En el marco de la crisis generada por el COVID-19 coexisten con gran sacrificio los modelos tradicionales de gastronomía porteña con nuevas formas. En ambos casos el objetivo es afrontar el duro período con el menor daño posible para la actividad.
Fuente: AHRCC ~ La compra inteligente de insumos en la gastronomía, la elección de proveedores responsables y conceptos como la trazabilidad de las materias primas son actualmente parte de la labor cotidiana de la actividad.
Los modelos gastronómicos en las grandes ciudades cambian a lo largo del tiempo y más radicalmente en contextos como los de esta pandemia. La gestión del personal, el uso del espacio y las cocinas actualizan sus procedimientos para hacer rentable la actividad, en situaciones tan difíciles como los actualmente atraviesa el sector.
La clave parece ser, más que nunca, invertir en conocimiento y capacitación para profesionalizar la actividad. En esta etapa crítica de la pandemia muchos establecimientos apuestan en algunos casos por acortar las cartas del menú, y proponer una cocina más simple y tradicional.
El balance es no perder calidad a la vez que mantener la fidelidad del cliente.