Fuente: Somos Pymes – El emprendedor gastronómico que se focalizó en comercializar alimentos gourmet cuenta cómo nacieron sus proyectos. Cuánto se necesita de inversión inicial y en cuánto tiempo se recupera.
En 2020, cuando la humanidad sufría de lleno las consecuencias de una pandemia que duraría dos años, Marcos Aldazabal vio una oportunidad para satisfacer las demandas de sus clientes, creando una solución superadora.
El emprendedor gastronómico generó un negocio que redundó en la puesta en marcha de dos franquicias: Emplatame y Palta.
El protagonista de la historia se centró en la comercialización de alimentos gourmet listos para cocinar.
Así fue como Emplatame logró llevar la experiencia de la cadena de restaurantes Somos Palta, creada casi una década atrás, a la casa de las personas durante la emergencia sanitaria.
«Nos dedicamos a innovar y aprovechar la oportunidad del momento difícil, para girar nuestro rumbo, desafiar lo conocido y salir de la zona de confort. Buscamos estandarizar nuestra producción de manera eficiente, segura, práctica y saludable», expresó el creador de la propuesta.
«Nació Emplatame, una marca que logra una experiencia culinaria e innovadora de excelente calidad con ese sabor que enamora nuestros paladares. Con la técnica sous vide, ofrecemos una mejora saludable, práctica y eficiente», subrayó.
Eventualmente, la marca se convirtió en franquicia con locales desde 40 m2, con un contrato de 5 años para los franquiciantes y una inversión inicial desde 21.000 dólares, con una facturación anual promedio de $70.000.000.
A su vez, existe Palta, un espacio gastronómico diseñado para que los clientes disfruten intensamente de sus momentos, ya sean de trabajo, amistad, descanso o en familia, en un destino seguro, donde el cliente sabe qué comer, qué clima encontrará, y cómo lo atenderán.
La marca cuenta con seis locales propios. En Nordelta: Euskal Herria Plaza y Remeros Plaza, Pacheco: En Tortugas Open Mall y Arena Golf, Pilar: Parque Empresarial Austral y Escobar: Temaiken.
Y Emplatame tiene sus 3 Locales en CABA (Rodríguez Peña Peña y Juncal, Pueyrredón y Arenales, y Juramento y Amenabar).
¿Cómo surgió la idea de Emplatame?
«Emplatame nace en pandemia como una búsqueda de repetir la experiencia del restaurante en la casa de cada uno de nuestros clientes, un ingrediente principal de nuestra marca que no podíamos disfrutar en ese momento», describió Marcos Aldazabal, creador de ambos proyectos en una entrevista con Somos Pymes.
«Trabajamos en el cambio y decidimos invertir en la transformación de nuestras cocinas al sistema sous vide, todo una técnica sobre la cuál ya veníamos capacitándonos», relató.
Al respecto de la pandemia, el emprendedor contó: «La situación nos motivo a aplicar un cambio al 100%, logrando replicar nuestros platos, de forma segura y sin aditivos para que puedan ser regenerados en tan sólo 15 minutos en donde sea».
«Luego de muchas pruebas y trabajo se logró certificar los primeros platos y así comenzamos con la venta online de los productos, empezando a promocionar que se podía comer afuera pero en casa», describió.
Y agregó: «Así Nace Emplatame, un producto rico y rápido».
Marcos Aldazabal, fundador de Emplatame y Palta.
El paso de la venta online y el delivery a tener locales
«Las restricciones en pandemia nos obligaron a incursionar en la venta online; el restaurante tenía que ir a cada casa. Ya no podían visitarnos nuestros clientes. Así que fue todo un desafío superado», expresó Aldazabal.
«Pasada la pandemia y con esa actitud que nos caracteriza a las PyMEs en búsqueda de la mejora continua, doblamos la apuesta e incorporamos a nuestro menú marcas de primer nivel con las que compartimos la cultura del bajo 0° y que es la mejor forma de conservar alimentos frescos», explicó.
Y remarcó: «Así fue como salimos en búsqueda de puntos de venta donde podíamos mostrar y vender toda la línea de productos que te facilitan la cocina diaria».
En Emplatame, «encontrarás hasta verduras limpias cortadas para preparar el plato que quieras, logrando ser un aliado de todos los que nos gusta disfrutar de la buena cocina»
Cada local es muy fácil de gestionar, con una inversión inicial de 30 mil dólares y pocos recursos humanos.
«Se recupera la inversión en 14/16 meses ya que logramos establecer un negocio seguro, rentable y sin riesgos. Hoy un local factura 6.8 millones mensuales con una rentabilidad del 18/20%«, graficó el emprendedor.
La clave que distingue al proyecto gastronómico
Emplatame funciona con el sistema de envasado al vacío con comidas de calidad.
«Diría que la diferencia fundamental es lo práctico de nuestro sistema», subrayó el entrevistado.
«Podemos lograr los mismos platos de nuestros restaurantes, suspendiendo la cocción, abatiendo el producto y envasándolo al vacío. Para poder trasladarlo mismo sin conservantes, con el mismo sabor y la práctica regeneración», ilustró.
Nuestro objetivo es brindar un alimento a los clientes un alimento «rico y rápido. Vendemos tiempo para generar momentos únicos», definió Aldazabal.