Fuente: Perfil ~ Narda Lepes, Fernando Trocca, Felicitas Pizarro y hasta Roy Choi son algunos de los chefs que explican a PERFIL, del otro lado de la hornalla, cómo se disfruta (o no) el fenómeno de la TV gastronómica en todos sus formatos y variantes.
Se le dice Peak Food TV, y sí, entre programas de cable, canales especializados y shows de streaming, es algo así como el pico de los shows de cocina. Existe desde hace meses, años podría decirse. Lo prueban canales como El Gourmet o Food Network, sucesos editoriales que van desde Narda Lepes y shows de la TV abierta como Cocineros argentinos (no olvidar las recetas en Instagram de la mayoría de los chefs) En estos días de encierro, este fen{omeno muestra su potencial más que nunca: la fascinación que generan va más allá de la posibilidad tangible de aplicar sus contenidos. ¿Cómo explicar shows y shows, que van desde Locos x el asado hasta Las ensaladas de Julieta, desde Chef’s Table y su exploración de las cocinas más famosas del planeta hasta el director de Iron Man y El rey león, Jon Favreau y el chef Roy Choi cocinando con celebridades en The Chef Show? ¿Cómo dar cuenta de un fenómeno que ya perdió, al menos como único valor, su modo educativo unidireccional (ese definido por ver al cocinero o cocinera, aprender y hacer la receta) y ha llegado a webshows de cocina, como Fuegos en ContAr, con Ximena Sáenz, las producciones online de Tastemade, los documentales de Houseofchef.tv o directamente canales de Instagram como el de Dominique Metzger? Lo cierto es que, sea el formato que sea, la figura del chef es crucial. Entonces, la pregunta que PERFIL se hizo fue: ¿qué shows disfrutan aquellos que protagonizan o protagonizaron programas de cocina, de gastronomía, en estos años?
Los ingredientes. Hay varias posturas en los chefs a la hora de ver shows de cocina en la TV, se trate de realities como Bake Off, de shows paso a paso como Las recetas de Felicitas o de documentales como Cooked o Ugly Delicious. Sobre todo, claro, por ese dogma de “en casa de herrero…”. Narda Lepes, una usina de ideas sobre la cocina en Argentina, ejemplifica, y no tanto, este último caso: “La verdad, desde hace muchos años que no veo. Desde que los hacía, de hecho. Cuando hacía programas de viaje y de cocina no veía para no sentir el ‘ah, esto ya lo hizo’. El de Jon Favreau lo vi últimamente, The Chef Show, y siento que medio que muestran, hasta sin filtro, cómo es. Incluso en la última temporada se ve que en un episodio Jon Favreau está de culo, y se nota que está de mal humor. Y le sale mal, y lo hacen de vuelta”. Y agrega un punto de vista crucial, que sirve precisamente como ingrediente para descifrar el gusto por el show de cocina que poco y nada enseña a cocinar: “Está producido en otro sentido: no para que todo se vea perfecto. Es lo que nos trajo hasta acá: que todo se vea perfecto, que todo sean recetas con pasos 1, 2 y 3, todo con truquitos. No, las cosas llevan un poco de tiempo y tenés que comer ingredientes, no recetas”. El mismo Favreau habla de su show en Netflix y da un poco en el núcleo del asunto: “Durante la producción de mi película Chef descubrí las formas en que expresamos nuestras emociones, compartimos nuestras culturas y conectamos con otras personas a través del actor de cocinar y de comer. Me da tanta nostalgia aquel momento y esos días. Este show me da la oportunidad perfecta para volver a la cocina y crear nuevos recuerdos.” Y Roy Choi, su Robin, o Batman (como gusten), en el show aporta el punto de vista del chef agregando, frente a tanta modernidad en el género, una idea clave: “Siempre quise hacer un show de cocina. Crecí viendo a Julia Child, Paul Prudhomme, Sara Moulton y, claro, el primer show de Emeril tuvo un gran impacto en mi vida. Hay algo atemporal en la idea de cocinar para una cámara. Atemporal y hermoso”.
Hay otros chefs, de renombre y cruciales en el desarrollo de este fenómeno en Argentina, que se sienten lejos del boom. Donato De Santis dice amablemente: “No miro programas de cocina. Me distancia, claro, que tengo muchas cosas para hacer. Los siento un poco frívolos, muy parecidos entre sí. No les encuentro atractivo. Ojalá cambien, porque yo viví de eso durante un tiempo”. Pedro Barguero, por ejemlpo, celebra Chef’s Table por su “estética audiovisual que me parece sensacional, la mirada dentro de la vida de un chef y su filosofia de cocina. La cocina no es solo cocinar”. Dominique Metzger, de @gour_metz, da una explicación puntual, al detalle, de la fascinación de un chef por shows de gastronomía al hablar de la serie documental de lujo de Netflix, Chef’s Table: “Entrás a los mejores restaurantes del mundo, o los más excéntricos. Y conoces la mejor parte (al menos para nosotros): la cocina. Querés ver el fuego, cómo se manejan, cómo despachan, cómo cocinan, que técnicas tienen, cómo es su cocina. Querés ver el fuego, cómo se manejan, como es su cocina”.
