Fuente: Cronista – Conocida como «La casa de la Villa» o «casona Avenatti», este palacete de fines del siglo XIX es uno de los principales atractivos del barrio. Hoy, abierta al público como restaurante y cafetería, invita a un viaje en el tiempo en sus salones y jardines.
A solo una cuadra de la Plaza Arenales, en la interacción de las calles Gualeguaychú y Pareja, se levanta una de las construcciones más antiguas y características del barrio de Villa Devoto: «La casa de la Villa».
Si bien durante más de 30 años funcionó únicamente como salón de fiestas, lo cierto es que el interior de esta casona continuaba siendo un misterio para la mayor parte de los vecinos hasta mediados de 2023, cuando La Villa abrió sus puertas al público como restaurante y cafetería.
La residencia de estilo academicista italiano, diseñada por el arquitecto Bruno Avenatti, cuenta con dos plantas conectadas por un pequeño ascensor original, un salón principal en el primer piso y un elegante patio externo de estilo francés.
Luego de la pandemia, la familia Fernández -propietaria de la casa desde 1986- decidió transformar su negocio de un salón de fiestas para 140 personas a un restaurante y café elegante y singular que invita a un viaje a fines del siglo XIX.
La carta de La Villa es variada y ofrece alternativas para los distintos momentos del día. Por la noche, la propuesta del restaurante es más bien gourmet, con entradas que se destacan como los langostinos crujientes con mayonesa de coco y lima, el ceviche y el vitel toné tradicional.
Entre los principales, hay platos a base de carne como el ojo de bife cocinado al vacío con crocante de pistacho y papas fritas en doble cocción; y también pastas, como los fetuccinis caseros con salmón rosado, gin y eneldo.
Entre las opciones vegetarianas más interesantes, ofrecen platos a base de hongos como el risotto con champiñones, portobellos, boletus y aceite de trufa; y las setas marinadas con crema de maní y miso, papines y garbanzos crujientes. De la selección de postres, se distinguen la pavlova con frutas de estación, el coulant de chocolate con helado y el curd de lima limón con frutas frescas y crumble de coco.
Durante el día, también sirven platos más informales como las focaccias y el sándwich de pastrón en pan brioche. Además, los domingos entre las 12 y las 16 es posible disfrutar de un brunch para dos súper completo que incluye pan de masa madre, jamón crudo español y natural de producción propia, huevos revueltos, ensalada Caesar con pollo, sándwich de pastrón, papas fritas, cheesecake estilo neoyorquino de ciruela y pera, infusiones, jugos de naranja y macarons.
Por último, más allá de las transformaciones del último año, en La Villa continúan organizando eventos tipo cóctel para hasta 80 personas en la planta alta de la casa; tanto para celebraciones de cumpleaños, casamientos y empresariales, con catering propio del lugar.
Con el encanto propio de una construcción histórica, una propuesta gastronómica amplia y diversa y una ubicación privilegiada, en pleno polo gastronómico de Villa Devoto, La Villa es uno de los puntos para conocer este verano en la ciudad de Buenos Aires.