Fuente: La Capital ~ El Tour del Carlito, un menú turista y recorridas por cervecerías y coctelerías son algunas de las ideas que se implementarán. Se iniciaron conversaciones con distintos sectores para paliar la caída del consumo.
“Está todo parado”, repiten los empresarios gastronómicos cada vez que son consultados por la situación del sector. La caída del consumo, las tarifas de los servicios y el precio de los alquileres los tienen en jaque y la situación no cambia desde hace varios meses.
Por eso comenzaron a conversar con las agencias de viajes, los hoteleros, los organizadores de convenciones y el municipio para poner a funcionar la creatividad y desarrollar ideas en conjunto que le den un respiro a esos sectores de la mano del turismo.
En reuniones periódicas, se encuentran armando una batería de medidas para potenciar las visitas a la ciudad que tengan que ver con el buen comer y beber en los establecimientos del rubro. Siempre con la marca de Rosario y lo local como estandarte.
Histórico
Una de las iniciativas novedosas que comienza su implementación por estos días es el Tour del Carlito, un recorrido por diferentes bares y restaurantes conla historia del mítico producto creado en la ciudad como hilo narrativo. La idea surgió durante la Semana Gastronómica, en articulación entre la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (Aehgar), Paseo Pellegrini, la Asociación Rosarina de Agencias de Viaje (Arav), la Rosario Convention & Visitors Bureau (RCVB), y el Ente Turístico Rosario (Etur).
El recorrido arranca en Pizza Hot, donde funcionó el bar Cachito (Pellegrini y Maipú, lugar de creación del Carlito en los años 50) y tiene un total de cinco paradas: las otras son La Maltería, Helga, El Gran Chopp y el Paso Sport. A lo largo del camino, se hacen degustaciones de la variedad clásica (un tostado de jamón y queso con ketchup) y diferentes variedades modernas, mientras un guía va contando cómo surgió, por qué es un producto insignia rosarino, qué desarrollo tuvo, y cómo lo reivindica la ciudad.
“La idea es que la gente que venga pueda comprar el paquete en hoteles y agencias de viaje; lo que se busca es que sirva como una excusa para que quien no conoce el sándwich haga un recorrido gastronómico por ese famoso sector de la avenida”, cuenta Alejandro Pastore, titular del Paseo Pellegrini.
Hace unos días arribó a la ciudad un grupo de representantes de agencias de viaje de todo el país a ver las diferentes atracciones, y una de las cosas que disfrutaron fue este tour. “Habrá que ver si quedaron convencidos de venderlo como paquete”, dice.
Nuevas ideas
Otro plan que se está desarrollando es establecer un menú turista, con un valor fijo en dólares pesificado (se piensa en un precio que esté alrededor de 10 dólares) único para todos los locales que se quieran sumar, con modalidad entrada-plato principal-postre y un descuento de lunes a jueves (25 por ciento menos).
La intención es que el turista, con un pequeño carnet que emitan los lugares de hospedaje habilitados —se sigue peleando contra la clandestinidad en el rubro alojamiento—, pueda acceder a ese menú. “Es para dar una opción que sea simple de comunicar y esté a disposición del que venga como turista, que es el que se queda al menos una noche”, explica. La idea está en desarrollo pero estaría lista para las vacaciones de invierno.
El objetivo de los actores de la gastronomía, las agencias, la hotelería y la cultura es establecer un grupo de trabajo constante de construcción de productos turísticos. Otras ideas en las que se está trabajando es en el recorrido por fábricas de cerveza artesanal y bares cerveceros, con degustaciones, retomando la historia rosarina desde la Cervecería Schlau (fines del siglo 19) hasta el boom que la hizo revivir hace unos años.
“Son productos que existen en todos lados y funcionan, y acá no los tenemos aún desarrollados. Si Carlos Paz tiene un reloj cucú que todo el mundo va a ver, ¿por qué Rosario no puede mostrar sus cosas buenas? Hay que saber exhibirlas bien y con una historia detrás. La ciudad tiene un activo identitario fuerte y tiene que desarrollarlo”, argumenta Pastore.
Creatividad
Héctor “Pichi” De Benedictis, titular del Etur, dice al respecto que “más allá de que hoy hay una situación complicada que reclama creatividad para potenciar el turismo, el trabajo del municipio con los privados es permanente”.
El funcionario pone como ejemplos la Semana Gastronómica y el Festival del Helado Artesanal, que se celebran una vez por año, y enmarca en este tipo de trabajos al flamante Tour del Carlito, “un pequeño producto que surgió como una saga de algo que ya se venía haciendo y que puede movilizar a un sector”. En ese sentido, se refiere a que la idea es “marcar la cancha con cuestiones identitarias con productos bien rosarinos, como el Carlito, que es único, y el helado, que es el mejor”.
De Benedictis señala que la línea más importante en la que viene trabajando el ente que conduce es “congresos, convenciones y eventos”, y “pulir e incentivar las acciones que ya estaban históricamente, como la Feria de las Colectividades o el Festival del Asado a la Estaca”. Por último, incluye en esta planificación la potenciación de los tres corredores gastronómicos de la ciudad: Pellegrini, Pichincha y el río.