Los patios de comida cambian el negocio para sobrevivir

Fuente: Cronista ~ Tras la reapertura de los centros comerciales, los locales gastronómicos fueron autorizados a funcionar con un 30% de su capacidad. Pero algunas marcas se fueron y las que quedaron en pie facturan hasta un 80% menos comparado a la prepandemia. Las estrategias para atraer clientes

Los centros comerciales porteños reabrieron a mediados de octubre, pero los patios de comida debieron esperar para hacerlo. Finalmente, les llegó el turno hace unos días, cuando recibieron el aval del Gobierno de la Ciudad.

Al igual que los locales gastronómicos por fuera de los shoppings, se acordó el regreso de la actividad con un 30% de la capacidad y un estricto protocolo. Pero, por el momento, solo unos pocos levantaron la persiana. 

«Deben reabrir en idénticas condiciones que la gastronomía. Muchos están tramitando el permiso oficial que se les exige y aún no están abiertos. Las autoridades del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) todavía no se expidieron al respecto, pero algunos intendentes adoptaron las medidas de seguridad e higiene necesarias y ya avanzaron con ciertas aperturas«, detalló Mario Nirenberg, gerente General de la Cámara Argentina de Shopping Centers (CASC).

Aunque la autorización significa un alivio para estos comercios, con ingresos prácticamente nulos desde el inicio de la cuarentena, la situación genera desasosiego.

Según la última encuesta nacional de centros de compras del Indec, las ventas de los patios de comidas, que ocupan el 14% del área bruta locativa del total de los shoppings del país, en julio descendieron un 82,6% interanual, con una recaudación promedio de $ 670.000 por local al mes y 650 unidades mensuales comercializadas, cifras que varían acorde a la región.

Estos datos se explican porque, previo a que fueran habilitados, a varios patios gastronómicos del interior se les permitió hacerlo al aire libre, con mesas en terrazas y estacionamientos, mientras que algunos de CABA y GBA recibieron luz verde para hacer entregas por delivery, al que más tarde se le sumó el take-away.

Hoy, los locales que ya reabrieron con el 30% de sus mesas están lejos de alcanzar las ventas que registraban antes de la pandemia. Los que quedaron en pie facturan apenas entre un 20% y un 60% en comparación a antes del aislamiento. Algunos no resistieron y cerraron definitivamente, como Valenti en el Alto Palermo y Starbucks y Burger King en Palmares Open Mall y Plaza Mendoza, entre otros. 

En El Solar, quedaron cuatro de los seis locales que había, con una facturación un 40% menor que en febrero pasado.

Por su parte, el Plaza Liniers Shopping tiene una capacidad del 25%, con 130 sillas. «Los locatarios tuvieron pérdidas de hasta un 80%. Esperamos que repunte el consumo», expresaron desde este centro comercial. Una situación similar vive Caballito Shopping Center, con caídas en torno al mismo porcentaje. 

En otro mall indicaron que, desde que reabrieron el jueves pasado, apenas venden un 30% de lo que vendían en los primeros días de marzo.

En Devoto Shopping, creen que sin los cines no podrán completar las mesas. «La pérdida viene por la poca frecuencia de público, no tanto por la limitación», consideraron, dado que los cines y los espacios de entretenimiento infantiles no fueron habilitados. Según la CASC, la afluencia de visitantes todavía es baja: el nivel de ventas de los centros comerciales equivale al 50% respecto del que existía en la prepandemia.

Sergio Dattilo, gerente de Relaciones Institucionales de IRSA, confirmó que en los shoppings de la compañía «la apertura es limitada y con distanciamiento«. Es obligatorio el uso del tapabocas al momento de la compra (se lo puede quitar solo para consumir) y se permite hasta cuatro comensales por mesa. Se recomienda usar el alcohol en gel, que se encuentra en los dispensers colocados en todas las áreas, antes y después de comprar y comer.

Para atraer a los consumidores, la mayoría de las marcas ya promociona la reapertura a través de sus redes sociales y sus aplicaciones móviles. Empresas de fast-food como Burger King, McDonald´s y Mostaza ofrecen descuentos, 2×1, «happy days» y otros beneficios, especialmente en la compra por take-away. 

San Justo Shopping prevé la activación de una billetera móvil para pagos electrónicos y el lanzamiento de un programa de fidelización con descuentos y promociones especiales. «Apuntamos a generar un nuevo modelo de negocios que se enriquezca con la sinergia entre el offline y el online», señaló Pablo Bendayán, Center Manager del shopping.

Con el crecimiento del e-commerce, los shoppings se ven obligados a sumar más servicios. De cara al futuro, ya reformulan su menú gastronómico para recuperar las ventas y seducir a los clientes. La apuesta pasa por incorporar propuestas más gourmet y sofisticadas que acompañen la oferta de comida rápida.

IRSA ya piensa en este concepto. En el Alto Palermo, planea incorporar un área de este tipo, una vez que finalicen las obras de ampliación. «El espacio que ocupa el patio de comidas actualmente será reemplazado por marcas de indumentaria y será trasladado al nuevo nivel que está en construcción, para ofrecer una experiencia más completa», anticipó Dattilo.

La idea es sumar más foodhalls: patios de comida gourmet que combinan puestos como los de un mercado y mesas al estilo un restaurante, como existen en las principales capitales europeas. En el Patio Bullrich ya se inauguró Gourmand, un espacio de 750 metros cuadrados que reúne opciones diversas, como una hamburguesería, una pizzería, una rotiseria, comida italiana y un wine bar.

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