Fuente: La Nación ~ MAR DEL PLATA.- Punto uno: garantías de que el recorte horario no será más profundo en el resto de la temporada. Punto dos: una hora más de funcionamiento, hasta las 2. La reunión entre comerciantes autoconvocados del rubro gastronómico dejó esta petición para las autoridades provinciales y municipales, que desde esta madrugada implementan una veda desde la 1 hasta las 6 para todas aquellas actividades no esenciales, todo en busca de reducir riesgos de nuevos contagios de coronavirus.
Con dientes apretados, gesto que resume bronca e impotencia, acataron casi al pie de la letra la medida que se puso en práctica esta madrugada y que tuvo un acatamiento casi plano. Salvo excepciones, todos los comercios gastronómicos cerraron puntuales con el nuevo horario que deberán cumplir de aquí en más. Al menos hasta que mejoren las condiciones sanitarias y se pueda volver a un escenario de mayor normalidad.
El municipio confirmó hoy que clausuró tres comercios por incumplimiento del horario de cierre. Todo en el marco de un operativo que también incluyó actas de infracción para otros cuatro establecimientos y la desarticulación de diez fiestas clandestinas.
En el sector, en particular la gama de los bares y cervecerías, saben que están perdiendo entre una y dos horas de facturación importante. Aún más valiosa si se toma en cuenta que estuvieron cerrados buena parte del año y que esta temporada, que es siempre el momento más esperado para recomponer caja, transcurre con menos de la mitad de turistas logrados durante misma época del último verano.
«Hicimos todo lo que había que hacer durante todo el año, cumplimos con todo lo que nos exigieron e invertimos en instalaciones al aire libre, ahora les pedimos una hora más para trabajar», resumieron Luciano Chaia, Lautaro González y Hernán Szkrohal, todos responsables de locales gastronómicos de distintos puntos de la ciudad.
Anoche la nueva normativa se cumplió casi a rajatabla. Aunque algunos empresarios y comerciantes del sector habían amagado con alguna resistencia, la noche lluviosa, el riesgo de multas y la cercana presencia de organismos de control llevaron a que después de la 1 esos locales estuvieran cerrados.
Entre quienes son protagonistas del rubro asoman algunas diferencias porque cada uno tiene una dinámica particular y un público distinto. No son lo mismo los restaurantes que tiene cenas hasta medianoche o algo más que los bares y cervecerías que disponen clientela que transcurre entre el atardecer y la primera madrugada o los que eran discotecas y ahora se reconvirtieron bajo protocolos de burbuja social, pero estiraban su funcionamiento hasta el amanecer.
En ese orden, de menor a mayor, sufren el impacto de la resolución que tuvo origen en el gobierno nacional, acataron las autoridades de la provincia de Buenos Aires y desde esta madrugada hacen cumplir agentes municipales y organismos de control y fuerzas de seguridad bonaerenses.
Otros rubros de entretenimiento han quedado fuera de esta discusión. El teatro, por ejemplo, con pocas obras en cartelera pero que terminan antes de medianoche. La cuestión es que varios de los que se retiran a esa hora de esas salas pretenden cenar, y el tiempo que les queda por delante se aprieta contra el horario de cierre de los restaurantes.
«Hay noches que perdemos parte del primer turno de restaurantes porque el buen clima hace que la gente vuelva de la playa muy tarde», destacaron Chaia, González y Szkrohal, al cabo de una reunión de la que participaron casi medio centenar de representantes del sector gastronómico.
Desde lo institucional ya hubo la semana pasada un comunicado bastante fuerte y con una postura firme desde la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica. «La medida anunciada no hace más que favorecer la clandestinidad, donde no existe el cuidado y termina convirtiéndose en un foco de contagios exponencial», plantearon frente a la medida dispuesta por la gestión del gobernador Axel Kicillof.
En el sector saben que la temporada es corta, escasean los turistas y no pueden perder más de lo que ya dejaron en el camino. Por eso reclaman que al menos no haya más profundización de la medida ya implementada. «El problema no es el horario sino el cumplimiento de los protocolos», insisten los gastronómicos.
Empresarios, comerciantes y gremio del sector gastronómico buscarán mañana que sus pedidos y postura sean escuchadas en la vecina localidad de Santa Clara del Mar, donde Kicillof y varios de sus ministros volverán a reunirse con intendentes de la costa atlántica. El encuentro será continuidad del que mantuvieron el viernes en Mar del Plata y diez días antes en San Bernardo y servirá para evaluar la situación epidemiológica en la región y el resultado de esta experiencia de control, que recién recién transcurre sus primeras horas.