Fuente: La Nación ~ De a poco, la escena se va rearmando. Ver algunas mesas sobre la vereda es una imagen alentadora para los dueños y empleados de los restaurantes, como también lo es para los clientes. Para ellos, comer algo fuera de sus casas representa recuperar algo de aquella cotidianidad que se perdió durante estos meses de pandemia. Y no es poca cosa.
Si bien hoy es el primer día con mesas sobre la vereda en la Ciudad, con la modalidad take away muchos ya se juntaban a tomar o comer al aire libre. Hasta las 14, en Palermo se vio muy poca gente: solo había algunas pocas mesas ocupadas. Pero, sin dudas, las mayores expectativas están puestas en el fin de semana.
«Ya se venía haciendo esto, pero me parece que ahora va a estar un poco más ordenado. Como antes no había mesas, a veces se agrupaba mucha gente en un solo lugar. Ahora tal vez se van a otro bar donde haya mesas vacías y eso descongestione las veredas. Pero bueno, la verdad que es muy lindo poder estar acá sentada, aunque sea durante un ratito», dijo Analía Torres, de 49 años, que estaba tomando un café con otras tres amigas sobre la calle Costa Rica, en Palermo.
«Yo no las veía desde que arrancó la cuarentena. Esto es un placer, ahora se valora mucho más.Tenemos muchos temas para charlar y poco tiempo porque estamos todas trabajando, pero la verdad es que estoy muy contenta de poder reunirme de esta manera, al aire libre», señaló María Puigarrós, de 50 años, integrante de la misma mesa de amigas.
Hace 25 años que Luis González está en el rubro gastronómico. Desde el Día del Amigo, en Minga, su local, pusieron un carrito en la puerta donde reciben y despachan los pedidos. Según dijo, ayer tuvieron cerca de 300 personas que fueron a retirar a un pedido.
«Le pedimos a la gente que se fuera a la plaza y nosotros les cruzábamos el pedido. Tratábamos de que se descongestione la vereda para que no se acumulara tanta gente. El tema de las mesas al aire libre los ayuda, sobre todo, a los que tienen un lugar en una esquina, pero nosotros estamos a mitad de cuadra, solo podemos poner tres mesas, así que seguimos apostando a la modalidad take away«, dijo González.
González le hace un pedido al Gobierno de la Ciudad: que los fines de semana algunas calles sean peatonales, para así poder aprovechar el espacio asfaltado y que no se agrupen los clientes. Además, de ese modo los que solo cuentan con unos pocos metros para poner mesas en la vereda, podrían expandirse un poco más.
Eso mismo opina Ezequiel Pérez, de 41 años, gerente comercial de Gontran Cherrier, sobre la calle Malabia, donde los fines de semana tiene que pedirle a los clientes que no se queden parados en la puerta del local, sino que ocupen todo el espacio disponible. Por ejemplo, que se sienten la plaza que está cruzando la calle.
El aislamiento, en muchos casos, modificó los horarios en los que se almuerza o se cena, y eso también se vio hoy en las veredas de la Ciudad. Por ejemplo, Marina Ludueña, de 65 años, estaba junto a su marido y su hijo comiendo un desayuno a las 13: «La verdad que se nos cambiaron todos los horarios en cuarentena, ya no hay momentos tan marcados como antes, por eso ahora estamos recién desayunando. La verdad que es muy lindo poder compartir este momento al aire libre, yo lo necesitaba». Coronavirus. Médicos, al límite: relatos impactantes de los testigos del espanto
Algunos encargados y meseros dijeron no contar con un protocolo que esté del todo claro para actuar en algunos puntos, como si pueden dejar que los clientes usen el baño, aunque ya por el conocimiento adquirido durante estos meses, saben que la distancia social y la higiene son fundamentales para disminuir el riesgo.
«Nosotros tenemos una cadena de cervecerías que se llama On Tap. Llegamos a tener 13 bares y con todo esto hubo que desarmar varios. El más grande, que es en Marcelo T de Alvear y Esmeralda, lo reconvertimos en una cafetería en el horario que va desde las 8 hasta las 18, gracias a que nos asociamos con otra cadena que se llama All Saints Cafe. Ese local es de 16 metros de largo y vamos a poner cuatro mesas afuera. La terraza, por el momento, no la vamos a habilitar, no tenemos del todo claro si está permitido hacerlo», señala Leonardo Silva, de 45 años, uno de los socios.
Estos son los requisitos que difundió la ciudad para que los lugares gastronómicos vuelvan a colocar mesas afuera:
- En caso de que los establecimientos no cuenten con un acceso directo desde el exterior al patio o terraza se deberá demarcar un pasillo que contemple ambos sentidos de circulación.
- Cada mesa tendrá un radio propio libre de 1,7 metros cuadrado respecto de otras. La circunferencia que delimite cada mesa debe separarse por 1,5 metros respecto de otra, medido desde sus límites.
- Las mesas deberán ser, como máximo, para cuatro personas.
- Se debe colocar un punto de higienización con alcohol en gel o satinizante en cada uno de los espacios.
- Las mesas deberán desinfectarse luego de que se retire cada grupo de comensales y previo a que se siente uno nuevo.
- Para las mesas en las veredas habrá que contratar un seguro de responsabilidad civil para estos usos o ampliar el que tengan en el local.
- Se recomienda el uso de pago electrónico. En caso de que el pago se realice a través de tarjetas de crédito o débito se deberán desinfectar las tarjetas y el posnet con solución de agua y alcohol.
- Se recomienda usar mamparas o pantallas en las cajas que aseguren la protección de vendedor y cliente.
- Los trabajadores deberán contar con reposición de elementos de protección personal (EPP) y kit de desinfección.
- Los trabajadores no pueden usar el transporte público.
- Las medidas de limpieza, desinfección general y prevención en instalaciones, cocinas, salones y sanitarios, y tratamiento de residuos y recepción de mercaderías se deben realizar según el protocolo.