Fuente: La Nación ~ La euforia que despertaron los anuncios oficiales, la semana pasada, en el sector gastronómico se convirtieron en las últimas horas en sensaciones de sorpresa y desánimo al conocer los alcances de la medida que autoriza la actividad al aire libre cuando se publicó, en el Boletín Oficial de la Nación, la prohibición de colocar mesas y sillas en los patios y terrazas de los locales.
Hasta la semana pasada la propuesta era que restaurantes, cafés, bares, pizzerías y todo el ámbito gastronómico pudiera ampliar su oferta de servicio en la vereda y en los sectores internos al aire libre, por lo que los comerciantes comenzaron a prepararse en tal sentido con promociones, reservas y compras de mercadería. Pero las últimas noticias los obligaron a rever las estrategias a seguir. En la ciudad, habrá 15 zonas peatonales en calles cercanas a centros comerciales
La medida oficial, publicada ayer en el Boletín Oficial con la firma del Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, autoriza a la «actividad gastronómica al aire libre exclusivamente en vereda, calzada u otros sectores del espacio público, sin el uso de espacios o salones interiores, patios interiores, terrazas jardines o similares, a desarrollarse en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires».
El gobierno porteño había habilitado la apertura de terrazas y patios internos, además de la ampliación de la superficie en veredas y la peatonalización de zonas comerciales con mayor presencia de locales comerciales que comenzará a aplicarse el fin de semana en tres zonas de la ciudad que luego irán ampliándose a otras 12 en todos las comunas.
«En caso de que los establecimientos no cuenten con un acceso directo desde el exterior al patio o terraza se deberá demarcar un pasillo que contemple ambos sentidos de circulación», era uno de los puntos del protocolo sanitario que contaba con el aval del Ministerio de Salud porteño, por lo que estaba asegurada la apertura de esos espacios. Fuentes del Ejecutivo local afirmaron que se había decidido avanzar en la superficie interior porque consideraban que no existía un riesgo sanitario.
No obstante, el diálogo no está cortado y quizás puede haber medidas que contemplen los patios y terrazas en las próximas semanas. «Vamos a seguir trabajando para ponernos de acuerdo con el gobierno nacional ya que hemos encontrado, junto al sector gastronómico, la opción para que aquellos que tuviesen un espacio al aire libre lo pudiesen utilizar, que de esta forma, paulatinamente, puedan volver a la actividad», sostuvo un funcionario cercano a Horacio Rodríguez Larreta.
Quejas del sector
«Todas las idas y venidas son lo peor porque te estás armando, ves una luz y después no va. Se prepara una estrategia de venta, de promoción, se toman reservas, se compra mercadería para después no avanzar. Hay lugares que no tienen otra superficie que la de patios o terrazas, no tienen veredas. Es una medida que no contempla a todo el sector porque muchos quedan afuera. Las veredas sirven, pero no te garantizan una sustentabilidad a largo plazo», afirmó Julián Díaz, del colectivo gastronómico Acelga.
«Todo esto depende más de la capacidad del gobierno de controlar que otra cosa, porque es más seguro un patio o una terraza que una vereda. Creo que son medidas basadas en la desconfianza en el sector porque son espacios más difíciles de controlar», opinó Díaz, además propietario de 878, Los Galgos y Roma.
Esta medida de Nación también limitaría el alcance de la autorización para colocar mesas al aire libre ya que, según fuentes de la Ciudad, sólo podrán hacerlo aquellos comercios que ya contaban con la autorización y no se habilitarían nuevos permisos, al menos por el momento. Se trata de unos 1800 locales que podrían ofrecer al aire libre de los 10.000 de todo el rubro que funcionan en la ciudad; según información oficial, al menos 8000 estaban en condiciones de ofrecer servicio al aire libre si autorizaban nuevos permisos.
El sector gastronómico emplea a unas 150.000 personas aunque el cierre obligado por la pandemia de coronavirus y la caída en las ventas provocaron una retracción en la actividad que contó al menos 2000 comercios cerrados sólo en el mes de julio, mes en el que las ventas cayeron un 80% en promedio. Los locales que pudieron mantenerse abiertos lo hicieron bajo la modalidad delivery y take away, con lo que lograron facturar entre un 10% y un 20% de la facturación habitual antes de la pandemia.
«Todo lo que sea una restricción al servicio que se pueda brindar es un golpe económico. Hay casos con patios y terrazas, con aire circulando, donde se podría aplicar el protocolo. Pedimos que se nos permita ser responsables, ser inteligentes y demostrar que podemos cumplir las normas sanitarias de prevención», pidió sostuvo Gustavo Levinson, secretario general de la Asociación de Propietarios de Pizzerías y Casas de Empanadas (Appyce).
Ayer se anunció la peatonalización de diferentes áreas de la ciudad que comenzarán a funcionar el fin de semana para darle mayor impulso al sector gastronómico. Las obras se iniciaron hoy en Villa Devoto, Caballito y en el Casco Histórico, las tres primeras zonas donde que tendrán mayor superficie peatonal durante los fines de semana y feriados.
«Si no teníamos la posibilidad de poner mesas en la calle, no podíamos abrir porque no teníamos lugar en la vereda», contó Gabriela Lafuente, del restaurante El Baqueano, de San Telmo. «Tuvimos varias reuniones con diferentes áreas de gobierno en las que preguntábamos por lo que podía pasar en la zona. Planteamos que hagan peatonal toda la calle, todos los días, porque las veredas son angostas y es muy complicado colocar mesas en las veredas», agregó.