Fuente: La Nación ~ Los turista y los locales que se mezclan en la playa. Y, en medio del vaivén de las olas y de la gente, dos inmigrantes gallegos, María del Carmen y Manuel inauguran el primer hotel que permanece abierto en invierno -toda una novedad para una ciudad balneariae imaginan, así, que la metrópolis podría tener turismo todo el año.
El matrimonio originario de Galicia siguió con esa idea en mente firme durante años hasta que su apellido, Álvarez Argüelles, se convirtió en uno de los más fuertes en la hotelería nacional en la ciudad balnearia. Los hoteles en Mar del Plata fueron el comienzo, pero a partir de 1990 siguieron más hoteles en Salta, Neuquén, La Pampa, Posadas y Buenos Aires. Manuel Álvarez Argüelles falleció en 1994 y la cadena quedó a cargo de dos mujeres. Hoy la lidera Claudia Álvarez Argüelles (59), hija del matrimonio y CEO de la empresa, y María del Carmen sigue siendo presidenta a sus 84 años.
1 Mujeres power
Para desarmar a sus interlocutores y convencerlos, las Álvarez Argüelles mostraban sus mejores cartas: la vocación de servicio. «Buscamos que ser mujer fuera una fortaleza y nunca nos tiramos para abajo, por lo que nuestro género no significó un obstáculo», apunta.
2 Los eslabones más fuertes de la cadena
La empresa es familiar y quiere seguirlo siendo. «Siempre tenemos ofertas según los momentos económicos del país, pero siempre contestamos que esta no es una compañía que esté en venta. Tenemos una fuerte vocación de seguir creciendo en nuestro país y tenemos convicción de pertenencia: las ofertas se reciben y las vemos como un halago y un impulso para seguir por este camino», resalta Claudia Álvarez Argüelles.
3 Crecer con lo nuestro
Jugar de locales le sirvió a la familia para entender mejor a su cliente y adaptarse rápidamente a sus gustos, pero también tuvo sus desafíos: «Si nos comparamos con cadenas del exterior, tenemos la debilidad del acceso al financiamiento a valores competitivos para poder reinvertir y desarrollar nuestro negocio. También hay una restricción en las provisiones: un hotel es como una pequeña ciudad y necesita varios bienes de decoración, alimentación y cuidado personal, y en la Argentina hay menos acceso a la variedad de esos bienes», describe.
4 Gestión anticíclica
Por lo cíclico de las crisis, dice Claudia Álvarez Argüelles, la familia tuvo que desarrollar un pensamiento anticíclico y de largo plazo. «Mis padres impulsaron el turismo todo el año en Mar del Plata. Ellos querían diferenciarse y pensar el servicio desde el cliente y, aunque la mirada cortoplacista indicaba que no sería rentable tener un hotel abierto todo el año, la mirada de ellos siempre fue por otro camino: nuestro crecimiento no estuvo basado en determinados momentos en los que la hotelería tuvo un boom, sino que fue un camino de permanente progreso a pesar de los vaivenes», resalta.
5 Volver a las raíces
Mientras tanto, la ejecutiva se prepara para una temporada de turismo interno fuerte por el año de devaluación. «Somos muy conscientes de que esta debería ser una buena temporada, pero también de que depende de nosotros que así lo sea. No queremos ser una elección circunstancial, pero sí sería bueno que sea una oportunidad de redescubrir la ciudad y que se sorprendan con servicios e inversiones nuevas. Es decir, que la opción sea la mejor que podrían haber hecho», concluye.
Minibio
Industria nacional
Los Álvarez Argüelles llegaron de Galicia, España. Aquilaron un primer hotel en Mar del Plata en 1954, y en 1958 adquirieron el Hotel Iruña
Sucesión
En 1994, con la muerte de Manuel Álvarez Argüelles, uno de los fundadores, su mujer, María del Carmen y su hija, Claudia, se hicieron cargo del negocio
Expansión
En 1995, tras cinco años de obras, la familia inaugura el hotel Costa Galana, hoy un ícono marplatense
Cadena argentina
En 1990 el grupo salió por primera vez de Mar del Plata e inauguró un hotel en Neuquén. A inicios de 2000 puso un pie en Buenos Aires con el hotel Bel Air. Diez años después llegó Posadas y, entre este año y el anterior, la cadena desembarcó en Santa Rosa y Salta