Fuente: La Capital ~ De no mediar sorpresas, este viernes se extenderá el horario hasta la noche pero seguirá vigente la restricción a la circulación
Si la provincia no extiende la restricción, bares y restaurantes de la ciudad podrán recibir nuevamente clientes a la noche a partir de este viernes, ampliando el horario hasta las 22 con una hora de tolerancia para que se retiren los comensales. A las 0 venció el decreto provincial que restringió la actividad hasta las 19 en los departamentos de Rosario y San Lorenzo, y no hubo otro que lo prohíba nuevamente, aunque hay tiempo hasta esta tarde.
En principio, si el gobierno provincial no toma una determinación sorpresiva sobre la hora, esto igualaría a estos dos departamentos con el resto de la provincia, que ya está trabajando con este esquema. Lo único que cambia es el horario de cierre de la gastronomía y la posibilidad de trabajar de noche de manera presencial, que dará algo de aire especialmente a las cervecerías, parrillas y restaurantes, pero todo el resto sigue igual. El último ingreso será a las 22 horas, y el cierre a las 23, y los clientes podrán ir en transporte público, caminando o en bicicleta, ya que la restricción de circulación vehicular que prohíbe moverse en autos y motos particulares sigue en pie.
“Tampoco es la revolución, son tres horas más y sin circulación vehicular. No consideramos que sea un cambio que ponga en riesgo a la población. De hecho somos críticos de pensar que nuestra actividad establezca algún nivel de peligrosidad de contagio. Pero a la hora de analizar qué volumen de circulación puede haber respecto de este tema, no es un cambio muy significativo”, sostuvo Alejandro Pastore, secretario de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (Aehgar).
«Lo necesitamos mucho”, declaró por su parte Reinaldo Bacigalupo, titular de Mercado Pichincha. El empresario dijo que la medida “beneficia a todo el sector en general, además de cervecerías, parrillas, restaurantes familiares y bodegones” con gran concentración en esa zona, que suelen trabajar mejor en los horarios nocturnos. “Todavía en mayo no hubo un fin de semana para trabajar a la noche y poder pagar sueldos, están todos atrasados. Y ya no hay más margen para negociar alquileres, los propietarios están cobrando precio completo porque nos hicieron el aguante mucho tiempo el año pasado”, admitió.
Ayuda estatal
La expectativa de los comerciantes es “sostener todo lo que se pueda incrementar respecto de la actividad, porque para algunos es la diferencia entre estar cerrados y trabajar y abrir, y en definitiva es poder sostener los negocios no incrementando aún más el pasivo. Por supuesto que no resignamos la solicitud de asistencia, porque con lo que tenemos obviamente no alcanza”, refrendó Pastore.
Hoy el sector percibe el Repro II de Nación de 18.000 pesos por trabajador, aunque no todos califican para ser beneficiarios, y una exención de los aportes patronales hasta el 31 de diciembre. En tanto, por parte de la provincia hicieron la semana pasada en una reunión con el secretario de Comercio, Juan Marcos Aviano, una serie de requerimientos relacionados con extender algunos beneficios y poner en marcha nuevos programas de asistencia.
Entre ellos, ampliar el programa que otorga 10 mil pesos mensuales por trabajador hotelero al sector gastronómico (podría contemplarse un monto menor ya que han tenido mayor actividad), ampliar los cupos de nuevos créditos a tasa cero en el marco del programa Santa Fe de pie, condonación del Impuesto Inmobiliario e Ingresos Brutos hasta fin de año, bonificación del 70 por ciento de la factura de Aguas Santafesinas, y planes especiales de pago de deudas con la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Todos estos pedidos aún aguardan respuesta.
“Esperamos que las condiciones en general de la pandemia, no las nuestras porque entendemos que no hay ninguna vinculación directa entre nuestra actividad y la curva de cantidad de casos, nos permitan poder seguir funcionando. Son dos cosas que van completamente por separado, y quedó demostrado en el verano donde trabajamos bien y no hubo un pico”, argumentó el gastronómico.
En ese sentido, dijo que entienden que la restricción tiene que ver con reducir la circulación y la siniestralidad, no los contagios en sus locales. “Por eso, en este marco de la actividad sin circulación vehicular, creemos que esta es la modalidad que podríamos haber sostenido desde el inicio y esperamos que ahora empiece a haber un panorama de mayor previsibilidad”, insistió.