Fuente: Cronista ~ A través de una comisión por cada pedido, se puede acceder a los servicios de las empresas del rubro. Una alternativa que permite a las pymes llegar a la puerta del cliente en un mercado que desafía al dólar y la crisis.
Desde el hogar o en el break de la oficina. Para resolver una comida, satisfacer un antojo o reponer eso que olvidamos comprar en el supermercado. Cualquiera sea el motivo, cada vez más personas acuden al celular para ordenar el producto deseado. En pocos pasos, se realiza la orden y en cuestión de minutos, el timbre indicará que hemos recibido el pedido.
Las calles se colman de deliverers, en bicicleta o en moto, con las cajas térmicas de color rojo, naranja o amarillo. Esta modalidad de e-commerce creció vertiginosamente y, en el último tiempo, muchas pymes incrementaron los canales de venta, llegando a más clientes.
Fundada hace 10 años con capital semilla en Uruguay, Pedidos Ya fue pionera en el servicio del segmento de delivery de restaurantes en el Río de la Plata. Adquirida hace cuatro años por Delivery Hero, la compañía sigue creciendo en la región. «Los empresas pueden contratar nuestro marketplace o el servicio de logística. Estas opciones permiten a comercios y/o industrias que no contaban con delivery llegar a la puerta del cliente. Tal es el caso de Le Pain Quotidien, Jumbo, los kioscos Open 25, las heladerías Lucianos y cadenas de farmacias», dice Valeria Landi, directora General de Pedidos Ya Argentina.
Rappi es otro de los actores que se consolidó en el sector. Nació en Colombia y comenzó con su operación en Buenos Aires en febrero. «En los primeros seis meses, ampliamos la oferta de restaurantes, supermercados y tiendas. Cerramos julio con más de 200.000 pedidos y esperamos terminar el año duplicando ese número. Con un crecimiento cercano al 30% mensual, en el transcurso de un año queremos estar entregando cinco veces la cantidad de pedidos de los que hacemos hoy», señala Matías Casoy, country manager de Rappi. Entre los comercios que añadieron valor con la contratación del servicio, el ejecutivo reconoce como «aliado exclusivo» a Dean & Dennys, la cadena de hamburgueserías.
Consultados sobre el costo que le representa a una pyme hacer uso de sus servicios, los protagonistas del rubro detallaron que trabajan con un esquema de comisiones. Landi dice que cada restaurante sabe de antemano cuánto deberá pagar por el delivery. Tras definirse como «una plataforma multivertical que acerca clientes, marcas y repartidores independientes», Casoy detalla que el modelo de negocio de Rappi se basa en cobrar «un porcentaje de cada venta».
A medida que transcurren los meses, la competencia crece y los actores del sector, entre los que se encuentra también Glovo, se vieron obligados a diversificar su servicio. Desde Rappi explican que el 80% del negocio se compone de gastronomía y el 20% restante se divide en retail y tiendas especializadas. A la brevedad sumarán los rubros vinotecas, delicatessen, tiendas de tecnología y regalos en general. Pedidos Ya también amplió la gama de rubros. «Queremos que el cliente pueda acceder a todos los comercios que lo rodean en el barrio», asegura Landi.
Tiempo de entrega
Si existe un denominador común entre los usuarios de este tipo de apps es el deseo de recibir la compra lo antes posible. En el caso de Rappi, una vez que se eligió el producto y el medio de pago, el consumidor puede hacer un seguimiento del envío y en todo momento puede contactarse con el área de soporte para consultar, modificar o cancelar el pedido.
Desde Pedidos Ya explican que el tiempo de entrega engloba dos factores centrales. En primer lugar, lo que demore la cocción de los alimentos. «Cada restaurante detalla el tiempo de cocción de cada uno de los platos». El otro, el radio de entrega: cuánto mayor sea la distancia, el tiempo de entrega diferirá. «Platos como piezas de sushi pueden entregarse a una distancia mayor a la media. No es igual con un pedido a una parrilla donde se privilegia que el plato llegue en condiciones de ser consumido al instante», dice Landi.
La entrega de pedidos es una opción laboral para hacer frente a la crisis. Además de los 150 empleados en relación de dependencia -en áreas de marketing, operaciones, tecnología y comercial-, los repartidores de Rappi son independientes y perciben el 100% del costo del envío como la propina. «Son usuarios de la plataforma, tan importantes como el usuario o el comercio. Son micro-empresarios que disponen de su tiempo y de absoluta libertad, se conectan o desconectan cuando lo desean, y realizan los pedidos que les interesan», define Casoy.
En Pedidos Ya cuentan con más de 1500 riders, cifra que engloba a los que circulan en bicicleta como en a los que reparten en moto. «Todos están en relación de dependencia, todos bajo el convenio colectivo de trabajo de acuerdo a la zona. Ellos pueden elegir trabajar en modalidad part-time o full-time», concluye Landi.