada año y seguimos cumpliendo con los eventos culturales que pide la gente”, expresó el intendente Gustavo Posse, minutos antes del cierre del evento.
Durante cuatro jornadas, los asistentes pudieron degustar 100 platos distribuidos en más de 30 stands de restó y food trucks con sus principales chefs en primera línea. En el centro del predio, se ubicó un gran patio de comidas con mesas de madera para saborear los variados menúes y bebidas.
En el escenario principal se realizaron más de 15 clases magistrales y demostraciones donde no quedó secreto por develarse. Una lista de cocineros que incluyó a Maru Botana, Juliana López May, Mauricio Asta, Ximena Sáenz, Jimena Monteverde, Fabio Alberti, Pablo Buzzo, Felicitas Pizarro, Julieta Oriolo, Roberto Ottini, Marta Ramírez, Martín Lukesch, Tefi Russo, Daniela Butvilofsky y Fernando Trocca, entre otros.
“Este evento es para toda la familia. Una fiesta en la que se come muy bien, se baila mucho y todo el mundo tiene esa sensación de estar de vacaciones. El ambiente es distinto, esto es una de las grandes cosas que puede hacer un Municipio al lograr que los ánimos se encausen para cierto tipo de emociones que hacen a la convivencia y las ganas de seguir jugando juntos”, sostuvo Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura de San Isidro.
Otra de las opciones elegidas por los visitantes fue el paseo de compras con productores de alimentos, variedades de huertas y accesorios del rubro. Cercano a esa zona, se ubicó el sector para los niños, con una miniverdulería, talleres de pastelería, dibujo y pintura.
Ni bien terminado el festival, el chef Diego García Tedesco, emprendedor y uno de los organizadores, comentó: “A través de este festival, la gente conoció mejor la gastronomía del Bajo de San Isidro y es muy conmovedor lo que se genera. Trabajaron unas 500 personas para hacer felices a los más de 30 mil visitantes. Los cien platos reflejan la variedad de la cocina local. Fue todo un éxito”.
La variada carta de Bocas Abiertas se completó con tragos, postres, vinos de alta calidad, la primera edición de la Alfajor Contest, la copa que se llevó el mejor alfajor argentino. Sumado a la “Chimi Cup”, un torneo donde el público pudo llevar su chimichurri para competir por la mejor receta del año.
Pero como en toda gran fiesta, no faltó la música de la mano de bandas locales e importantes intérpretes como: Willy Crook & Funky Torinos, la César Pavón Orkesta, Marcelo Moura y Coronados de Gloria, entre otros, DJs, y un bosque iluminado que anoche estuvo habitado por un saxofonista que alternó sin horarios fijos con un violista y un bandoneonista.
Parte de la recaudación del festival será destinada a entidades comunitarias del Bajo, los Bomberos de San Isidro, el Hospital Central, y a capacitar en la Fundación Ott College a chefs y ayudantes de cocina del Polo Gastronómico.
Al lado de sus hijos, Silvia Patrilo que se vino desde Lanús, dijo: “Es la primera vez que vengo, me encantó. Estoy sorprendida por el nivel de la gastronomía, se nota que la organización es muy buena. Mis hijos me recomendaron el evento”.
Sin dejar de comer, Luciano Mastrángelo de Beccar, agregó: “Me parece una feria muy canchera, se produce un lindo intercambio con los cocineros. Aquí se vive un momento único en familia y con amigos. Cada año está mejor”.
“Está buenísimo que este festival sea al aire libre y que podamos conocer los restaurantes de la zona en un mismo lugar. Incluso hay bandas que pasan por las mesas, mientras uno come. Felicito al Municipio por esta idea y por el predio que es hermoso”, concluyó Luciana Lema de San Isidro.