Fuente: Clarín – ¿Cuál es el milagro que pueden acometer dos hermanos argentinos, amantes del polo y residentes en Milán, que se ocupan de abrir boliches sofisticados en Italia? Pues crear espacios llenos de una arquitectura nostálgica de nuestro país, con materiales y objetos traídos directamente de Buenos Aires para justificar una autenticidad con un buen toque de creatividad, desde aquellas viejas, grandes heladeras, a los pisos y el resto, que se exhiben hoy en los ocho locales del Porteño en Milán, Roma y, el último en una de las capitales del turismo de super elite, en Porto Cervo, en la isla de Cerdeña.
El Porteño Prohibido nació en Milán y alberga también la Casa del Tango y sus espectáculos de baile y música en una atmósfera típica porteñas. Para gestionarlo, los argentinos hermanos Sebastián y Alejandro Bernardez crearon la Dorrego Company con su socio italiano, Fabio Acampora. Al Porteño Prohibido se le añaden el Porteño Gourmet, el Porteño Arena y el Porteño Dársena.
El éxito se traduce en un balance floreciente, con más de 300 empleados, que añade a la aventura romana que agrega el Porteño Teatro Valle y El Porteño Gourmet, en el corazón del centro. En el sexto piso de Via de la Umilta 36 descubren la vista formidable al Palacio del Quirinale y al monumental Altar de la Patria, acaban de inaugurar La Terraza, pensando en una clientela internacional y cosmopolita conectada directamente con El Porteño Gourmet.
Alejandro contó sonriente que en Porto Cervo, la perla de la Costa Esmeralda, “El Porteño va al mare” con el primer restaurante estacional del grupo. “Hemos creído siempre en ella”, explicó. Porto Cervo, centro del más sofisticado turismo internacional, con la presencia de las grandes inversiones del príncipe Karim Aga Khan, está recibiendo inversiones multimillonarias de grupos internacionales.Los hermanos argentinos Alejandro y Sebastián Bernardez junto al italiano Fabio Acampora (al centro) son tres socios de los restaurantes El Porteño. Foto Víctor Sokolowicz
El triunfo de los hasta hoy ocho restaurantes El Porteño los obligó también a ampliar el panorama. Un desafío para los hermanos Bernardez y su socio italiano es afrontar, por ejemplo, la producción propia de los alimentos para garantizar la calidad de los productos, gracias a las dimensiones de los consumos que han alcanzado.
El menú de El Porteño Porto Cervo lo realizó el chef ejecutivo Matteo Torreta, “talento de la cocina italiana, que desde el año pasado tiene en sus manos el timón del Porteño Gourmet de Milán. La base es elevar en lo posible las carnes del asado y su calidad realzada con la lenta cocción sobre las brasas, que es irrenunciable”, explicó Alejandro.Cortes argentinos servidos en El Porteño Gourmet. Foto: Víctor Sokolowicz
Pero también el éxito obliga a “renovar el control de todo, en especial de los más de 200 vinos que tenemos en las cantinas, encabezados por los Malbec, Cabernet y Merlot argentinos”. En el sector bebidas, los hermanos Bernardez concentran una atención especial a los tragos y Sebastián es un especialista en elaborar variedades de cocktails que son muy bien recibidos por la clientela.La Terraza Flores y el restaurant argentino Porteño se encuentran en Via dell’Umiltà en Roma. Foto: Víctor Sokolowicz
En el Porteño Prohibido de Milán, el talento de Sebastián se cristalizó también en la creación del cocktail bar Flores Cócteles, muy concurrido. Por delante, para los hermanos hay un futuro de ampliación a nuevas aventuras “porteñas”, como hacer crecer la experiencia de la Casa del Tango con una apertura en Roma. Y la multiplicación de la marca-madre El Porteño a otras partes de Italia como Turín, la ciudad italiana donde más se baila el tango.