Desde adentro. Fernando Trocca, famoso por sus restaurantes y sus programas, al celebrar Chef’s Table y Ugly Delicious, parte de la gran camada de shows de cocina producidos por Netflix, explica la pasión no tanto por las recetas sino por “espiar” cocinas, sean ganadoras de estrellas Michelin o locales de culto: “Me gusta porque muestran diferentes aspectos de la gastronomía al no estar enfocados en recetas y tener muy buenos invitados en sus viajes alrededor del mundo, visitando culturas diferentes. Hoy me enfoco más en hacer miniciclos de recetas diarias para entretener a la gente. Descubrí que de ese modo puedo ayudar en algo a pasar el tiempo que tenemos en estos días. Luciano “Laucha” Luchetti, del programa Locos x el asado que transmite el canal Food Network, habla de docuseries como Theater of Life, Barbecue, Cooked y Las crónicas del taco: “Elijo un contenido no tanto de recetas o tradicional gastronómico, sino uno que muestra otros conceptos de la gastronomía: historia, ciencia, nutrición, etc. A su vez, a partir de eso uno aprende un poco y puede llevar esos conceptos a sus comidas diarias o hasta al trabajo. Juan Manuel Herrera, de El pan nuestro de cada día (El Gourmet): “Me gustan mucho los programas de Roberto y Christian, este último en especial que se hizo en el sur, Los Petersen en la Patagonia. Y no por demagogia, más allá de que somos amigos, al que siempre me cuelgo mirando es a Osvaldo Gross en todos sus programas: Los clásicos de Gross, Horneados por Gross. Y por más que lo vea mil veces, un dato nuevo siempre saco para mí. Los Petersen son un clásico; Felicitas Pizarro, de Las recetas de Felicitas, en sus gustos deja en claro algo crucial a la hora de los sabores televisivos, los chefs también a veces prefieren cierta ausencia de lujos: “Me gusta mucho verlos cocinar al aire libre sin mucho lujo, con mucha rusticidad, solamente con el paisaje. Me gustan esos tipos de programas que muestran el paisaje, por eso me gusta el de Sole Nardelli, Nardelli al natural, donde muestra algo que no tiene que ver solo con la cocina sino con los productos, la granja, los alimentos, y cómo mantener una huerta me parece muy interesante. Y me gusta también Las ensaladas de Julieta; conozco a Julieta y me encanta su trabajo en platos simples con las ensaladas, porque le pone mucho conocimiento a algo de lo que renegamos, que es hacer un rejunte de cosas y hacer una ensalada”.
Las pasiones de los expertos
Todos tienen su corazón en algún show. Soledad Nardelli, de Nardelli al natural (El Gourmet): “Uno de los programas que más miro es Los fogones tradicionales – Argentina porque me encanta el tema de la gastronomía como cultura, las tradiciones muy arraigadas de un país”. También menciona, como casi todos, a Osvaldo Gross, el experto en pastelería, y a los Petersen y su show patagónico. Julieta Oriolo, de Las ensaladas de Julieta –lunes a viernes a las 17–, habla de la misma Nardelli: “Me encanta el programa de Sole porque es muy informativo: te cuenta todo lo que tiene que ver con la sustentabilidad y el armado y desarrollo de una huerta, está bueno. Después, me gusta Cocineros argentinos porque me parece un buen programa diario, que enseña a cocinar cosas caseras. También me gusta Felicitas parrillera, porque me parece bueno mostrar que una mujer se puede hacer cargo de los fuegos. De hecho, uno de mis primeros papeles en la cocina fue en la parrilla de un grill muy famoso. Y siempre es hipnótico ver cualquier programa de Francis Mallmann, por todo lo simple y rico que cocina”.
Mauro Massimino, de Más sano, más rico: “Me siento identificado con De la tierra, del Gourmet, está bien hecho porque me gustan mucho los programas que tienen que ver con la naturaleza, con el producto, de dónde viene, que te lo muestren como tal y charlen con los productores que hacen eso”.
Mauricio Asta, de La pastelería de Mauricio Asta: “Miro programas de cocina en televisión por afinidad humana, como el de los Petersen, que son amigos. Su cocina es simple, ingredientes nada complicados de conseguir, explican bien la técnica y puntos de cocción, un modo de emplatar sencillo; saqué muchos consejos para mi comida salada”.