Fuente: Río Negro – El circuito productivo de Río Grande se suma al potencial gastronómico de Río Grande. Un destino que maravilla a visitantes y turistas de todo el mundo.
Días atrás, ni bien llegaron a la isla de Tierra del Fuego, Sebastián Mazzuchelli y Juan Solorza se dirigieron a Río Grande, la ciudad destino de su última misión gastronómica de este 2022.
Algunas de sus intervenciones durante tres días intensos pasamos a detallar ahora.
La primera visita que hicieron fue a la fábrica de Chacinados San Andrés, de Javier Acevedo y Lola Müller. Allí producen tanto salames como chorizos de cordero que es su especialidad, chorizos criollos, mezcla de cerdo y vacuno; salame de puro cerdo, solos o con frutos secos como almendras, nueces, pistacho o castañas de cajú.
También hacen salame tipo fuet; criollo; blend de vacuno y cerdo; bondiola y jamón de cerdo; mortadela, chistorra.
Ahí conocieron las recetas más vinculadas a la historia de Javier o Lola, por ejemplo Pitina friulana de cordero, ahumados, entre otros. Ellos también comercializan los quesos de oveja o vaca de la Misión Salesiana, una de las tantas escuelas agrotécnica Salesiana que se encuentran en la Patagonia.
“Compartir con personas que tienen la formación y la experiencia y la impronta de dar a conocer lo que saben ha sido más que satisfactorio, superó las ampliamente las expectativas de lo que iba a ser en principio una simple visita. De nuestra parte como pequeños emprendedores limitados por las distancias al continente sentimos la apertura y ganas de compartir saberes y sabores que nos identifican, y que a su vez pertenecen a una misma región tan maravillosa como lo es nuestra Patagonia”, compartió Lola Müller, de Chacinados San Andrés.
De ese primer encuentro surgió el compromiso de Javier, Sebas y Juan de dar una capacitación sobre charcutería, salazones y ahumados, promesa que cumplieron al día siguiente en el patio del Hotel Atlántida. Otro éxito.
El segundo punto del recorrido fue Quinta Pionera, la empresa de Cristina Goodall. Para esto hubo que hacer 42 kms de la estación anterior.
Quinta Pionera es una de las quintas más antiguas de la provincia. Cristina es una apasionada de todo lo que emprende. Ahí se cultivan zanahorias, papas, hibiscus, levístico, frutos finos, lechuga, rúcula, cebolla caminantes, kale, flores comestibles, entre otras tantas frutas y verduras. Además Cristina es la productora del famoso ajo negro. Todo lo que se produce y se vende en quinta pionera aquí es orgánico certificado, tiene Sello De Calidad, y pasa por los más estrictos controles que empiezan por los de Cristina y termina por los entes oficiales. Este emprendimiento ha ganado varios premios por las distintas producciones y sus modos de aplicación a los mismos.
“Cuánta alegría y sencillez de los que saben está en Sebastián y Juan. Un dúo que acepta todos los desafíos con la calma del que ha cocinado en la nieve”, resaltó Cristina Goodall.
En este lugar, los dos chefs invitados cocinaron una pata de cordero con las diferentes verduras y especias que habían recién cosechado. Cristina, por su parte, preparó una mesa con panificados, quesos saborizados, jugos de zanahoria, ruibarbo y casis, dips de ajonegro y, a los postres, el famoso creambell de ruibarbo y calafate con sorbete de mandarina y casis.
La dueña de casa también se lució con unos brownies con ajo negro que son una de las tantas recetas de pastelería que hace Cristina con este ajo tan distintivo.
Este mismo sábado, primer día de estancia de Río Grande, la comitiva se sacó el olor a humo cambiándose la ropa para luego arremeter con el menú de pasos de Patio Balto. Allí, el viento no dio un minuto de respiro pero igual el disfrute fue total. “Lo bueno que acá todos somos patagónicos: un viento así es parte de nuestra cotidianeidad”, tranquilizaba Mazzuchelli.
Patio Balto es un lugar fantástico frente al mar argentino que llevan adelante Matías Lajara y Antonella Baltar con Sebastián Larrahona al frente de la cocina. Emprendedores muy jóvenes, visionarios y con toda la energía para capitalizar en un evento como este la posibilidad de dar un salto en lo que ellos ofrecen en Balto en el formato de una gran fiesta de sabores y sonidos pensando siempre en el público de la ciudad.
Ellos habían entrado en contacto mucho tiempo antes con Sebastián para diagramar el menú y hacer la presentación de los productos de Pehuenia en Río Grande. El evento de 5 pasos fue bautizado “Encuentro gastronómico Bien Al Sur”. Así se diseñó el menú que se iniciaba con una “picada con ahumados, nueces y frutas desecadas del ahumadero de Sebas en Pehuenia acompañada con un gin local Towwora.
Luego vino una “sopa de liláceas” con cebollas caminantes de Quinta Pionera, después se pasó a unos “róbalos ahumados con cerveza artesanal de Coirón que cuenta con más de 8 variedades de cervezas artesanales.
Música, tragos y luego “goulash de cordero servido en pan de campo”. De postre, crumble de ruibarbo y calafate con café de especialidad de Kotaix (emprendedores en café de autor de tueste y molienda de café acorde a la cafetera que vayamos a usar) y chocolate Chinoa variedades 82% intenso y blanco.
Ambos emprendimientos son muy nuevos en la isla.
“Recibir a Sebas y a Juan en nuestro patio fue vivir en persona el amor y la vocación que se le tiene al arte de cocinar. Disfrutamos de su energía, simpatía y su fluidez en cada plato entregado, platos regionales y de su tierra, platos en los que cada comensal recibían con una sonrisa y admiración. No queda más que agradecimiento para ellos y esperamos poder repetir otra experiencia con ellos”, sostuvo Matías Lajara.
Al día siguiente Mazzuchelli y Solorza brindaron dos capacitaciones. Hugo una masterclass de tapas con productos de Río Negro y Neuquén al mediodía y otra sobre ahumados, salazones y charcutería junto a Javier Acevedo por la tarde.
“Compartir la cocina con Sebas y con Juan sin lugar a dudas fue un espacio de intercambio y de aprendizaje muy significativo. Desde la charla y las risas pude conocer gente maravillosa que al igual que yo están dispuestos a compartir los saberes y los sabores de la hermosa patagonia que habitamos”, concluyó Carlos Martinic, ganador de Bake off Argentina 2021, coprotagonista de esta aventura de conocimiento gastronómico y cultural.