Fuente: IProfesional – Federico Giuliano y Carlos Cejas trabajaron juntos en una cadena de hamburgueserías y en 2018 fundaron Monti, un restaurante de «pastas rápidas» en Boedo.
Comida rápida y pastas caseras parecían dos conceptos tan incompatibles como el agua y el aceite. Pero Federico Giuliano (39) y Carlos Cejas (37), se animaron a combinar lo mejor de ambos mundos y en 2018 abrieron el primer local de «Monti» en el barrio porteño de Boedo.
Se trata del primer «fast food de pastas», una categoría en la que fueron pioneros y hoy apuestan a expandir a través de franquicias.
Giuliano estudió licenciatura en Administración, y Cejas, Turismo. Se conocieron trabajando en una cadena de hamburgueserías y allí aprendieron algunos conceptos que trasladaron a su negocio: menúes variados, combos, y tiempo de espera no mayor a 15 minutos.
«Estábamos decididos a emprender en gastronomía, y empezamos a investigar distintos rubros. Argentina es el sexto país en consumo de pastas, con 9 kilos por año y por habitante. Ahí teníamos una gran masa de clientes, en un nicho hasta ahora inexplotado. Porque en comidas rápidas hay locales de pizzas, empanadas, hamburguesas.. Y nos preguntamos por qué no pastas?», cuenta Giuliano.
Actualmente, ofrecen 15 opciones de platos distintos, incluyendo combos de pastas y salsas
La inversión inicial fue de aproximadamente u$d 20.000, fruto de ahorros y un préstamo personal de cada uno de los socios. Alquilaron un local pequeño, donde antes funcionaba una cadena de sandwicherías. Dos años más tarde, en plena pandemia, abrieron un segundo local en el barrio de Colegiales, y hoy cuentan con dos locales más en formato de franquicia, en Villa Crespo y Agronomía . Para el próximo año planean abrir nuevos locales franquiciados en el Gran Buenos Aires, como paso previo a llegar a otras ciudades del país.
Amasar un negocio de pastas
La Marca es la creadora del «Volcán de Ñoquis», servido en pan casero de masa madre, y acompañado de tuco y una «erupción» de muzzarella, el plato emblemático del lugar. También cuentan con otros platos de autor como Ravioles de Batata Caramelizada y la milanesa con fideos, que contra todo pronóstico se convirtió en un clásico.
Al principio, las personas hacían su pedido en el mostrador y se servían en platos descartables. «Hoy camareros/as toman los pedidos en la mesa, y se sirve en vajilla y cubiertos de verdad», dice Giuliano. «Estas son cosas que fuimos cambiando sobre la marcha, por sugerencia de los clientes» .
Actualmente, ofrecen 15 opciones de platos distintos, incluyendo combos de pastas y salsas, y están desarrollando opciones para veganos y celíacos. Todos los meses se agrega un plato diferente, que va reemplazando a otro.
Monti es un «fast food de pastas», una categoría en la que fueron pioneros y hoy apuestan a expandir a través de franquicias
Los locales están abiertos de 9 a 24, ya que también sirven desayunos y meriendas. Durante la pandemia, adaptaron sus propuestas al delivery, generando alianzas con distintas Apps y desarrollando una propia. Este es hoy el segundo canal de ventas luego del consumo en los locales.
«Tenemos un público diferente según los días y horarios. Durante la semana al mediodía viene gente de oficinas y comercios, y a la noche y los fines de semana tenemos muchas familias», apunta el emprendedor.
El crecimiento de la marca se dió por el boca en boca y una fuerte apuesta a las redes sociales. «Hicimos una alianza con (la comunidad «foodie») Clubdelbajón, y armamos promociones y encuestas en Instagram donde los clientes votan por los que más le gustan».
La firma emplea hoy a cien personas en forma directa y otras cien indirectamente. «Desarrollamos proveedores que trabajan con nuestras recetas y somos el primer empleo para muchos jóvenes. La gastronomía tiene eso y venimos de esa escuela», asegura el socio de Monti.